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Especial OSCARS 2008: Lo Que el Oscar Ignoró
Damned Martian, 17/02/2008

[size=6]LO QUE EL OSCAR IGNORÓ[/size]
Cada año se estrenan alrededor de 500-600 películas en Estados Unidos. No todas pueden competir por el Oscar, ya que por ejemplo deben exhibirse en Los Ángeles durante al menos una semana para entrar a concurso, pero aún así quedan más de 300. Por supuesto, de ellas al menos la mitad son mediocres o directamente malas. Pero aún así nos quedan 100 o más películas. Y sólo hay 5 nominadas. Está claro que todos los años va a haber bastantes olvidadas.
En un mundo ideal, los votantes verían todas las películas del año y elegirían sus favoritas siguiendo únicamente su criterio personal. Esto es una utopía impracticable. Para empezar, es imposible ver tantas películas en tan poco tiempo. Ni siquiera los críticos de cine, cuyo trabajo es básicamente ver películas, consiguen ver todo lo que se estrena cada año. Quizá algún miembro pueda realizar tal hazaña, pero en la Academia americana hay aproximadamente 6000. Todos ellos trabajan en la industria del cine, lo que quiere decir que les gusta el séptimo arte, pero también que su tiempo libre es limitado y seleccionarán las películas que más les interesen o que más les digan que son buenas. Además, no todos viven en Los Ángeles, también hay miembros extranjeros que no tienen acceso a todos los films. Por tanto las películas pequeñas tienen las de perder: para que un film atraiga suficientes votos para ser nominado, es imprescindible que lo vea mucha gente.
Normalmente las películas independientes siguen una estrategia de estreno limitado. Si consiguen buenos resultados en unas pocas salas, van añadiéndose más, y más, así hasta que alcance un tope en el que deje de ser rentable ampliar su distribución. Esta estrategia limita los costes para la distribuidora, pero también provoca que algunas películas apenas sean vistas por un puñado de gente. Para que una película consiga despegar de este ghetto suele necesitar algún actor/director de renombre cuya presencia conlleve cierta publicidad o cierta atracción de público, y/o críticas excelentes que la conviertan en inevitable para el cinéfilo. Películas diminutas como Great World of Sound o Honeydripper están destinadas a no salir de este microuniverso. Las películas extranjeras, como Offside o Lady Chatterley, también sufren este estigma, agravado por el hecho de que suelen ser más arriesgadas e innovadoras, y por tanto más difíciles de asimilar.
Además de ser vista, una película debe contar con cierto halo de prestigio. Esto a veces se consigue con las críticas, si éstas se centran en que el film merece ser premiado, y otras veces se consigue directamente con premios (de ahí la importancia de los precursores). Algunas películas vienen avaladas de prestigio desde su mera concepción, por argumento, reparto, director o estilo de película (por eso a veces hay descalabros tan grandes, que ya veremos). Otras películas deben luchar con uñas y dientes para conseguirlo, bien con críticas apabullantes, bien con una taquilla descomunal. Y a veces es tarea imposible. Esto sucede sobre todo con películas de género, cuya naturaleza más lúdica hace que el votante medio (y el crítico, no nos engañemos) no perciba el halo de seriedad que necesita ver en una película para creer que es “premiable”. Así, las películas de ciencia ficción (Sunshine, The Host, Soy Leyenda), fantasía (Stardust, Harry Potter y la Orden del Fénix), terror (The Last Winter, 1408, La Niebla, El Hijo del Mal), acción (300, Arma Fatal, Grindhouse, Shoot 'Em Up), animación (Persépolis, Los Simpson), infantiles/juveniles (Encantada, Un Puente Hacia Terabithia) e incluso las comedias (Supersalidos, Walk Hard) son géneros marginados en los Oscar. Los nominados de esos géneros han sido escasos. Este año todas las señaladas tuvieron críticas de buenas a excelentes, pero no consiguieron nada.
Un último factor de importancia es el apoyo del estudio. Hay que gastar algo de dinero en publicidad al final del año para recordarle a los votantes no sólo que la película se ha estrenado ese año (necesario sobre todo para estrenos prematuros), sino que es una de las que entran en la categoría de “premiables”. Además, también ayuda a despertar el interés de los académicos que aún no la han visto. Lo habitual últimamente es complementar la publicidad tradicional con el envío masivo de DVDs a los votantes, con el fin de que no sólo tengan un listado de películas más manejable sobre el que opinar, sino que puedan ver todas aquellas que se les habían escapado.
Por supuesto, todo esto es accesorio. Lo más importante que existe es que una película se ajuste a los criterios subjetivos de calidad que un grupo tan grande tiene. Si consigues que tu película la vea todo el mundo, pero no le gusta mucho a nadie, no tienes nada que hacer. Echemos un vistazo a todas esas películas que, por un motivo u otro, no se han hecho un hueco entre las 5 que más han gustado este año en la Academia.
[size=5]PRIMERA PARTE:
CANDIDATOS SIN OSCAR[/size]
Primero vamos a analizar las películas que, a tenor por las críticas, el tema, la gente involucrada, la aceptación popular o los premios recibidos, pudieron tener una oportunidad… pero por un motivo u otro se quedaron cortas. Es muy probable que el orden en que quedaron tras la votación se asemeje bastante, a tenor de los rumores y habladurías generados durante toda la temporada, al siguiente:
1. HACIA RUTAS SALVAJES
Sin duda esta película ha sido la mayor perdedora del año. Tras unas críticas magníficas, una más que aceptable taquilla, un estreno en fechas más que adecuadas y una carrera de premios envidiable (que incluye ser la más nominada en los Critics’ Choice y en los SAG, aparte de nominaciones en los WGA y DGA), el film de Sean Penn se ha quedado con dos míseras nominaciones. ¿Por qué una película que hace un mes parecía segura candidata ha sido rechazada hasta el punto de que ni sus aclamadas canciones han sido tenidas en cuenta? Quizá tenga que ver con su marcado carácter juvenil y aventurero. Al fin y al cabo su protagonista es un chico que se rebela contra sus padres y se escapa a ver mundo y conocerse a sí mismo, libre de ataduras sociales. Un personaje que a la vista de los miembros de la Academia (hombres de 50-60 años en su mayoría) puede resultar inmaduro o egocéntrico, en lugar de despertar compasión o cercanía. La diferencia demográfica puede haber sido en este caso una barrera para conectar con la película. O quizá se ha visto perjudicada por el peculiar sistema de votación, que veremos la semana que viene, y que es muy distinto al del resto de galardones.
2. LA ESCAFANDRA Y LA MARIPOSA
Las películas habladas en cualquier idioma distinto del inglés lo tienen muy difícil para estar nominadas en la gran categoría. El motivo es sencillo: los miembros de la Academia, como casi cualquier americano, odian leer subtítulos. Llámese pereza, prejuicio o simple inutilidad. Por ello, cualquier película extranjera que aspire a estar nominada debe cumplir ciertos requisitos: debe ser una película emotiva que llegue al corazoncito de los votantes (hecho); la crítica debe estar unánimemente de su parte (hecho); debe llevarse premios abundantes que la mantengan en boca de todos (Cannes, numerosos precursores, Guilds por doquier… hecho, hecho, hecho); debe contar con el apoyo firme de un gran estudio (Miramax – más que hecho); y por último, y no menos importante, debe ser un éxito en taquilla y/o convertirse en un film popular entre el americano medio ([color=red]DANGER, DANGER![/color]). En efecto, el tardío estreno del film (ergo su inaccesibilidad para el gran público) ha sido la causa más probable de que los académicos no le hayan hecho todo el caso que podrían.
3. SWEENEY TODD
Ah, Tim Burton, el eterno enfant terrible que hizo del cuento gótico y de los ambientes lúgubres y expresionistas su sello de fábrica. Pese a su fama de autor y de outsider, Burton es una mina en taquilla: sus películas tienen una media de recaudación de 100 millones de dólares. Su popularidad es incuestionable. Hasta para la Academia es popular: año sí, año también, es ignorado de forma totalmente consciente. ¿Ocurriría lo mismo este año? Si hubiese que hacer caso a los cinéfilos y expertos a principios del 2007, imposible: un musical mítico y multipremiado de un autor respetado, un reparto de lujo, una historia clásica y conocida… ¡Este era el año de Tim! Sólo se les olvidó un pequeño detalle: a la Academia NO le gusta el estilo recargado de Tim, ni su aire macabro. Y esta peli tiene todo eso elevado al cubo (de sangre). El hecho de que los precursores le hiciesen poco caso (como también viene siendo extrañamente habitual) y de que no acabase de encontrar una audiencia fueron sólo las guindas del pastel. ¿O sería más adecuado decir “los clavos del ataúd”?
4. AMERICAN GANGSTER
Desde El Padrino hasta Infiltrados, el cine de gangsters ha vivido tres décadas y media muy prolíficas. Ha ganado respeto, prestigio, premios y cantidad de dinero. American Gangster viene a seguir esa estela: buenas críticas, taquilla excelente, popularidad incuestionable… En realidad, lo tenía todo para hacerse un hueco entre las nominadas. ¿Qué ha pasado entonces? Bueno, para empezar las críticas sólo han sido buenas. La principal acusación que se le ha hecho es que, pese a estar rodada de manera competente, parece que todo lo que ofrece lo hemos visto ya en otras películas. Quizá eso sea lo que la ha convertido casi en un fantasma durante esta temporada de premios: por mucho que guste a casi todos, no apasiona a casi nadie y se olvida con demasiada facilidad. Y para conseguir un puesto entre las 5 grandes, hay que tener un sector de fans fervorosos e insistentes, como lo tiene en nuestra página.
5. ZODIAC
David Fincher está convirtiendo en un arte esto de ser ignorado por la Academia. No importa el éxito de sus películas, ni las críticas que reciba, ni el tipo de puesta en escena que elija, ni el género que toque: la Academia siempre pasa de él. He aquí la película con mejores críticas de su carrera, un clásico moderno según muchos, y ni una sola nominación. En su contra pueden haber jugado factores como un estreno demasiado temprano y una taquilla decepcionante, pero está por demostrar que con mejor fecha o resultados le hubiesen hecho algún caso. Al fin y al cabo, los críticos apenas se han acordado de ella en sus premios pese a ser la 3ª película más presente en sus top10. Quizá nos encontremos ante el caso más patente de cadáver dejado por el aplastante dominio de los Coen en los precursores: una película como ésta necesitaba todo ese apoyo para tener una oportunidad de resurgir.
6. HAIRSPRAY
Un remake de una película de John Waters por el director de Un Canguro Superduro, con John Travolta haciendo de gorda y el chaval de High School Musical. No es a priori algo que suene a Oscar. Claro que tampoco es algo que suene a un 90% de críticas positivas y 120 millones de dólares de recaudación. La energía y vitalidad de Hairspray, su aire desenfadado y camp y la inteligente sátira de sus canciones han vencido todo tipo de prejuicios. Lamentablemente su ligereza también ha hecho que no se la tomen en serio a la hora de premiarla, y menos en la Academia, donde las comedias son casi un genero maldito. O quizá sean simples prejuicios provocados por ser (inserte aquí la primera frase). Al fin y al cabo le han hecho el vacío absoluto hasta en categorías técnicas.
7. LA GUERRA DE CHARLIE WILSON
Si hay una película cuyas expectativas fuesen diametralmente opuestas a la anterior, estamos ante ella. Entre el director, el guionista y los cuatro actores principales sumaban 5 Oscars (y 10 nominaciones), 13 Emmys (y 12 nominaciones) y 9 Globos de Oro (y 10 nominaciones). Aún es más: la historia que cuenta es el tipo de comentario político que la Academia gusta de reconocer. ¿Entonces por qué no ha tenido más repercusión? La culpa podría ser del personaje real que en el film encarna Julia Roberts. Sus amenazas de litigio provocaron un recorte masivo en el guión de Aaron Sorkin, dejándolo en una comedia seria con un mensaje difuso y menos ácido de lo pretendido, lo cual derivó en críticas buenas pero poco apasionadas. Si a eso se le une que sus protagonistas ya pasaron su momento de mayor popularidad, lo que hizo que el film decepcionase en taquilla, es poco bagaje para impresionar a la Academia. Por mucho potencial que existiese.
8. PROMESAS DEL ESTE
Si Tim Burton no gusta en la Academia, lo de David Cronenberg se puede considerar directamente fobia. No se les puede culpar: no todo el mundo puede soportar los delirios cárnicos y sexuales del director canadiense. Ahora bien, si la repulsión que demuestran hacia él fuese algo más racional, sus dos últimas películas habrían tenido alguna repercusión. Tienen sus escenas duras y violentas, pero su narración es clásica y sus historias están exentas de paranoias. Quizá sea demasiado pedir: al fin y al cabo la aversión se cura mejor por acercamientos sucesivos que por tratamientos de choque. De aquí a 20 años puede que veamos a Cronenberg acudir por fin a la gala… si no le da por volver a sus raíces, claro.
9. 3:10 TO YUMA
¿Recordáis cuando a principios de los 90 se decía que el western iba a resurgir? Ah, qué tiempos aquellos. Como toda resurrección basada en un par de películas sueltas, se quedó en agua de borrajas, pero al menos nos ha permitido disfrutar de unas cuantas películas buenas del género en estos últimos 15 años. Esta es una de ellas. De hecho, es una de las que mejor ha funcionado tanto a nivel de crítica como de taquilla, aunque aquí en España aún no la hayamos catado (y esperemos que dicha situación se resuelva pronto). Lástima que esté demasiado inclinada hacia la acción y el suspense como para que a la hora de entregar premios se la tomen en serio.
10. COMETAS EN EL CIELO
Las adaptaciones de best-sellers suelen ser habituales entre las nominadas. Y más si se trata de obras que aúnan temas de actualidad con historias emotivas de amistad y redención, como es el caso. El libro en que se basa esta película tiene una caterva de fans apasionados que hubiesen podido empujarla hacia la nominación si le hubiese hecho justicia. Lo malo es que, según bastantes críticos, el impacto el libro queda diluido porque el film no acaba de encontrar el equilibrio entre lo emotivo y lo azucarado. Tampoco han ayudado a sus posibilidades que buena parte de la película esté hablada en afgano y que sus actores sean desconocidos.
11. ANTES QUE EL DIABLO SEPA QUE HAS MUERTO
Pocos confiaban ya en que el veterano Sydney Lumet recuperase el nivel de sus mejores tiempos. Craso error. Este film de interminable título nos devolvió al mejor Lumet, el que te agarra a la butaca con historias de personas al límite realizando actos de moralidad cuestionable y enfrentándose a sus consecuencias. ¿Cómo podría negarle la Academia el Oscar que llevaba tanto tiempo mereciendo? Ah, pero es que a veces los votantes no tienen escrúpulos, Si no que se lo pregunten a Peter O’Toole o Lauren Bacall. En este caso, la película fue demasiado pequeña, y su distribución demasiado limitada, para impactar a mucha gente o crear una verdadera sensación de obligación moral hacia Lumet.
12. ADIÓS, PEQUEÑA, ADIÓS
De Ben Affleck se pueden decir muchas cosas, pero hay algo indudable: es un tío listo. Viendo que su carrera como actor caía en picado, decidió tomar ejemplo de otros actores y pasarse tras la cámara. Y no tomó como modelo a cualquiera, sino al más famoso actor limitado convertido en director de primera fila: Clint Eastwood. El veredicto de la crítica fue unánime: Affleck es un discípulo aventajado del maestro. Pero como el estudio no supo despertar el interés del público, el film pasó inadvertido tanto para la gente de a pie como para los miembros de la Academia. A juzgar por las opiniones de los pocos que la vieron, merecía mejor suerte.
13. RATATOUILLE
Existe una cierta falta de comunicación entre la Academia y los animadores. Para la Academia, la categoría de Mejor Película de Animación es una forma de asegurar que la creciente calidad en el formato animado se va a ver recompensada cada año con al menos un Oscar. Para los animadores, es la forma que tiene la Academia de evitar que suceda otra vez lo que pasó en 1991, cuando La Bella y la Bestia fue nominada a Mejor Película. Así, no importa que Ratatouille haya sido considerada de lejos una de las mejores películas del año para crítica y público: las películas de animación ya tienen su ghetto particular, y será casi imposible que alguna consiga salir de él. Aunque sea una obra maestra. Lo peor de esto: el resto de los precursores han tomado ejemplo.
14. EL ASESINATO DE JESSE JAMES POR EL COBARDE ROBERT FORD
¿Qué ocurre si unimos el western con un estilo poético y contemplativo cercano a Terrence Malick? Pues desde luego el resultado no es una típica película “de Oscar”. Ni tampoco un blockbuster. Sin embargo, ninguno de esos factores fue el mayor impedimento de esta película de kilométrico título para acercarse a la gloria. Su mayor tara fue que los críticos, que en teoría eran los más aptos para reconocer la maestría del film, respondieron con excesiva frialdad. Y este tipo de film necesitaba de su apoyo incondicional para atraer a mas gente, tanto académicos como populacho. Por supuesto, la película se ha ganado un núcleo de fans rabioso y pasional, entre críticos y entre cinéfilos, pero ha sido demasiado pequeño para crear una diferencia. Que el tiempo se encargue de ponerla en su lugar.
15. EL ULTIMÁTUM DE BOURNE
Como dijimos antes, el cine de acción es uno de los géneros tabú en los Oscar. Salvo apartados técnicos, da exactamente igual lo bien rodada que esté una película o la cantidad de alabanzas de la crítica que reciba: si tiene tiros y persecuciones, si su intención primordial es ofrecer a los espectadores dos horas de adrenalina, no tiene lugar en una celebración tan “seria”. Aunque sea una película inteligente y con más miga de lo que parece. Concentrados como están en la búsqueda del cine “de prestigio”, este tipo de films son descartados casi de inmediato. A día de hoy, la nominación a mejor película de El Fugitivo sigue siendo la excepción que confirma la regla.
16. THE GREAT DEBATERS – Y hablando de “cine de prestigio”, he aquí una película que supura Oscar por sus cuatros costados. Historia real emotiva e inspiradora, canto a la igualdad de derechos, factura clásica, director estrella… Tiene todo lo que habitualmente se asocia a los films nominados. Y quizá haya sido esa su mayor tara: ¿en qué se diferencia de tantas y tantas nominadas anteriores? Su tardío estreno tampoco ayudó a vencer este estigma.
17. ONCE – Desde la presunta resurrección del género, pocos han sido los musicales que merezcan la pena o que tengan éxito, y por tanto pocos han sido los nominados al Oscar. He aquí una película universalmente aclamada, y que a su nivel ha sido un gran éxito… y tampoco lo ha sido. ¿El problema? Que es un film muy pequeño, diminuto incluso. Una simple mota en el radar de los Oscar. Una mota con seguidores enamorados, pero no los suficientes.
18. LA FAMILIA SAVAGES – El cine independiente siempre lo tiene cuesta arriba para ser nominado. Incluso cuando es aclamado por la crítica, como es el caso. Para que la Academia le preste a un film indie la atención que precisa, éste debe ser un enorme éxito popular y monetario… y eso sólo sucede una o dos veces al año como mucho. Así pues, esta película se tuvo que conformar con lo que todas las indies de calidad: guión y actores.
19. LEJOS DE ELLA – Los dramas sobre enfermedades son un tema recurrente entre los nominados al Oscar. Tan sólo han de tener el apoyo de crítica y público, alguna estrella al frente, y voilá. El debut en la dirección de Sarah Polley cumplía más o menos esas condiciones (Julie Christie era una estrella en sus días de gloria, y a su nivel fue un éxito de taquilla), pero aparte de no ser americana, se estrenó demasiado pronto para permanecer en la memoria de pez de los votantes.
20. LARS Y UNA CHICA DE VERDAD – A priori, una película sobre un chico enamorado de una muñeca a tamaño real no debería ser considerada como algo oscarizable. Ni de lejos, vamos. Pero la vida te da sorpresas, y ser tan tierna, humana y entrañable, tener un guión tan sensible y con tacto, y contar con actuaciones tan buenas te puede colocar en el mapa. Lo que pasa es que, al fin y al cabo, sigue siendo una peli de un tío liado con una muñeca.
21. LÍO EMBARAZOSO – Hay algo que los ejecutivos de Hollywood tienen muy claro: Judd Apatow es el nuevo rey de la comedia americana. Lo dicen las apabullantes cifras en taquilla y el acervo popular que han logrado sus películas. Hasta la crítica le tiene en un altar. Ahora bien, aunque sus películas tengan un componente humano muy sincero, también contienen humor soez a espuertas. Y por muy bien que mezcle ambas cosas, es algo que repele a los ya de por sí comico-fóbicos miembros de la Academia.
22. I’M NOT THERE – Posiblemente el género más representado en la historia de los Oscar sea el de los biopic. Por tanto una biografía del mítico Bob Dylan debería ser candidata seria al trofeo. Esto es, si no fuese tan experimental y poco convencional como esta. El que Todd Haynes sea un outsider tampoco ayuda. Así que daba igual que fuese muy bien recibida, no tenía posibilidades.
23. EN EL VALLE DE ELAH – Según una estadística, la siguiente película de un director cuyo último film ha ganado el Oscar nunca es nominada (quizá porque su recepción está muy sesgada por las altas expectativas). Pues bien, Paul Haggis ha cumplido la maldición a rajatabla: pese a que su segundo film fue recibido por la crítica igual que Crash (división de opiniones, pero mayormente bien), fue un fracaso en taquilla y a la hora de votar todos se habían olvidado de ella.
24. CONTROL – Ya hemos dicho que los biopic son un género propicio. Ahora bien, si un director de videos musicales elige para su debut la historia de un cantante de un grupo británico de culto de los 80, el hecho de que sea un biopic o reciba el apoyo unánime de la crítica es indiferente. Incluso ser premiada en su país lo es: hay pocas probabilidades de que consiga suficientes fans en USA para arañar cualquier premio.
25. LA VIDA EN ROSA – Y siguiendo con los biopics, llegamos al más convencional (pese a sus abundantes flashbacks). He aquí una película que podría perfectamente estar entre las nominadas. En realidad si no ha recibido más votos no es por sus críticas meramente buenas, ni por su temprano estreno. Es sobre todo por estar en francés. Si no fuese por los subtítulos, más votantes la habrían visto.
26. LA CAMARERA – En Sundance gustó mucho esta comedia romántica gastronómica. Y luego la crítica también la ensalzó. Hasta fue un éxito de taquilla. Sin embargo, a final de año todo el mundo la había olvidado, quizá por ser demasiado ligera. Momento cínico del artículo: tal vez si Adrienne Shelly hubiese sido más famosa antes de morir, aún se hablaría de su película póstuma.
27. RESCUE DAWN – Werner Herzog tiene una sólida relación con la Academia: completa y total ignorancia mutua. Y eso que esta película de prisioneros de guerra es a priori material fácilmente oscarizable. Quizá el estudio no se percató de ello, porque la estrenaron a destiempo, con escasa repercusión y sin darle ningún apoyo publicitario ni en ese momento ni a final de año.
28. UN CORAZÓN INVENCIBLE – Pocos directores hay más prolíficos y versátiles que Michael Winterbottom. Aunque existía cierto recelo por estar basada en una historia real, se estrenó entre buenas críticas y alabanzas unánimes para su protagonista. Lo malo es que fue tal fracaso que ha conseguido que incluso Angelina Jolie, que parecía tener la nominación en el bote, fuese finalmente ignorada.
29. DESEO, PELIGRO – Ang Lee siempre ha sido un favorito de la Academia. Gracias a él, la Academia nominó a un romance gay y a una película de artes marciales en chino. Ahora bien, existe un límite en lo que le puedes pedir a un votante, y las escenas de sexo explícitas unidas a los subtítulos lo superan ampliamente.
30. VIAJE A DARJEELING – Wes Anderson siempre ha sido demasiado excéntrico para los gustos de la Academia. Con Los Tenenbaums consiguió un gran éxito de crítica y público, pero no fue nominado. Esta nueva aventura suya no ha tenido tanta repercusión en esos ámbitos, ergo… nada de nada.
31. TALK TO ME – Es muy difícil que la Academia se acuerde de una película estrenada en la primera mitad del año, que pese a sus excelentes críticas no funcionó en taquilla, y que no se sabe si catalogarla como drama o como comedia. Y más si su historia se centra en el colectivo afroamericano.
32. THE LOOKOUT – Para que el cine negro sea atractivo a los ojos de la Academia, debe ser de época, venir firmado por un autor renombrado, y/o tener una estrella al frente del reparto. Esta película, pese a sus excelentes críticas y aceptable taquilla, no tenía nada de eso. Y para más inri, se estrenó a principios de año.
33. EL BUEN NOMBRE – El carácter étnico y humanista de esta película, unido a sus excelentes críticas y buena taquilla, eran una gran ayuda para conseguir que la Academia se acordase de ella a final de año. Pero si el estudio se olvida de promocionarte no hay nada que hacer.
34. EL ESPÍA – Normalmente, si un film con argumento y equipo que huelen a Oscar se estrena en el primer trimestre del año, significa bodrio. Es una época de vacas flacas en taquilla, por lo que ninguna peli (buena o mala) crea una mella duradera. Tras las magníficas críticas cuesta entender por qué este film se estrenó en Febrero.
35. LA GRAN ESTAFA – Si un estudio retrasa casi un año el estreno de un film con potencial de premios, también significa bodrio. Pero en el caso de esta película no fue así. Lo cual no quiere decir que tras un estreno tempranero y una escasa promoción del estudio, a la película le quedase fuelle a final de año.
36. THIS IS ENGLAND – Las películas británicas tienen que trabajar el doble para hacerse notar en el panorama americano. Si además el film es independiente, más aún. El entusiasmo de la crítica consiguió que esta película tuviese un hueco en las listas de lo mejor del año, pero no fue suficiente para atraer toda la atención necesaria sobre ella.
37. ROCKET SCIENCE – Otra de las sensaciones de Sundance 2007 fue esta historia de jóvenes disfuncionales. La crítica, que últimamente se pone más dura con este tipo de films, le dio su apoyo. El público también, a su nivel. Quizá le faltó hacerse distinguible del resto a los ojos de los académicos.
38. STARTING OUT IN THE EVENING – De vez en cuando surge una película en la que nadie se había fijado y comienza a ganarse una reputación por sí sola. Es el caso de este tour de force interpretativo de Frank Langella. Quizá si se hubiese estrenado antes, o de manera menos limitada, hubiese conseguido algo.
39. EL VIENTO QUE AGITA LA CEBADA – En teoría, es cuestión de tiempo hasta que la Academia nomine a Ken Loach. Es un autor demasiado importante como para ignorarlo eternamente. Ahora bien, una película polémica sobre el IRA estrenada en pocas salas a principios de año no es la más indicada.
40. 2 DÍAS EN PARÍS – A la Academia le encanta premiar a actores que se pasan a la dirección con solvencia y estilo. También a directores europeos. Ahora bien, si se unen ambas cosas el resultado es el opuesto. Y si a eso le añadimos que es una mujer y que el film es una comedia, mala cosa.
41. PARIS, JE T’AIME – Si ya es raro que las películas corales tengan algún impacto en la Academia, menos aún las películas por episodios. Este proyecto contaba con muchos directores de prestigio, pero le perjudicó la imposibilidad para separar los capítulos buenos de los malos a la hora de nominarla.
42. DELIRIOUS – Tom DiCillo es una leyenda del cine indie americano. Su última película, premiada en San Sebastián, le proporcionó las mejores críticas de su carrera. Lo malo es que fue tal fracaso que el director acabó pidiéndole consejo a Roger Ebert para saber en qué había fallado.
[size=5]SEGUNDA PARTE:
EN TIERRA DE NADIE[/size]
A continuación veamos unas cuantas películas que se quedaron a medio camino. O crearon división de opiniones, o fueron recibidas con indiferencia, o sencillamente se quedaron en películas buenas cuando necesitaban ser más que eso para tener una oportunidad.
ACROSS THE UNIVERSE
Este film, como todos los de la inclasificable Julie Taymor, es muy divisivo. Tiene un núcleo de fervientes admiradores y otro de personas que la aborrecen con ahínco. Sin embargo, dado el peculiar sistema de votación de los Oscar, esto es mejor que gustar a todo el mundo sin encantar a nadie. ¿Por qué no se ha convertido entonces en un nuevo Moulin Rouge? Principalmente porque no ha conseguido tanto impacto mediático y popular, aunque al menos ha funcionado lo suficientemente bien para arañar una nominación al Globo de Oro.
MARGOT Y LA BODA
Tras ser mundialmente aclamado por su debut en la dirección, Una Historia de Brooklyn, había mucha expectación por ver el segundo film de Noah Baumbach. Tanta que estaba llamado a ser una decepción. La crítica no consiguió decidirse sobre si era buena, mala, regular o simplemente no era lo que querían ver, y como resultado el film no cuajó en ningún sentido. Obviamente, si los académicos ya miraron hacia otro lado en su debut, en este caso no iban a hacer menos.
COSAS QUE PERDIMOS EN EL FUEGO
Uno de los guiones más deseados de Hollywood, una directora europea con prestigio y personalidad, dos actores oscarizados dando sus mejores interpretaciones en años… ¿Resultado? La crítica no la trató mal, aunque tampoco hubo mucho entusiasmo excepto en una minoría. Lo del público fue otra cosa: teniendo en cuenta el total y absoluto fracaso que tuvo en una semana en teoría propicia para hacerse un hueco, uno no sabe si fue por desprecio o por mera indiferencia. La cuestión es que la reacción de la Academia fue la misma.
LA EXTRAÑA QUE HAY EN TI
Toda película que haga Jodie Foster merece la pena ser considerada, y más si la dirige Neil Jordan. Aunque últimamente la actriz está centrada en el cine de acción, siempre se agradece su presencia en la pantalla. Este caso parecía ideal para dar una vuelta de tuerca al denostado género del vengador callejero, pero a tenor de las críticas, el intento se quedó a medio. A pesar de que Jodie da su mejor interpretación en años, la ambigua moralidad del film fue finalmente un lastre para ser tomado en serio.
LA VIDA SIN GRACE
¿Qué haces cuando adquieres una película que ganó abrumadoramente el premio del público en Sundance? Lo normal sería estrenarla con bastante promoción en una buena fecha para sacarle todo el rendimiento económico que se presume de una película con boca a boca positivo. Si es un éxito podrá optar a premios aunque las críticas sean justitas (como es el caso). El motivo por el que los Weinstein estrenaron esta película a última hora y sin apenas promoción en unas pocas salas es aún un misterio.
BEOWULF
El cine fantástico no suele estar presente en los Oscar. Ahora bien, si tiene un componente épico y está basado en una obra clásica de gran prestigio e influencia en la literatura, al menos tiene una posibilidad. El film de Robert Zemeckis era un serio candidato a suceder a El Señor de los Anillos… esto es, si hubiese convencido a la crítica, que la tachó tan sólo de digno entretenimiento palomitero con ciertas dosis de camp.
LA JOVEN JANE AUSTEN
Las películas de época suelen ser material de Oscar. Y más si están basadas en una obra clásica o en la vida de una importante escritora. Esta película partía con cierta desconfianza, principalmente en la capacidad de Anne Hathaway de realizar una convincente Jane Austen, acento inglés incluido. Al final resultó que ella fue lo más destacable de un film decente pero olvidable.
BUG
Basado en una obra de teatro del Off-Broadway, la película se esperaba con ganas por ser un drama psicológico extremo que podía dar pie a grandísimas interpretaciones. El problema es que el estudio, consciente de la dificultad para venderla, intentó promocionarla como una peli de terror. Si al fracaso de dicha estrategia le unimos unas críticas divididas (principalmente por la propia dificultad del film), es obvio que no iba a convencer a los votantes.
EN ALGÚN LUGAR DE LA MEMORIA
Hacer un drama sobre las consecuencias del atentado de las Torres Gemelas en la gente de Nueva York es un arma de doble filo. Hay que tener mucho tacto para tratar el tema al mismo tiempo con honestidad y con profundidad, porque se corre el peligro de ser visto como un oportunista o como alguien indigno de tal hazaña. A tenor de las críticas y la recepción popular, Mike Binder no lo hizo mal, pero tampoco fue el más indicado.
LA SOMBRA DEL REINO - LA SOMBRA DEL CAZADOR - LA NOCHE ES NUESTRA
He aquí tres películas similares. Las tres contaban con nombres reputados en el reparto y el equipo, y con historias con potencial para ser thrillers solventes y respetados. Y en los tres casos se quedaron a medio camino tanto para crítica como para público. La primera optó por la acción sin complejidad alguna, la segunda fue calificada de irregular por sus continuos cambios de tono, y la tercera fue tan competente como carente de cualquier atisbo de originalidad o garra.
UN FUNERAL DE MUERTE – Si una comedia lo tiene difícil, una comedia negra más aún. Y si es inglesa no digamos. Y si las críticas son simplemente buenas, pero no entusiasma, entonces no hay ni que planteárselo.
BLACK SNAKE MOAN – He aquí otro caso de decepción debido a las altas expectativas creadas por un debut (en este caso, Hustle & Flow). Y aunque la crítica la hubiese tratado tan bien como a su ópera prima, sigue siendo una peli sobre una ninfómana encadenada por un negro.
THE TV SET – Las últimas películas de Sigourney Weaver suelen ser vistas a priori como oportunidades para que gane al fin un Oscar. Esta no cuajó porque, pese a ser una comedia inteligente, es fácilmente olvidable.
Resurrecting the Champ – A pesar de un estreno decente y unas críticas aceptables, que destacaban que Samuel L. Jackson daba su mejor interpretación en años, este film se estrelló en taquilla y fue automáticamente descartado.
The Walker – Paul Schrader tuvo su época de esplendor a finales de los 70-principios de los 80. Esta película fue otra muestra de que en la actualidad está a medio gas, y su club de fans es minúsculo.
Amazing Grace – Otra película de época con buenas críticas, pero con poco entusiasmo. Viniendo de un estudio pequeño y con un estreno tempranero, ni siquiera se la consideró en apartados técnicos.
Como la Vida Misma - Conociendo a Jane Austen - The Astronaut Farmer
He aquí tres películas demasiado inofensivas para causar algún impacto, positivo o negativo. Las tres cabalgan entre la comedia y el drama, entre el sentimentalismo y la simpatía. Las tres consiguieron críticas aceptables, incluso destacando marginalmente en algún aspecto, pero a la hora de la verdad no tienen lo suficiente para ser premiadas.
Year of the Dog - You Kill Me - King of California - Broken English - Jindabyne - Interview
Ya hemos dicho que una película independiente necesita de excelentes críticas para sobresalir sobre el resto de indies, tanto en taquilla como en galardones. Estas seis películas, ordenadas de mejor recibida a menos, no llegaron a ese nivel. Se quedaron como films indudablemente buenos, pero sin ese extra indispensable para atraer al público o ser recordados como piezas clave del cine de este año. Por tanto, es dudoso que muchos miembros de la Academia llegasen siquiera a verlas.
[size=5]TERCERA PARTE:
DESASTRES EN CADENA[/size]
Llegamos a la última parada de nuestro viaje, y sin duda la más divertida. He aquí todas esas películas que a principios de año, o cuando se anunciaban sus proyectos, llevaban la etiqueta de “película de Oscar”, o el halo del prestigio, o quizá la esperanza de encontrarse cine de calidad, y una vez fueron exhibidas se estrellaron estrepitosamente entre abucheos de la crítica y menosprecio del público. En fin, los desastres de este año.
ELIZABETH. LA EDAD DE ORO
Elizabeth fue la nominada sorpresa de los Oscar del 98. Lo hizo gracias a un colectivo de fans pequeño pero fervoroso. Su segunda parte se hizo rogar, pero cuando todos los involucrados en la primera aceptaron rodarla, además disponiendo de más medios, todo el mundo esperaba que igualase e incluso superase a su antecesora. Pero tras ver cómo el público le daba la espalda y cómo las críticas reducían a cenizas al film por convertir a personajes y hechos históricos en caricaturas excesivas y sesgadas dignas de un culebrón, lo que es un milagro es que Cate haya conseguido sobrevivir a tal despropósito.
EXPEDIENTE ANWAR
Es bastante habitual que los directores extranjeros que ganan el Oscar a película de habla no inglesa obtengan la oportunidad de dar el salto a Hollywood. En el caso de Gavin Hood le ofrecieron en bandeja una película sobre un caso real de torturas, relacionado con un tema tan de actualidad como la guerra contra el terrorismo. Y le dieron un reparto de ensueño. El problema es que el guión que le dieron es tan maniqueo que sacó a la luz sus limitaciones como director, y la crítica se le echó gustosamente encima. Y lo que es peor: fue una debacle en taquilla.
UN CRUCE EN EL DESTINO
Terry George estuvo a punto de estar nominado hace 3 años por Hotel Rwanda. Su siguiente película era una de las más esperadas del año, hasta el punto de que entraba en casi todas las quinielas para el Oscar. Quizá por estas altas expectativas, quizá por su similitud con otros dramas recientes, la crítica la atacó durísimamente en el Festival de Toronto, hasta tal punto que el estudio la estrenó de tapadillo en unos pocos cines, de donde desapareció casi inmediatamente. Y así fue como una de las supuestas favoritas del año ha recaudado menos que La Soledad en términos absolutos.
LOS FANTASMAS DE GOYA
Esta película se rodó a finales de 2005. Mientras se rodaba, casi todo el mundo pensaba que era el rival a batir en los Oscar del 2006. Se decían maravillas de ella desde el set. Pero cuando se estaba montando comenzaron los rumores de que el film era un bodrio, rumores que casi se confirmaron cuando se pospuso su estreno americano hasta mediados del 2007. Su estreno español no vino sino a confirmar las sospechas de que era un desbarajuste y un folletín. Tras eso, su fracaso crítico y de público en USA era un mero trámite.
EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA
Gabriel García Márquez no tiene el Nobel por nada. Es uno de los mejores escritores en lengua hispana de todos los tiempos. Esta película se basa en una de sus novelas más importantes y respetadas, y contaba no sólo con un director y un guionista muy capaces, sino con un reparto hispano excelente. Y sin embargo, ¿cuál es el resultado? Un folletín que parece sacado de Galavisión con algo más de presupuesto, y una de las pocas ocasiones en que los críticos fusilan a Javier Bardem. Una prueba más de que lo importante no es lo que se cuenta, sino cómo se cuenta.
LEONES POR CORDEROS
7 años tuvimos que esperar para que el oscarizado Robert Redford se atreviese a dirigir de nuevo, tras la debacle de La Leyenda de Bagger Vance. Y lo hizo tocando un tema que daba para mucho, y con la voluntad de hacer un film que suscitase debate. A tenor del fracaso en taquilla, no lo suscitó, lo cual puede tener que ver con lo que opinaron los críticos: que no era una película, era la exposición del trabajo de un chaval de instituto. Y sin siquiera un Power Point.
YOUTH WITHOUT YOUTH
Otro mito del cine que volvía a nuestras pantallas tras una larga ausencia: Francis Ford Coppola. Alejado de sus últimos trabajos alimenticios, esta vez Coppola se enfrentaba a uno de sus proyectos más personales. Todo el mundo se mantenía a la expectativa: ¿sería un retorno por la puerta grande? Pues no. Tan personal y experimental se ha vuelto Coppola en estos años, que la película es un barullo sin sentido para casi todos los que la “sufrieron”.
LA BRÚJULA DORADA
Desde bien pronto, la gente de New Line se esforzó mucho en relacionar esta película con El Señor de los Anillos. Al parecer el estudio esperaba que fuese un blockbuster con prestigio suficiente para tener posibilidades en los Oscar. Se les olvidaron un par de detalles: primero, adaptar una obra mejor y más conocida; y segundo, poner al frente a alguien con más visión épica y pulso narrativo que el director de American Pie. Los retoques de última hora en el montaje tampoco ayudaron.
EL ATARDECER
Lajos Koltai, nominado al Oscar de habla no inglesa en 2005. Michael Cunningham, autor de Las Horas, película nominada a 9 Oscar en 2002. Los juntas a ambos y les das un reparto con lo mejorcito de varias generaciones de actores, ¿y qué tienes? Un soberano aburrimiento, con una historia farragosa y sin sustancia alguna, y unas actuaciones del montón. Ver para creer.
AHORA O NUNCA
Juntar a Jack Nicholson y Morgan Freeman en una película ya genera atención a nivel de premios. Y si es con una historia tragicómica de “afirmación de la vida”, más aún. El problema es que también está Rob Reiner, otrora prometedor director que no rueda nada decente desde hace más de una década. El resultado es tan pasteloso como se preveía, aunque en descargo del orondo director, la culpa se la han echado sobre todo al guión.
LUCKY YOU
Cuán lejos quedan ya los días de L.A. Confidential para Curtis Hanson. Desde entonces ha llevado una trayectoria descendente inusitada. Esta película, que en principio se iba a estrenar en 2006 y que cuenta no sólo con un reparto solvente sino con un guionista de prestigio, fue recibida con tal menosprecio por la crítica y tal indiferencia por el público que posiblemente nunca se le vuelva a considerar como potencialmente oscarizable.
LA HUELLA
Hacer un remake de una película tan mítica como La Huella es tarea para aprovechados o para valientes. Pocos pueden dudar de que Kenneth Branagh, Michael Caine, Jude Law y Harold Pinter NO son unos aprovechados. Pero es una lástima que, con tanto potencial detrás y delante de la cámara, el resultado fuese tan similar a lo que haría uno.
EL CANTANTE
Había cierta expectación por ver este proyecto personal del matrimonio Marc Anthony-Jennifer López. Hector Lavoe tuvo una vida muy de biopic clásico de Hollywood, con su subida a la fama y su descenso a los infiernos. Quizá por ello el resultado sea una mediocre colección de tópicos sin alma. Un desastre previsible que, por otro lado, evidenció que ciertas páginas web cobran por hacer críticas positivas como publicidad.
LA ÚLTIMA LEGIÓN
La historia del Rey Arturo puede dar para un film épico que barra en taquilla y en los Oscar. Basarse en una obra de Valerio Manfredi es un buen comienzo. Claro que si quieres que no salga una patochada como esta, es mejor que consigas un presupuesto decente, unos guionistas con talento, un director cuya experiencia no sea capítulos de Hércules y Xena, y un reparto que pegue con sus papeles.
SEDA
Otro de los regresos del 2007 fue el de François Girard, desaparecido desde hace 9 años. Y como los anteriores, ha sido una vuelta por la puerta pequeña. Su intento de romance épico se ha saldado con críticas unánimemente negativas y un paso por taquilla meramente anecdótico. Quizá El Violín Rojo le salió tan bien porque sonó la flauta.
REDACTED – Brian De Palma nunca ha estado nominado al Oscar. Nunca ha dirigido una película nominada. Normalmente la crítica le trata muy mal, con una minoría de seguidores. El premio en el Festival de Venecia y el tema de la película hacían pensar que esta sería una excepción en algún sentido. Pues no…
EL JUEGO DEL AMOR – Robert Benton es otro de esos directores que vivieron una época dorada, pero que desde hace años está de vacas flacas artística y popularmente. Esta película blandita y facilona es otra muestra de ello.
TRADE – Hacer una película sobre el tráfico humano y el abuso infantil requiere una gran dosis de tacto y sutileza a la hora de filmar, y una cierta inteligencia para profundizar en el tema. A juzgar por las críticas, este film tiene poco o nada de todo eso.
DIARIO DE UNA NIÑERA – Si El Diario de Bridget Jones fue un éxito de crítica y público que incluso consiguió alguna nominación al Oscar, ¿por qué no iba a conseguirlo un libro considerado como su sucesor? Quizá porque es una colección de tópicos sin apenas carisma que no va a ninguna parte.
GEORGIA RULE – Había dos formas de ver esta película. O bien Lindsay Lohan estaba reconduciendo su carrera hacia proyectos más serios y con enjundia, o bien Jane Fonda y Felicity Huffman necesitaban dinero urgente. Parece ser que al final fue lo segundo.
AUGUST RUSH – Un huérfano con talento para la música busca a sus padres, que casualmente también son músicos, y hace que se enamoren. ¿Un canto al amor y al poder de un arte como la música? Según la crítica, un atentado contra los diabéticos de todo el mundo.
ROMANCE & CIGARETTES – Este musical dirigido por John Turturro ha tenido una vida muy accidentada. Ha estado a punto de estrenarse varias veces, pero el estudio se ha retractado en el último momento. Cuando finalmente lo hizo, quedó patente por qué no sabían qué hacer con tal despropósito.
BELLA – A veces las opiniones de público y crítica no coinciden. El caso de esta ganadora del premio de la audiencia en Toronto 2006, cuya taquilla fue decente gracias al boca a boca, es ejemplar: los críticos la pusieron de vuelta y media por tópica y sensiblera. Y los Oscar no son tan populistas como para ignorarles.
SIN RESERVAS – La película original está muy bien considerada, siendo un ejemplo de cómo contar una historia de amor sin sensiblería. Pero como es habitual en los remakes de Hollywood, lo que la original evita sabiamente es incorporado en su revisión, y el resultado es un mojón.
SEPTEMBER DAWN – Jon Voight, experto en meterse en porquerías, vuelve a atacar. Esta en cuestión narra un episodio poco conocido de la Guerra de Secesión americana, algo que en buenas manos podría dar para un peliculón. Obviamente, “buenas manos” y “director de Arma Joven” no son sinónimos.
EL NIÑO DE MARTE – Basado en una historia real, este film sobre un hombre que adopta a un excéntrico niño podría haber sido una gran feel-good movie. Si no fuese tan aburrida y azucarada, o le hubiese interesado a alguien.
RAILS AND TIES – De tal palo tal astilla, dice el dicho. En el caso de los Eastwood, el dicho se equivoca. Con la historia de una amistad surgida de una tragedia, papá Clint haría un peliculón. Según los críticos, su hija Alison ha hecho un telefilm sensiblero.
PRIDE – Enésima película de superación personal ambientada en el mundo del deporte, este film es lo que sobre el papel se considera clásicamente “de Oscar”, pero por el propio agotamiento del subgénero es muy difícil que lo sea. Y es que crítica, público y académicos están bastante hartos de sus tópicos.
SOUTHLAND TALES – La ciencia ficción es repudiada en la Academia. Para contrarrestarlo, esta ambiciosa película se exhibió en Cannes… donde lamentablemente la crítica la destrozó por completo. Y tras un re-montaje extensivo, el resultado fue el mismo. Y el público hizo caso. No había razón para pensar que la Academia se iba a desmarcar del consenso.
INVASIÓN – Otro caso de CF vapuleada por la crítica que fracasó monumentalmente en taquilla, lo que resulta más triste teniendo en cuenta que se basa en dos clásicos del género. Por supuesto, la Academia no podía reconocerla aunque al frente del proyecto hubiese un director nominado y una actriz con Oscar.
Y eso es todo por este año. Un buen repaso a lo más hermoso y lo más feo de este 2007 que esperemos no se os haya hecho demasiado plomizo o excesivo. La verdad es que ha salido… glup… más largo incluso que el año pasado… Para el 2008, se intentará ser más breve y conciso.
-José Hernández