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Especial Oscars 2013: Mejor Película

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José Hernández, 15/02/2013


He aquí el premio de los premios, el más importante de la noche y el que marcará quién es la triunfadora de la noche. La ganadora habitual suele ser una película épica, histórica y/o de amor de gran presupuesto, aunque en los últimos años esta tendencia está cambiando hacia cintas más pequeñas e incluso de carácter bastante alternativo. Quizá sea por la proliferación de premios de la crítica, con la que obtienen más cobertura mediática para su opinión, aunque solo sea en marcar qué películas hay que ver; o quizá sea la creación de mini-majors, divisiones de los estudios especializadas en filmes de menor presupuesto pero mayor prestigio y riesgo que el estreno normal de la compañía, y que son las que últimamente acaparan las nominaciones. El vencedor en esta categoría se escoge entre los nominados, que este año son de nuevo 9 como en la edición anterior, por el sistema clásico de voto preferente, que tenéis explicado en este artículo. La ganadora debe tener más de la mitad de los votos, directos o indirectos. Este sistema se emplea para asegurarse de que ninguna película gane con solo un 12% de los votos, que es lo que puede pasar cuando tienes este número de candidatas y les dejas votar solo a una. Lo que se busca es que la ganadora sea una cinta de consenso, que haya gustado mucho a una gran mayoría. Las nominadas, de menos a más probabilidades de hacerse con la estatuilla, son:

[size=5]DJANGO DESENCADENADO[/size]
Que Quentin Tarantino rodase una película del oeste era cuestión de tiempo. Al fin y al cabo, la mayoría de sus películas anteriores tenían toques de este género. Así pues, tras el taquillazo de Malditos Bastardos, Harvey Weinstein le dio carta blanca y 100 millones de dólares para rodar su personal visión de los spaghetti western italianos de Leone y Corbucci, en cuyo Django se inspiró para esta película. A la hora de la verdad, no lo tuvo fácil: Will Smith rechazó el papel principal y luego se fueron cayendo del reparto Kevin Costner, Kurt Russell, Sacha Baron Cohen, Joseph Gordon-Levitt y Jonah Hill (que acabó rodando un cameo). Y encima estuvo a punto de no cumplir el plazo dado por Harvey para tener la película montada y lista para exhibirla por todo Hollywood, esperando rapiñar premios por doquier como bien sabe hacer el orondo productor. Al final llegó por los pelos a su estreno navideño y se convirtió en un éxito de crítica y público (es el filme más taquillero de Quentin). Tanto la Academia como las organizaciones más importantes del país la han incluido entre sus favoritas, pero está claro por su ausencia de victorias y por sus pocas nominaciones que no ha despertado la misma pasión que su revisionismo bélico. Quizá sea porque es si cabe más sangrienta, o porque la Segunda Guerra Mundial tira mucho más, o porque Harvey la dejó bastante de lado cuando se dio cuenta del tren de mercancías que tenía con David O. Russell. Lo más probable, sin embargo, es que la polémica sobre su plasmación de la esclavitud le haya pasado factura, con Spike Lee entre otros atacando a Quentin por su falta de respeto y su retrato ofensivo, grotesco y racista de una tragedia similar al Holocausto para la comunidad negra. Casualmente, la mayoría de sus vocales críticos se han negado siquiera a ver el filme, al que se puede acusar más de ser antisureño y antiblancos que otra cosa.
A FAVOR: Un género clásico como el western siempre tiene sus seguidores entre los académicos. Es más convencional y lineal que las últimas películas de Tarantino, o sea, que lo tiene más fácil para ampliar su público. Además, ha sido un taquillazo navideño y tiene a los Weinstein detrás.
EN CONTRA: Harvey tiene un caballo más potente en la carrera, como él mismo ha reconocido. Es demasiado salvaje, sangrienta y políticamente incorrecta: la controversia con el tema del esclavismo y las críticas de ciertos sectores histriónicos de la comunidad negra le pueden perjudicar. Además, los verdaderos fans de Quentin opinan que está un paso por detrás de sus Bastardos o sus gángsters. No en vano, no ha ganado absolutamente nada durante la temporada.

Ganador: Top10 del AFI.
Finalista: PGA, Globo de Oro, Critics’ Choice, NBR, St. Louis, Nueva York Online, Ohio, Austin, San Diego, Houston, Oklahoma, Denver, Indiana, Boston Online.

[size=5]BESTIAS DEL SUR SALVAJE[/size]
La benjamina del grupo empezó la epopeya de su existencia mucho antes de desvelarse a un sorprendido público en el Festival de Sundance. Esta es la historia del joven Benh Zeitlin, hijo de unos expertos en folclore, que quería ser director de cine. Una amiga suya, Lucy Alibar, escribía obras de teatro y guiones, pero ninguno de ellos lograba sobrevivir de estos trabajos. Un buen día, el laboratorio de guiones de Sundance escogió el texto que le habían enviado, basado en una obra de solo un acto que ella había escrito, para una beca de desarrollo. Lucy se enteró de casualidad, porque por entonces no podía ni pagarse un teléfono. El dinero les sirvió para comenzar la producción del filme, un cuento mágico situado en un paraje del sur de Estados Unidos, alrededor de Luisiana, en un futuro indeterminado. Una cinta que exudaba espíritu del sur, de gente en contacto con la tierra y con su lado animal, de esa metafísica de lo mundano que solo puede alcanzar quien vive el caos como algo intrínseco a la vida, con ecos de esos traumas que viven enraizados en los más habitantes de la zona tras vivir demasiados Katrinas. Y para reforzar esta sensación auténtica, y por qué no decirlo, porque no tenían dinero para más, Benh y Lucy decidieron contratar a actores no profesionales como protagonistas: una encantadora niña de cinco años que sabía chillar como nadie y leía como si tuviese diez, y un pastelero que se había hecho amigo del equipo de producción. El resto es historia. Sundance rendida a sus pies, un viaje triunfal por Cannes, un éxito gigantesco (para el minúsculo tamaño del filme) en la taquilla, y la crítica alabando a una nueva voz del cine americano, capaz de sumergir al espectador en una cultura extraña y onírica, pero a la vez profundamente humana y universal. Tanto, que logrado conquistar a los académicos más allá de lo que ni ellos mismos creían posible.
A FAVOR: Es la película idónea para atraer todos los votos del sector más indie y poco convencional de la Academia. El encanto de su protagonista. Los ecos de la catástrofe del Katrina, que pueden calar hondo en los corazones de los votantes. Además, muy bien ha debido de ser recibida si su novato director ha sido nominado.
EN CONTRA: La inclusión de Benh Zeitlin seguramente se deba a unos pocos votos y a una categoría muy repartida, no a que sus fervientes seguidores sean muy numerosos. Como ocurre con las cintas de Terrence Malick, el sector elitista puede aupar a un filme hasta la nominación pero nunca más allá, por su propio carácter minoritario.

Ganador: Sundance (Premio del Jurado), Top10 del AFI, Southeastern*, Toronto*.
Finalista: PGA, Critics’ Choice, Independent Spirit, NBR, Satellite, Chicago, Dallas, Southeastern, Londres, Nueva York Online, Houston, Austin, Oklahoma, Phoenix, Indiana, Georgia, Boston Online, BIFA*.
(* = en categorías como ópera prima o película extranjera)

[size=5]LA NOCHE MÁS OSCURA[/size]
Cuando Kathryn Bigelow se convirtió en la primera mujer directora en ganar un Oscar, por En Tierra Hostil, todas las miradas de público, crítica e industria se dirigieron hacia ella. Son miradas que suelen esconder perfidia y deseos de derribar al exitoso, y más si es una mujer. En esa sociedad vivimos. El caso es que Bigelow no se había estado quieta. Desde que terminase el rodaje de su drama bélico en 2007, ella y Mark Boal habían estado preparando una nueva colaboración que el éxito de su película (cuando al fin logró estrenarse) hacía enteramente posible. Como buen periodista que es, Boal había conseguido acceso a material secreto de la CIA sobre la infructuosa caza de Osama Bin Laden, así que el nuevo proyecto se basaría en ello y en la batalla de Tora Bora (Afganistán). El 2 de mayo de 2011, el dúo lo tenía todo preparado para comenzar a rodar. Y entonces van los Seals, y encuentran y se cargan al terrorista más buscado del mundo. Consecuencia: la película se paralizó y el guion se reescribió por completo para dotarle de un nuevo enfoque y final a la historia que incluyese este histórico momento. Un tema sensible y las espadas en alto en su contra, y sin embargo, el filme fue un éxito arrollador. Cuando comenzó la temporada de premios, acaparó todos los importantes y se postuló como rival a batir, pese a que su carácter frío, analítico, sin triunfalismos, la podía convertir en hueso duro de roer para una Academia más dada a las películas vainilla. Quién sabe lo que habría podido pasar de no haberse generado una gigantesca controversia en torno al tema de la tortura. Unos afirmaban que justificaba esta práctica porque mostraba que se obtuvo información de ella. Otros defendían el enfoque lejano e imparcial del filme. El duelo estaba servido. Ahora que el polvo de este insistente combate se va posando, algunos de los primeros se han retractado (por ejemplo, Martin Sheen), pero en el caos, el filme ha quedado irremisiblemente manchado.
A FAVOR: Es la película más celebrada por la crítica de este año. Si ya cayeron rendidos ante Bigelow por un filme bélico, este thriller periodístico es el más difícil todavía. Retrata un periodo de la historia de EE UU que todavía está muy fresco en los corazones y mentes yanquis, y con un final que puede exaltar a los patriotas empedernidos y dar qué pensar a los más críticos y descreídos. Además, ¡muere Bin Laden!
EN CONTRA: Es fría, seca, analítica, llena de datos y nombres, con un final que en realidad peca de demasiado poco triunfalista como para tocar la fibra del yanqui medio. Ya con eso no es una cinta que suelan votar para la victoria, pero además toda la polémica sobre las torturas la ha perjudicado sobremanera. Se han vertido muchas opiniones interesadas y politizadas al respecto que han acabado manchando el prestigio del filme y sacándolo del todo de la carrera.

Ganador: NBR, Top10 del AFI, Nueva York, Chicago, Boston, Washington, Nueva York Online, Austin, Utah, Boston Online.
Finalista: DGA, PGA, ACE, Globo de Oro, Critics’ Choice, BAFTA, NSFC, Satellite, Dallas, Southeastern, Crítica Online, St. Louis, Toronto, Ohio, San Diego, Houston, Oklahoma, Iowa, Detroit, Phoenix, Indiana, Georgia.

[size=5]LOS MISERABLES[/size]
Todo comenzó en 1862. Mejor dicho, todo comenzó en 1980, porque que Victor Hugo escribiese Los Miserables es importante, pero no se habría convertido en un éxito de masas de no ser por dos músicos ni de lejos tan importantes en la historia cultural de Francia: Alain Boublil y Claude-Michel Schönberg. Por alguna extraña asociación de ideas, se les ocurrió tornar este drama sociopolítico situado en las postrimerías de la Revolución Francesa, primero en un disco, y más tarde en un musical teatral. La obra fue un éxito, pero no se convirtió en un fenómeno internacional hasta que no llegó Herbert Kretzmer y la adaptó al inglés para representarla en el West End londinense. El resto es historia: se ha representado miles de veces en 42 países y 21 idiomas, y lo han visto más de 60 millones de personas. Un hito popular que ha tardado más de 30 años en dar el salto al cine, no sin dificultad: desde que intentase adaptarlo Alan Parker en 1988, muchos han pasado sin éxito por el proyecto. Hasta que llegó el recientemente oscarizado Tom Hooper, que no tuvo reparos en atreverse con un material tan delicado y con tantos ojos escrutando. Al británico no le temblaron las manos. Prueba de ello es el marcado estilo que ha impuesto al filme: los actores cantan en directo, la cámara no para de moverse y de hacer primerísimos planos, se suceden los cortes rápidos y se emplea hasta la extenuación el objetivo de ojo de pez. Su intención era la de ofrecer al público lo que no puede ver en un teatro: los rostros, la mugre, las lágrimas, los gestos, las miradas, el calor de la voz. Buscaba una reacción visceral, y la ha obtenido: miles de personas han quedado obnubiladas y maravilladas por la potencia emocional del filme, pero otras tantas han quedado saturadas, agobiadas y echan pestes de Hooper. No parece haber sitio para el término medio: o te enamora, o te horroriza. Por ello, y dado que el ganador se escoge por voto preferente (lo que beneficia a las candidatas de consenso), sus posibilidades son muy pequeñas. Si fuese por votación directa, sería otro cantar.
A FAVOR: Tiene más pedigrí que cualquiera de las otras nominadas, y viene de un director que acaba de triunfar en los premios. Los informes sobre los primeros pases para los académicos fueron de entusiasmo desmedido y ovaciones en pie, una reacción que ha provocado en un amplio sector del público, emocionado y atacado sensorialmente por todos lados hasta caer rendido. Además, es de época y hace tiempo que no triunfa un musical.
EN CONTRA: Igual que tiene muchos seguidores, también tiene una legión de detractores, lo que no le beneficia con el actual sistema de votación. Las continuas críticas hacia el estilo narrativo de Hooper han minado bastante la percepción general del filme. Su éxito se ha apagado muy rápidamente, hasta el punto de que ahora mismo nadie habla ya de ella. Por si fuera poco, los únicos que han picado con ella han sido, cómo no, los Globos.

Ganador: Globo de Oro (comedia/musical), Top10 del AFI.
Finalista: DGA, PGA, SAG, ACE, Critics’ Choice, BAFTA, NBR, Satellite, Dallas, Southeastern, Washington, Nueva York Online, Ohio, Houston, Oklahoma, Phoenix, Indiana, BAFTA*, Londres*.
(* = como mejor película británica)

[size=5]AMOR[/size]
Si alguien llega a decirles en 1989 a los que vieron El Séptimo Continente en el Festival de Cannes que ese austríaco recién salido de la televisión, que presentaba una película violentamente antisistema, iba a estar unos años después nominado a cinco Oscars, entre ellos mejor película y mejor director, se hubiesen reído en su cara. Si alguien lo llega a decir en 1997, cuando estrenó la cinta que lo dio a conocer en todo el mundo, Funny Games, las risas habrían adquirido ese grado de condescendencia que los gafapastas utilizan cuando alguien no sabe quién es Apichatpong Weerasethakul. Su carrera se ha dedicado a rodar cintas incómodas, violentas de forma más psicológica que gráfica, con un estilo pausado y áspero, tan elegante como desprovisto de refugio para el espectador, que debe enfrentarse desnudo a su propuesta. Esto es maná del cielo para la crítica, pero también es casi la antítesis de lo que la Academia suele degustar. Por eso sorprende que su segunda Palma de Oro haya logrado vencer esas barreras y llegar hasta aquí. Y asombra aún más porque no ha renunciado a su estilo narrativo, ni es más fácil de ver que La Pianista, ni crea menor desasosiego que Caché. La diferencia estriba en dos cosas: la primera, que su prestigio ha ido creciendo en Estados Unidos a lo largo de este tiempo, hasta el punto de que este año la crítica ha sacado en varias ocasiones a su película del gueto de las cintas extranjeras, acumulando varios premios de enjundia. Esta eclosión ha venido acompañada de una historia más centrada en lo humano de lo que acostumbra Haneke. La relación sentimental entre dos ancianos que se enfrentan a la lenta e inexorable aparición de la muerte en sus vidas es algo que a los académicos, la mayoría mayores de 60 años, les toca muy de cerca. Ese impacto emocional, esta carga de profundidad inmediata, es lo que la ha llevado hasta aquí y lo que puede convertirla en una de las sorpresas de la noche. No en esta categoría, pero sí en otras importantes.
A FAVOR: Es la obra más accesible de un maestro europeo al que le deben ya algún premio. Teniendo en cuenta que Bestias ya habrá consumido buena parte del voto elitista para haber funcionado tan bien, esta película tiene que haber sido capaz de abarcar a un sector más amplio de los votantes. No en vano, los temas que toca (la vejez, el amor maduro, la muerte…) son tan cercanos a los académicos, que tiene que haber tocado alguna fibra sensible.
EN CONTRA: Esto no quiere decir que la haya tocado a favor. Hay numerosos informes sobre espectadores maduros que se han sentido horrorizados por el filme, demasiado seco formalmente, demasiado duro temáticamente para el paladar poco curtido. Muchos incluso se niegan en redondo a ver la película por ese miedo irracional que solo puede entender el que ve acercarse a la parca. Alienando al público no se ganan Oscars.

Ganador: Palma de Oro, Premios de la Academia Europea, NSFC, Los Ángeles, Londres, Globo de Oro*, BAFTA*, Critics’ Choice*, NBR*, Nueva York*, Chicago*, Boston*, Dallas*, Kansas*, Las Vegas*, San Francisco*, Washington*, Nueva York Online*, Toronto*, Oklahoma*, Denver*, Georgia*, Iowa*.
Finalista: Toronto, Georgia, Independent Spirit*, Satellite*, BIFA*, Southeastern*, Crítica Online*, San Diego*, Houston*, Utah*, Indiana*.
(* = como mejor película extranjera)

[size=5]LA VIDA DE PI[/size]
Todos los años se publican un buen número de libros que se convierten en best sellers populares que todo el mundo adora. Y también se publican unas cuantas obras que tanto los lectores como los críticos consideran ‘inadaptables’. Que es lo mismo que decir que su valor literario no se puede traducir al lenguaje cinematográfico, o que su estructura o historia quedarían desquiciantes en celuloide. La Vida de Pi, de Yann Martel, cumplía ambas premisas. Lo que quiere decir que la Fox quiso desde el primer momento hacer una adaptación del libro, pero que han tenido que pasar más de 10 años para que esta se hiciese realidad. Durante este tiempo, cineastas con una imaginación visual innegable y un gusto especial por los retos como M. Night Shyamalan (nacido en la misma localidad que el protagonista), Alfonso Cuarón y Jean-Pierre Jeunet tiraron la toalla. Tuvo que ser el taiwanés Ang Lee el que tomase las riendas del proyecto en 2009. Tres años y 120 millonazos de dólares después, Pi surcó las pantallas de todo el mundo acompañado por un tigre digital llamado Richard Parker, en una historia que combina la supervivencia y la metafísica con una estructura de cajas chinas narrativa. La producción, eso sí, no estuvo exenta de cierta polémica, en este caso cuando Lee decidió prescindir de Tobey Maguire (que ya había rodado las escenas que posteriormente rehízo con Rafe Spall) porque su fama distraía de la historia central del desconocido Suraj Sharma. Detalles así aparte, la crítica se tuvo que rendir a los pies de Lee, quedando en evidencia que eso de ‘inadaptable’ es solo una etiqueta que se usa como sinónimo de ‘difícil’ por los menos imaginativos. Y el público, poco a poco, también ha ido siendo conquistado por este cuento casi mágico. Sobre todo en la taquilla internacional, en la que ha barrido. La Academia también ha sido conquistada, sobre todo en los apartados técnicos, pero es que ni sus detractores podrían negarle el mérito en estos campos. Lo que es más dudoso es si los fanáticos de este viaje son suficientes para contrarrestar a los escépticos.
A FAVOR: De todas las nominadas, esta es sin duda la más espectacular visualmente, un auténtico festín para los sentidos. Tiene un poco para todo el mundo: aventura de supervivencia, drama emocional, gotas de comedia costumbrista, y sobre todo una historia de espiritualidad y autodescubrimiento. Puede incluso traer ecos de Slumdog Millionaire. Además, sus admiradores son numerosos y fervientes.
EN CONTRA: No son tan numerosos ni tan fervientes como con otras candidatas, como demuestran los pocos premios acumulados. La Fox no ha sabido manejar bien su campaña ni comercial ni de premios, por lo que se ha quedado siempre en segundo plano. Es posible que, con los premios técnicos que a buen seguro le caen, los académicos se den por satisfechos para recompensar el esfuerzo de Lee.

Ganador: Top10 del AFI, Las Vegas, Phoenix*.
Finalista: DGA, PGA, ACE, Globo de Oro, Critics’ Choice, BAFTA, Satellite, Dallas, Southeastern, St. Louis, Londres, Nueva York Online, Phoenix, Georgia.
(* = como mejor película familiar)

[size=5]EL LADO BUENO DE LAS COSAS[/size]
Cualquiera se lo habría pensado dos veces antes de dirigir esta película, sobre todo con lo supersticiosos que son los artistas. La historia es que los Weinstein compraron los derechos de la novela de Matthew Quick antes incluso de que se publicase y se los pasaron a Sydney Pollack y Anthony Minghella, para que se encargasen de producirla. Poco tiempo después, ambos murieron con apenas dos meses de diferencia. Antes ya habían reclutado a David O. Russell como guionista y director, pero su fallecimiento dejó las cosas en el aire. Mientras tanto, Russell aprovechó para rodar The Fighter. Tras el éxito comercial y artístico (y, por supuesto, a nivel de Oscars) de esta cinta, el bueno de Harvey pisó el acelerador del proyecto. El reto más difícil fue el de escoger a la pareja protagonista. Antes de decidirse por Bradley Cooper y Jennifer Lawrence (de quien al principio tenían reticencias, ya que solo tiene 21 años, muchos menos que el actor y que su personaje), fueron considerados: Mark Wahlberg y Vince Vaughn en el caso de él; Anne Hathaway, Zooey Deschanell, Angelina Jolie, Rooney Mara, Rachel McAdams, Olivia Wilde, Blake Lively, Elizabeth Banks, Kirsten Dunst y Andrea Riseborough en el de ella. Una vez la rueda de la fortuna se centró en una pareja, la cosa fue coser y cantar. Nada que ver con aquellos rodajes en los que el director acababa enfrentándose hasta físicamente con sus actores (que le pregunten a George Clooney o Lily Tomlin). Seguramente el tener un hijo autista hizo que Russell conectase mucho más con sus protagonistas con problemas mentales y se mostrase más calmado en el set de rodaje. El resto era cosa de Harvey, que se las sabe todas. Primero la mostró en el Festival de Toronto, donde ganó el premio del público (como Slumdog Millionaire, Juno o El Discurso del Rey). De ahí se fue formando una bola de nieve de esas que maneja tan bien el productor, con la crítica convencida y el público aplaudiendo, y el filme fue invadiendo la temporada de premios de forma lenta pero segura. La jugada maestra de Harvey, sabedor que esta comedia romántica al uso pero no al uso encanta a los espectadores, ha sido mantenerla en estreno limitado hasta hace un par de semanas, y desvelarla al gran público con éxito cuando los votantes van a rellenar su papeleta. Todo en este hombre es estrategia con un fin: ganar el Oscar. Sin embargo, este año parece que tendrá que esperar en el banquillo, porque ni con sus ardides ha ganado un solo premio de enjundia, ni siquiera los que se le presuponían hasta sin su ayuda.
A FAVOR: El poder infinito de Harvey Weinstein, oh señor del universo de las estatuillas, te adoramos allá donde pasees tu oronda figura. Aparte de eso, el filme es un ‘crowd-pleaser’ en toda regla, populista hasta la médula, aclamado por crítica y público, y precisamente ahora en periodo de votaciones está en su momento álgido en taquilla. Los actores están de su parte descaradamente, y su final feliz y de fórmula seguro que satisface al sector más acomodaticio.
EN CONTRA: Si tanta gente adora este filme, algún premio de importancia tendría que haber rascado. Pero resulta que ni el SAG a mejor reparto, y eso que era el mayor vehículo de actores de todas las nominadas. Harvey no es todopoderoso, y mucha gente le tiene atravesado, casi tantos como al conflictivo David O. Russell. Es más, el filme también tiene un puñado de detractores casi tan fervientes como sus fans.

Ganador: Satellite, Top10 del AFI, Detroit, Georgia, Critics’ Choice*.
Finalista: PGA, SAG, ACE, Globo de Oro, Critics' Choice, Independent Spirit, NBR, Dallas, Southeastern, Washington, Nueva York Online, Ohio, Houston, Austin, San Diego, Oklahoma, Iowa, Phoenix, Denver, Indiana.
(* = como mejor comedia)

[size=5]LINCOLN[/size]
Corría 1999 y Steven Spielberg acababa de ganar su segundo Oscar a mejor director, pero Salvar al Soldado Ryan había perdido ante Shakespeare Enamorado. Que no es que tenga necesariamente algo que ver, pero fue entonces cuando comenzó a interesarse por realizar un biopic sobre el decimosexto presidente de Estados Unidos, el celebérrimo y santificado Abraham Lincoln. A lo largo de los 13 años que el proyecto necesitó para llegar a la gran pantalla, el enfoque fue variando enormemente. El primer guion de John Logan (2003) se centraba en su amistad con el abolicionista negro Frederick Douglass. El segundo, obra de Paul Webb (2006), cubría el mandato de cuatro años de Lincoln en la Casa Blanca. Ninguno de ellos convencía al Rey Midas de Hollywood, que ya había convencido a su amigo Liam Neeson para que interpretase el papel principal. Entonces se publicó el libro de Doris Kearns Goodwin Team of Rivals, centrado en los cuatro meses en los que Abraham estuvo luchando para aprobar la enmienda por la cual se acababa con la esclavitud. Y en 2008, Tony Kushner se hizo cargo del guion con este enfoque en mente. Por entonces, Spielberg estaba terminando su cuarto Indiana Jones y ya tenía enfilados otros dos proyectos (Las Aventuras de Tintín y War Horse), por lo que el biopic tenía que esperar aún más. Esto hizo que Neeson se bajase del tren, así que Spielberg tuvo que ponerse de rodillas ante Daniel Day-Lewis para que se hiciese cargo del rol. Sin él, según Steven, habría metido el guion en un cajón y lo habría olvidado. Y a tenor por el resultado, habría hecho bien, porque Daniel ES Lincoln. El filme tuvo una acogida clamorosa por parte de la crítica y lleva camino de convertirse en su décima película más taquillera, lo que hablando del creador de Indy y E.T. es una bestialidad. La respuesta de la Academia ha estado acorde con estos hechos: 12 nominaciones para un proyecto que podría haber salido muy mal (Amistad), pero que Spielberg ha mimado tanto que ha logrado fructificar de forma plenamente satisfactoria… para casi todos los americanos. Fuera de su país, la recepción ha sido más fría. Y de hecho, dentro de EE UU es más respeto y admiración lo que provoca la cinta que verdadera pasión. Sin duda, la sobriedad y control que se ha autoimpuesto Spielberg ha tenido mucho que ver con ambas reacciones. Y es esa falta de verdadero entusiasmo lo que ha estado dinamitando su posición como favorito durante toda la temporada. Habrá que ver si los académicos son los únicos que han respondido con efusión a su propuesta.
A FAVOR: Es el proyecto soñado de Spielberg, y le ha salido su mejor película en muchos, muchos años. Y más si se la compara con Amistad. De hecho, las críticas son inmejorables y la taquilla ha respondido en masa. Por si eso fuera poco, estamos hablando del 16º presidente americano, el más reverenciado de la historia, que encima está interpretado por un auténtico monstruo. Sus 12 nominaciones son material de favorita, y ha estado presente en todos los precursores.
EN CONTRA: Lo poco que ha ganado no tiene la menor relevancia. Mucho estar nominada, pero a la hora de la verdad nadie parece tener una pasión desmedida por la película, así que nadie la premia. Su tono parco y serio, sin apenas formalismos, hace que mucha gente se aburra mortalmente. Además, ha ocurrido lo impensable: al sacar a la palestra a Lincoln, ¡han surgido voces criticando al presidente! ¡En USA!

Ganador: Top10 del AFI, Dallas, Iowa.
Finalista: DGA, PGA, SAG, ACE, Globo de Oro, Critics’ Choice, BAFTA, NBR, Satellite, Chicago, Southeastern, Washington, St. Louis, Nueva York Online, Ohio, Houston, Oklahoma, Phoenix, Indiana, Boston Online.

[size=5]ARGO[/size]
La carrera de Ben Affleck merecería una película propia. Comenzó desde lo más bajo, ganando papelitos insignificantes en cintas olvidadas, hasta que en 1994 conoció a Kevin Smith. Su amistad le granjeó varios papeles, entre ellos su revelación para el gran público: Persiguiendo a Amy. Fue Smith quien consiguió que el guion que había escrito junto a su buen amigo Matt Damon se convirtiese en película. Y así, en 1998 ganaron el Oscar por El Indomable Will Hunting. Su caché se disparó, y al poco estaba dando la réplica a Bruce Willis en Armageddon y combatiendo ‘japos’ en Pearl Harbor. De golpe y porrazo, se había convertido en una superestrella que llevaba millones de dólares a la taquilla y cuyo rostro poblaba las carpetas de las adolescentes (en foto, no literalmente). Pero llegó Jennifer Lopez y la cosa se torció. Durante los dos años que estuvieron juntos, su vida se convirtió en un culebrón desglosado en papel cuché hasta límites agobiantes, y su reputación como actor y como estrella cayó en picado tras encadenar varios desastres seguidos, el mayor de ellos Una Relación Peligrosa, considerada como una de las peores películas de este siglo. Su nombre fue arrastrado por el barro, y pese a que había dado muestras de su competencia actoral en cintas como El Informador o Al Límite de la Verdad, se vio etiquetado como nefasto. Y de nuevo, su vida dio un giro. El motivo: Jennifer Garner, su actual esposa. Tras casarse con ella recuperó parte de su prestigio ganando la Copa Volpi del Festival de Venecia por su interpretación en Hollywoodland, pero sobre todo tomó la decisión que cambiaría su vida: comenzar a dirigir películas.
Con su ópera prima, Adiós Pequeña, Adiós, tomó buena nota de Clint Eastwood y logró el respeto de la crítica y la cinefilia, además de lanzar la carrera de su hermano Casey. Con su segundo filme, The Town, fueron Michael Mann y William Friedkin los que le enseñaron su buen hacer. El público también se puso a sus pies e incluso acarició la posibilidad de ser nominado al Oscar. Y a la tercera fue la vencida. Desde que Argo se estrenó en Toronto, su cinta ha sido considerada una de las favoritas para la victoria. Tomando buena nota de Kramer y Lumet, Affleck había logrado un filme capaz de satisfacer a todo tipo de espectadores y críticos, conquistando a los más exigentes con sus virtudes técnicas y con su pericia tras la cámara, y a los más palomiteros con su vibrante sentido de la tensión y su entretenido guion, centrado en una improbable pero real operación de la CIA para rescatar a unos americanos escondidos en Teherán durante la crisis de rehenes en Irán, en 1980. El filme ha arrasado durante la temporada de premios, empezando suave pero cogiendo un ritmo imparable en las últimas semanas, y su victoria ya no se la cuestiona nadie. Pero claro, está ese tema tan discutido: la Academia no le nominó como mejor director, todo un jarro de agua fría para un artista que se ha sabido reciclar como nadie y ha sabido sacar de dentro el talento que tenía oculto. Todo indica que será la cuarta película en ganar el Oscar sin este requisito, la segunda en los últimos 80 años. Pero si no lo consigue, Ben estará en buena compañía: a Spielberg ya le pasó con El Color Púrpura.
A FAVOR: Ben Affleck es la historia del año y Argo es la película del año, capaz de enamorar a la crítica y de conquistar al público. Empezó suave la temporada de premios, pero últimamente ha entado en modo destroyer y lo ha ganado todo, incluidos los premios más importantes. Además, recuerda a esos entretenimientos que Hollywood solía hacer, que aunaban inteligencia y seriedad con entretenimiento y diversión. Hay que buscar mucho hasta encontrar a alguien que no la considere como mínimo buena.
EN CONTRA: Que Affleck no esté nominado como mejor director, no tanto por estadística, sino por lo que eso puede indicar de la opinión de la Academia. ¿Son solo los directores los que son escépticos respecto al filme, o se trata de algo más general? Además, de igual forma que hay pocos a los que no les guste, tampoco son demasiados los que la consideran la mejor película del año.

Ganador: DGA, PGA, SAG, Globo de Oro, Critics’ Choice, BAFTA, Premios CINeol, Top10 del AFI, Southeastern, Crítica Online, St. Louis, Florida, San Diego, Houston, Oklahoma, Phoenix, Denver, Nevada.
Finalista: ACE, NBR, Satellite, Chicago, Dallas, Londres, Washington, Nueva York Online, Ohio, Austin, Detroit, Georgia, Boston Online.