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Especial Oscars 2013: Mejor Actor Secundario
Evelio Barbero, 16/02/2013

Podríamos llamar a esta la categoría de la reválida. La de los alumnos que ya aprobaron, pero vuelven a presentarse para subir nota. La de los que ya se licenciaron, pero están a la espera de doctorarse. La de los perdedores menos perdedores, al ya saber todos y cada uno de ellos lo que es ganar un Oscar (alguno incluso sabe lo que es ganar dos). Por supuesto que todos querrán ganar, pero las penas sabrán menos amargas cuando ya has ganado anteriormente. La papeleta, nunca mejor dicho, será para los votantes que tendrán que elegir en una candidatura muy disputada a quién entregar el premio. Si apoyar al candidato de la película hoy por hoy favorita al premio máximo, si recuperar al hijo pródigo que vuelve al redil tras años perdido, si perdonar posibles ofensas y valorar un trabajo de ficción, si apoyar al candidato de una película hoy por hoy mal situada, o si volver a reconocer al fichaje estrella que tanto gustó hace unos pocos años.

Con 78 años a sus espaldas, Arkin ha tocado casi todos los palos de la interpretación: músico, actor, escritor y director de teatro se encuentran entre sus facetas artísticas. Lo suyo con los Oscar fue llegar y besar el santo, ya que su primera nominación corresponde a su debut en pantalla grande. Su estreno en 1966 con ¡Que Vienen los Rusos!, interpretando a un teniente soviético que encalla con su submarino en la costa americana, le llevó hasta la ceremonia a la que volvería dos años después por El Corazón es un Cazador Solitario, interpretando a un sordomudo que entabla amistad con una chica con traumas juveniles. Resulta curioso que tal irrupción desembocara en una carrera de perfil bajo con apariciones que casi nadie recuerda hasta décadas después. Posiblemente marque un récord su vuelta a las nominaciones tras 38 años de ausencia, cuando se alzó con el premio por Pequeña Miss Sunshine por hacer de abuelo drogadicto, deslenguado y ‘coreógrafo’ de Abigail Breslin. Y no es que el Oscar a su edad le haya variado mucho la pauta. Seis años después de aquello, solo ha vuelto a lucir de verdad por la película con la que ha conseguido su cuarta nominación, eso sí, destacando considerablemente entre un reparto coral por encarnar a un peculiar productor de cine que servirá de ayuda a la CIA en el rescate de unos rehenes.
A FAVOR: Llega como único representante del reparto de la película que parece llevar ventaja a las demás para hacerse con el premio gordo. Su personaje reivindica el poder que el cine de Hollywood puede llegar a tener incluso en conflictos internacionales. ¿Cómo no va a querer premiar eso la vieja guardia de la Academia?
EN CONTRA: A estas alturas de su vida y sin una trayectoria precisamente de relumbrón, darle un segundo premio con la competencia que tiene (y con un papel muy similar al que le granjeó su primer Oscar) podría parecer excesivo. Aunque ha estado presente en todos los premios importantes, no se ha impuesto en ninguno. Parece que en CINeol hemos sido los únicos que hemos apostado por él.
Ganador: Premios CINeol.
Finalista: SAG, Globo de Oro, Critics’ Choice, BAFTA, Dallas, Crítica Online, Londres, Washington, St. Louis, San Diego, Houston, Iowa.

¿Cómo presentar al bueno de Bob? A los que tengáis menos de 18 años os puedo decir que este señor fue considerado uno de los mejores actores de todos los tiempos antes de que nacierais, que fue el actor fetiche de Scorsese en ocho películas hasta que le pasó el testigo a Leonardo DiCaprio, que todos los grandes directores querían trabajar con él y que hubo un tiempo en que ver a Robert en el cartel de una película era sinónimo de cine de calidad. También podría deciros que ganó dos Oscars por dos iconos del cine: el joven Vito Corleone en El Padrino II y el boxeador Jake LaMotta en Toro Salvaje. Que también pudo haberlo ganado cuando estuvo nominado por Taxi Driver, o por combatir en Vietnam en El Cazador, o por interpretar a un enfermo mental en Despertares, o por haber dejado un icono entre los villanos (el Max Cady de El Cabo del Miedo), aunque ese año tiene la excusa de que andaba por la ceremonia Hannibal Lecter. Incluso os diría que bien podría haber sido nominado por sus papeles de mafioso en Érase una Vez en América, Uno de los Nuestros o Casino. Pero claro, si en los últimos años lo que habéis visto de él se resume a papeles como El Enviado, Las Aventuras de Rocky y Bullwinkle, Machete o las flojas secuelas de Los Padres de Ella, os pensareis que me estoy quedando con vosotros. Vale que no todo ha sido morralla, pero sí bastante impropio de alguien que deslumbraba hasta bien entrada la década de los noventa. Parece que a los que nominan les ha parecido gratificante verle volver al buen camino, aunque sea por una vez, y quieren reconocerle por interpretar al maniático y supersticioso padre de Bradley Cooper en El Lado Bueno de las Cosas.
A FAVOR: Robert ha sido uno de los más grandes y, como tal, merece estar en esa élite de artistas con más premios donde solo han llegado Jack Nicholson y Walter Brennan (y este año, seguramente, Daniel Day-Lewis). Además, es el actor de entre los nominados que más dura e insistentemente ha hecho campaña para ganar, bajo el auspicio del todopoderoso Harvey Weinstein.
EN CONTRA: Su nominación parece se resultado del buen sabor de boca que ha dejado su película y de que, siendo un vehículo idóneo para los actores, estos se han vuelto locos con ella. Además, su carrera de los últimos 15 años no parece pedir a gritos otro premio.
Ganador: Detroit.
Finalista: SAG, Critics’ Choice, Satellite, Dallas, Iowa, Phoenix, Denver, Georgia.

Llegamos a uno de los pesos pesados de la categoría, y no precisamente por su tamaño físico. Pocos actores como él, instalados en personajes secundarios, consiguen destacar tanto continuamente eclipsando al protagonista de turno. Puede parecer que su puesta de largo fue al ganar el Oscar por su primera nominación, cuando se puso en la piel de Truman Capote, pero para entonces ya había llamado la atención de muchos por personajes como el alumno chivato de Esencia de Mujer, el pervertido reverendo de Cold Mountain, o sus distintos papeles en prácticamente toda la filmografía de Paul Thomas Anderson. En 2007 consiguió su segunda nominación por su rol de extravagante experto de la CIA en La Guerra de Charlie Wilson, destacando la vertiente cómica por la que también ha conseguido destacar en algunos de sus trabajos. Al año siguiente se volvió a poner serio y, por encarnar a un sacerdote sospechoso de ser un pedófilo en La Duda , fue nominado nuevamente. Bien podía haberse hecho con la estatuilla si el Joker de Heath Ledger no le hubiera supuesto un merecido premio póstumo. En los últimos años ha seguido dejando su impronta en películas como Radio Encubierta, Los Idus de Marzo o Moneyball, pero ha sido al volver a trabajar con Anderson cuando ha vuelto a ser nominado y a ganar algún premio destacado, en este caso por dar vida a un escritor intelectual en busca de almas perdidas sobre los que imponer su propia religión, en un reflejo del origen de la iglesia de la Cienciología.
A FAVOR: Aunque su película no ha encantado precisamente al personal, lo que ha quedado fuera de toda sospecha son sus interpretaciones, especialmente las de Joaquin Phoenix y el propio Hoffman. Llega avalado con un premio de peso como el Critics’ Choice y parece una seria alternativa para el premio.
EN CONTRA: Su personaje no deja precisamente muy bien situado al creador de la iglesia de la Cienciología que tantos devotos ha ganado por Hollywood. Además, dado que el filme ha pasado sin pena ni gloria, existe la seria posibilidad de que se vaya de vacío. Y encima Harvey Weinstein tiene tres caballos en la carrera que se roban su atención los unos a los otros.
Ganador: Critics’ Choice, Chicago, Southeastern, Crítica Online, Kansas, Londres, Washington, Florida, Toronto, Oklahoma, Phoenix, Denver, Georgia.
Finalista: SAG, Globo de Oro, BAFTA, NSFC, Satellite, Dallas, San Diego, Houston, Utah, Detroit.

Acostumbrados a verle interpretar a férreos defensores de la ley en cualquiera de sus vertientes, sorprende ver que debutó en una cinta tan ñoña como Love Story. Tras tirarse dos décadas centrándose principalmente en la televisión y el teatro, su aparición en JFK: Caso Abierto le supuso su primera nominación al Oscar, interpretando a uno de los conspiradores de la muerte del presidente Kennedy. Con Oliver Stone repetiría en El Cielo y la Tierra, cierre de la trilogía sobre Vietnam que el director completó con Platoon y Nacido el 4 de Julio, y con Asesinos Natos, donde encarnaba a un alcaide pasado de vueltas y bastante caricaturesco. Sin embargo, en 1994 y en una categoría donde competían Leonardo DiCaprio por ¿A Quién Ama Gilbert Grape?, Ralph Fiennes por La Lista de Schindler, John Malkovich por En la Línea de Fuego y Pete Postlethwaite por En el Nombre del Padre, Tommy se impuso con un personaje menos evidente que el de sus competidores: el obstinado marshall que perseguía a Harrison Ford en El Fugitivo. Aquello parecía que iba para arriba, pero parece que se conformó con seguir en primera fila con cintas comerciales como Hombres de Negro, interpretado el hierático Agente K. En 2005 consiguió buenas críticas por su debut en la dirección con Los Tres Entierros de Melquiades Estrada y dos años después volvió a estar nominado por En el Valle de Elah, por su papel de militar veterano que choca con el silencio del ejército ante la desaparición de su hijo soldado. Aquel año le ganó Daniel Day-Lewis, con el que cinco años después vuelve a estar nominado, en distinta categoría pero por la misma película, interpretando a un influyente congresista que luchó por sacar adelante la enmienda que acabó con la esclavitud.
A FAVOR: Haber ganado el SAG le coloca automáticamente un paso por delante de sus rivales. La recreación de personajes históricos siempre es un valor añadido y el suyo contribuyó a mejorar la historia de su país. Además, después de De Niro es el que ganó hace más tiempo, y su carrera desde entonces ha sido más constante y de calidad que la de Bob.
EN CONTRA: La competencia es dura este año y Lincoln no está convenciendo tanto como debiera. Aunque los SAG los entregue el sindicato de actores y que estos sean mayoría en la Academia, también coinciden con muchos de los votantes de los BAFTA, que han optado por dar el premio a otro de los nominados.
Ganador: SAG, Dallas, Las Vegas, San Francisco, Nueva York Online, Houston, Iowa, Indiana, Nevada, Boston Online.
Finalista: Globo de Oro, Critics’ Choice, BAFTA, NSFC, Satellite, Chicago, Southeastern, Crítica Online, Londres, Washington, St. Louis, Toronto, Detroit, Phoenix, Denver.

Hasta hace apenas tres años, cuando Quentin Tarantino lo descubrió para el mundo, nadie que no viera la televisión alemana sabía de su existencia. Y es que este austríaco de 56 años, nacido y criado en un entorno teatral y formado en el Lee Strasberg Institute de Nueva York, se había movido profesionalmente entre la televisión y el teatro tanto en Londres como en Alemania. Pero llegó Malditos Bastardos y su carrera pegó un giro considerable. Pasó de ser casi un anónimo a que le conociesen en todo el mundo, en buena parte por haber arrasado en los Oscar, Globos de Oro, BAFTA y hasta el Festival de Cannes. Hollywood le abrió la puerta de par en par y solo en 2011 se dejó ver en cuatro películas de distinto calibre: The Green Hornet, encarnando a un villano con problemas de autoestima; Agua Para Elefantes, interpretando al déspota dueño de un circo durante la gran depresión; una nueva versión de Los Tres Mosqueteros, donde tomaba el rol del pérfido cardenal Richelieu; y, a las órdenes de Roman Polanski, Un Dios Salvaje, donde se ponía en la piel de un prepotente padre tratando de solucionar un problema de niños con otro matrimonio. Pero el que mejor ha sabido exprimir su talento y darle un papel a la medida de sus posibilidades ha sido de nuevo Tarantino. Prueba de ello es que su personaje de cazarrecompensas liberador de esclavos le ha vuelto a hacer destacar y le ha traído de vuelta a varios de los premios importantes de este año.
A FAVOR: Empezó la temporada de premios en posición algo discreta, pero a última hora ha cogido peso a costa de dos de los galardones más cotizados: el Globo de Oro y el BAFTA. Dependiendo de la tendencia que lleve Lincoln, puede ser una buena opción si la posibilidad de Tommy Lee Jones se desinfla.
EN CONTRA: Quizás ha pasado muy poco tiempo para que un veterano recién llegado se haga con dos Oscars. Su ausencia incluso en las nominaciones a los SAG es bastante significativa, y el filme tampoco parece favorito en ninguna categoría. ¿Apostará Harvey por él?
Ganador: BAFTA, Globo de Oro, St. Louis, Ohio, Austin, San Diego.
Finalista: Los Ángeles, Dallas, Crítica Online, Indiana, Georgia.