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Las 10 formas más eficaces de acabar con la humanidad

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José Hernández, 12/11/2009

He aquí una nueva entrega de los TOP 10 DE CINEOL, que sabemos que estas cosillas os encantan. Esta vez, con motivo del estreno del último delirio destructivo del alemán Roland Emmerich, 2012, nos hemos puesto a pensar... ¿Cuál es la mejor forma de acabar con toda la especie humana? ¿Qué nos ha enseñado el cine al respecto? ¿Hay alguna forma de sobrevivir? Y si la hay, ¿se le puede llamar 'apocalipsis', o hay que conformarse con el término 'purga'? He aquí la lista de...

Pero antes de la lista, comencemos por los fenómenos que se han quedado fuera por poco.
Menciones especiales:
- Bichos mutantes enormes: vistos en Godzilla, Monstruoso y una infinidad de películas más, su poder destructivo es incontestable, pero normalmente se les acaba el fuelle con una ciudad o, como máximo, un país. El resto duermen tranquilos, sobre todo si no tienen los ojos rasgados.
- El Sol se apaga: en Sunshine ya ocurría esto, pero antes de que encendiésemos la estufa ya había una nave presta a meter un petardazo al astro rey y volver a encenderlo. ¡Será por armas nucleares, oiga!
- Plantas asesinas: su poder destructivo depende de si es una especie carnívora (en cuyo caso necesitarían ventaja para acabar con nosotros, como que nos quedásemos todos ciegos) o un ataque biológico de toda la flora mundial. Ahí sí que estaríamos jodidos. Pero nada, con cambiar los hábitos de vida, solucionado.
10. METEOROS
Vistos en: Deep Impact, Armageddon, Meteoro y Cuando los Mundos Chocan (aquí en realidad fueron a lo grande y era un planeta entero).
Método de aniquilación: Chocar contra la Tierra. El lugar es indiferente, lo que importa, como siempre, es el tamaño.
Efectos destructivos: Según los fiabilísimos datos de la película de Michael Bay, un meteoro de 10 kilómetros de ancho tiene la fuerza de 10.000 bombas atómicas. Se supone que si algo así cayese en el mar, causaría un maremoto tal que barrería los continentes. Si cae en la tierra es peor, porque levantaría tantas toneladas de polvo a la atmósfera, que el Sol quedaría oscurecido durante siglos y nos sumiríamos, con suerte, en otra era glacial. Sin suerte nos moriríamos todos, como pasó con los dinosaurios.
Método de supervivencia: Muy fácil. Volar el meteoro en pedazos, aprovechando la cantidad de armas nucleares que tenemos. ¿Que los astronautas no pueden? Basta con que unos cuantos mineros sin experiencia en el espacio exterior se suban a la roca y la taladren. Pan comido. Si aún ellos fracasan, construir fortificaciones en el subsuelo con los fondos del Estado para meter a unos cuantos elegidos y dejar a los demás que se pudran. Lo que en política se llama "construir un Arca de Noé". Solución extrema: mandar el arca al espacio a buscar otro planeta. Si algo nos ha enseñado el cine es que el primer planeta que encontremos será habitable.

9. EFECTO INVERNADERO
Visto en: El Día de Mañana.
Método de aniquilación: Cambiar el clima sin previo aviso. O más bien, con previo aviso, pero ya sabemos que por muchas señales que encuentren los científicos de dudosa reputación y vida familiar desastrosa, los políticos nunca escuchan.
Efectos destructivos: Convertir la Tierra en un páramo glacial donde no podría vivir ni un pingüino, con ocasionales fenómenos atmosféricos totalmente ilógicos y mortíferos que hagan imposible la supervivencia para los pobres diablos que permanezcan en las zonas afectadas.
Método de supervivencia: Insultantemente simple. Con trasladarse a zonas más cálidas es suficiente. También podría optarse por la prevención y echar menos toneladas de gases nocivos a la atmósfera, pero eso no es factible. Mejor huir del fenómeno en la inmensa sabiduría de que no va a llegar a las Seychelles. Además, seguro que los que podrían ordenar tal medida tiene cuenta bancaria allí, así que el problema es irrisorio. Vale, algunos millones de personas morirán, pero de todas formas ya estábamos superpoblados.

8. PLAGA MUTÁGENA
Vista en: Hay dos modalidades principales, la plaga vampírica (Soy Leyenda, El Último Hombre... Vivo, The Last Man on Earth) o la de rabia incontrolada (28 Días Después, 28 Semanas Después, The Signal, The Crazies).
Método de aniquilación: Infectar a la gente, normalmente por el clásico método de la mordedura, y convertirla en... otra cosa.
Efectos destructivos: Hombre, a decir verdad, gente sigue habiendo. Son unos monstruos hostiles y sanguinarios dispuestos a acabar con toda la humanidad sana, pero siguen estando vivos. A su manera. Les gusta atacar a todo lo que se mueva sin hacer preguntas estúpidas ni comentarios triviales, ocultarse en la oscuridad para salir sólo cuando hay una presa a la vista, y en algunos casos montarse sus propias fiestas-toga. De todos modos, no es la mejor base para construir una sociedad, sobre todo cuando el diálogo ha sido sustituido por los gruñidos y la espumilla esa que sale por la boca cuando un animal tiene demasiada hambre.
Método de supervivencia: Unirse a ellos. Desde luego, la vida de infectado es mucho más sencilla: no tienes que preocuparte por fortificar tu vivienda, no te calientas la cabeza con la gente querida que has perdido y puedes salir de marcha con los colegas. Ahora, si resulta que eres inmune a la plaga... mala suerte, chaval. Te toca la tarea de chinos de matarlos a todos. Esto es más sencillo si la plaga ha quedado confinada en alguna isla o país concreto. En ese caso te puedes permitir incluso la huida, cual cobarde pusilánime. Si se ha extendido por todo el mundo, habrá que esperar a ver si se mueren de inanición, porque no suelen atacar más que a humanos. Sobre todo, paciencia. Hay 6.000 millones de personas en todo el mundo. Tienes para rato.

7. CONTAMINACIÓN
Vista en: WALL·E, Wonderful Days y, en cierto modo, Naves Misteriosas.
Método de aniquilación: Enterrar a la humanidad en desechos hasta que la vida sea impracticable.
Efectos destructivos: Aparte de las montañas de mierda que se pueden llegar a acumular en las ciudades-vertedero, las cuales ya harían difícil que cualquier cosa viva creciese en ese entorno, hay que tener en cuenta la polución atmosférica. Ya, es verdad, se podría confundir este apartado con lo del efecto invernadero, pero aquí no se trata de que cambien las condiciones climáticas. Se trata tan solo de que el aire se pudre, la tierra se vuelve estéril y ya no hay sitio para vivir con tanto desperdicio.
Método de supervivencia: Esperar. En la Tierra no, claro, sino en ciudades fortificadas y aisladas del exterior, o en naves espaciales a muchos años luz de aquí. Por supuesto, no se van a fletar naves suficientes o construir ciudades tan enormes como para albergar a todos los ciudadanos de la Tierra: los pobres, como siempre, a tomar por culo. Los ricos, por su parte, a esperar que la Tierra se recupere por sí sola o con la ayuda de robots de limpieza, y que todos los desechos no reciclables que hemos lanzado al mundo se descompongan al fin y pueda volver a crecer algo entre tanta basura. Por supuesto, la espera sirve de poco si no se acompaña con un cambio de costumbres... O sea, que cuando volvamos a la Tierra, en cien años tenemos que volver a irnos.

6. REBELIÓN DE LAS MÁQUINAS
Vista en: Principalmente en las sagas de Terminator y Matrix, aunque también en la reciente Número 9 y, por supuesto, en La Rebelión de las Máquinas.
Método de aniquilación: A las inteligencias artificiales les suele gustar eso de bombardear a la población. Los robots son más de masacres por arma de fuego.
Efectos destructivos: Las máquinas tienen la cualidad, aunque en este caso ese adjetivo sería cuestionable, de ser constantes y pacientes. Si tienen programado que deben aniquilar a los humanos, seguirán en su empeño hasta que no quede ni uno. Tienen a su disposición toda una batería de recursos, pero sin duda el más efectivo es el propio armamento humano: bombas de todo tipo de alcance y potencia, pistolas, cañones, ametralladoras, etc. Aparte de las que las propias máquinas, con sus cerebros privilegiados, sean capaces de diseñar.
Método de supervivencia: La técnica de luchar contra ellas con sus mismas armas está muy bien, pero eso de que el cuerpo humano sea considerablemente más frágil que un trozo de metal juega en nuestra contra. La de hackear las supercomputadoras también tiene mucho estilo, pero habría que encontrar a una persona más lista y rápida que un armatoste que ocupa todo un edificio. Si algo nos ha enseñado Kasparov es que eso es jodido. Así que la técnica más fiable sería la más sencilla: desenchufarlas. En serio, en las películas es una técnica infravalorada, pero darle al interruptor de off suele tener resultados magníficos con los ordenadores. En caso de no haber interruptor, que las máquinas son muy previsoras, siempre nos quedará instalar Windows.

5. INVASIÓN ALIENÍGENA
Vista en: Ocho millones de películas, entre ellas Independence Day, La Guerra de los Mundos, La Tierra Contra los Platillos Volantes, Señales y las mil versiones y variaciones de La Invasión de los Ladrones de Cuerpos. Sin olvidar la inefable Plan 9 from Outer Space.
Método de aniquilación: Está la invasión bruta, arrasando con todo lo que se pone delante con sofisticado armamento espacial. Y luego está la sutil, esa que no se nota hasta que la tienes encima y que suele involucrar la duplicación de la apariencia humana.
Efectos destructivos: En la invasión bruta, la destrucción material es más considerable que la aniquilación. Las armas alienígenas no suelen discriminar mucho (menos en Robot Monster, que sólo acaban con los humanos), así que arrasan con todo. Y aún así, siempre suele quedar algún núcleo de resistencia desperdigado. La invasión sutil es mucho más efectiva, sobre todo si se planifica bien. Hay que tener algo de paciencia, pero una vez que se alcanza un número crítico de alienígenas infiltrados, es coser y cantar. Y mucho más limpia, qué duda cabe. Menos espectacular, eso sí.
Método de supervivencia: Si algo nos ha enseñado el cine es que cualquier extraterrestre que intente invadir la Tierra tiene un punto débil totalmente absurdo y sencillo, de esos que hasta una familia de paletos de pueblo podría combatir con lo que tiene en la cocina. Los métodos para matar aliens varían desde las bacterias hasta el agua, pasando por los sonidos estridentes, el oxígeno, el frío o los virus informáticos. Y a los que no tienen debilidades tontas, que suelen ser los más sutiles, se les puede matar de igual forma que a un humano. Realmente, la única forma eficaz que tiene una invasión de acabar con la especie humana es la de destruir el planeta entero, como sucedía en Guía del Autoestopista Galáctico o Titan A.E.. Y aún así, siempre queda alguno con vida. Da que pensar: a lo mejor somos las cucarachas del espacio.

4. INFERTILIDAD
Vista en: Hijos de los Hombres.
Método de aniquilación: Ya no se pueden tener hijos.
Efectos destructivos: Depende. Si afecta a los hombres, pocos, porque las técnicas de inseminación están muy avanzadas y dentro de nada los óvulos podrán ser fecundados con material de otros óvulos. Pero si afecta a las mujeres, estamos jodidos. En cien años máximo, todos muertos. Es lento, pero objetivamente es el método más eficaz que hay.
Método de supervivencia: Follar como cosacos. Y sin condón. ¿Quién te dice que no vas a encontrar casualmente a la única hembra que puede perpetuar la especie? De hecho, haría mucho más sencillo eso de ligar en los bares. La frase de "no se trata de mi, se trata del futuro de la Humanidad" se convertiría en un clásico instantáneo. Tarde o temprano habría alguien que pudiese concebir, porque la genética es una cosa muy poco reduccionista. Y si no, tenemos décadas para encontrar una solución científica. Entre los adelantos en inseminación y fertilidad, las investigaciones sobre células madre y las técnicas de clonación, tenemos mucho campo que cubrir. Hasta se podría investigar lo de los úteros artificiales, que hasta ahora es cosa de ciencia ficción. Sería extraño que una enfermedad fuese tan efectiva como para vencer todas estas posibles soluciones.

3. PLAGA MORTÍFERA
Vista en: 12 Monos, La Jetée, La Amenaza de Andrómeda, Doomsday o la reciente Infectados.
Método de aniquilación: Te infecta y... te mueres.
Efectos destructivos: Los buenos virus mortíferos, los que de verdad amenazan con acabar con la especie, son aquellos que no hacen distinciones entre humanos. Se pueden transmitir a todo el mundo, y normalmente por el aire, para joder más. No hay personas inmunes, ni hay cura posible. Lo que varía es la rapidez con la que el infectado muere, el dolor que sufre y lo asqueroso que sea el estado en el que se quedan. Para que el virus sea realmente efectivo es necesario que el afectado permanezca vivo durante un tiempo, preferentemente con pocos o ningún síntoma al principio, para que siga interactuando con normalidad con los que le rodean. Y contagiándolos. Si el virus merece la pena, a tomar por culo la Humanidad.
Método de supervivencia: La cuarentena no suele ser muy efectiva. Siempre hay algún incompetente que abre una brecha en ella o algún listo que se la salta, y de nuevo tienes el virus en la zona segura. Vuelta a empezar. Si el virus es realmente potente, tampoco habrá cura ni inmunidad posible. Puedes intentar trasladar la sociedad a ciudades subterráneas herméticamente aisladas, pero los problemas son los mismos que en la cuarentena, con el añadido del problema de los suministros. Así pues, la solución pasa por una combinación de estrategias. En primer lugar, hay que alejarse de la sociedad hasta que todo el mundo haya muerto, con la esperanza de que el virus perezca con el último afectado. Hay que prepararse para una vida sin comodidades modernas, como electricidad y agua corriente, y en un lugar que permita cultivar alimentos y tener una pequeña granja. Además, hay que desinfectarlo todo periódicamente, cosa que se volverá más difícil con la disminución de suministros disponibles. Y por último, pero no menos importante, hay que tener un importante almacén de máscaras de gas, porque te va a tocar vivir permanentemente con una puesta. Aunque claro, también está la solución de marcharse a otro planeta en una nave espacial. Con suerte, el virus no se irá contigo. Y ya se sabe que el primer planeta al que llegue será habitable.

2. APOCALIPSIS ZOMBIE
Visto en: Si empezamos a nombrar películas, no acabamos. Desde la saga de Romero, que todavía sigue, hasta la reciente Zombieland, pasando por Amanecer de los Muertos, Zombies Party, [Rec], Braindead, El Regreso de los Muertos Vivientes y un sinfín más.
Método de aniquilación: Los muertos resucitan. Los muertos tienen hambre. Los muertos te atacan, te muerden y una de dos: o te vuelves como ellos, o te devoran.
Efectos destructivos: Considerables. Sobre todo ahora que se han vuelto rápidos. Y es que en una sociedad en donde los muertos se suelen enterrar en lugar de incinerarlos, tenemos una cantidad de agresores en potencia esperando a salir de debajo de la tierra para devorarnos que no somos conscientes de que, si lo hicieran, estaríamos en minoría. Bueno, quizá no al principio, porque habría cuerpos demasiado descompuestos para alzarse. Pero si cada zombie aprovecha el factor sorpresa para morder a tres o cuatro personas, ya la hemos jodido. Y el problema principal es que, hagamos lo que hagamos, vamos a morir tarde o temprano. Y cuando muramos, nos volveremos zombies como ellos. Es el cuento de nunca acabar, una plaga mortífera que no hay forma de erradicar y con la misma agresividad que una mutación de las que hemos visto antes. A no ser, claro, que esté causada por algún cometa pasajero o esté limitada a algún lugar en donde se ha vertido un determinado compuesto químico experimental. Entonces todavía hay posibilidades de contención.
Método de supervivencia: Fortificarse en algún lugar inexpugnable con acceso a suficientes suministros, y con posibilidad de crear los tuyos propios (agricultura, ganadería, etc.). Y pasar del tema. Es una tontería ponerte a matar zombies, porque aparte de ser demasiados, nunca descansan y nunca desfallecen. También cuentas con la ventaja de que no es un virus del que uno se tenga que proteger de formas extravagantes. Basta con evitar que te muerdan y quemar a todo aquel que muera dentro del recinto. Si se reúne un grupillo importante de gente de ambos sexos, la supervivencia de la especie está asegurada. Incluso se podría uno trasladar a una isla, aniquilar a todos los zombies que haya en ella y montar barreras en la línea de la costa para que no vengan más. El paraíso, oiga. El problema es que en el grupo siempre, siempre, SIEMPRE hay algún gilipollas que lo fastidia todo. Por muy bien que lo planifiques, conseguirá estropear tus planes y hacer que te maten. Para sobrevivir tendrás que localizarlo y utilizarlo como cebo humano en alguna trampa fallida. De otra forma, todo tu grupo morirá. Y con él, quizás, la última esperanza de la especie humana.

1. HOLOCAUSTO NUCLEAR
Visto en: Buena parte de la ciencia ficción de los años 50 y 60, es decir, la época más dura de la Guerra Fría. También en películas de estudio como El Tiempo en sus Manos, Teléfono Rojo o La Hora Final, y en cintas de culto como 70 Minutos Para Huir, Cuando el Viento Sopla, Testamento Final y A Boy and his Dog, entre otras muchas.
Método de aniquilación: Una nación decide lanzar sus bombas nucleares contra sus enemigos. Estos, a su vez, lanzan las suyas. El resto de los países con armas de este tipo decide unirse a la fiesta. Y la gente en sus casas, tan tranquila durante un par de horas.
Efectos destructivos: Sólo la potencia de las armas de Estados Unidos sería suficiente para barrer toda la faz de la Tierra, con que si unimos a eso las armas de Rusia, Francia, Reino Unido, India, Japón, China y todos los países que disponen de la bomba, el resultado es una escabechina. Alguno pensará, "bueno, pero hay zonas donde no caerán bombas ni llegará la onda expansiva". Amigo, es que las explosiones son sólo el principio. Morir en una es la parte sencilla. Luego queda la radiación y el fallout. Las zonas donde ha llegado la onda expansiva quedan contaminadas, pero el clima es algo global. El agua de los ríos llega hasta el mar, que queda contaminado; también se evapora, y las nubes se trasladan a otros lugares, donde llueve veneno; por su parte, los vientos llevan partículas radiactivas de un lugar a otro; etcétera. Si la masacre es global, por mucho que haya zonas no afectadas en un principio, en unos meses también caerán. Y la radiactividad dura miles de años.
Método de supervivencia: Prácticamente ninguno. Desde luego, la supervivencia en la faz de la Tierra sólo sería posible si tienes la suerte de convertirte en un mutante, cosa muy poco probable y seguramente dolorosa, o si un científico inventa unas píldoras para que el cuerpo humano pueda vivir con radiación. Pero está por ver si otras especies sobreviven igual que tú, en cuyo caso el problema sería la alimentación. Más allá de eso, está la típica solución de la nave espacial para huir del planeta. Pero si te encuentras en una zona que va a ser bombardeada, es inútil: tendrías que saber con antelación que van a lanzar las bombas, o tener siempre la nave cargada con suministros y lista para despegar, para poder escapar del holocausto. Si tienes la suerte de estar en una zona no afectada sería más fácil, aunque habría que darse prisa. Y sería mucha casualidad. Además, en los años en que más peligroso fue el sufrir esta catástrofe, la tecnología no tenía el nivel suficiente para que esto fuese viable. Crucemos los dedos para que no las lancen hasta que estemos preparados. Aunque claro, en eso caso los que huirían serían los mandamases y ricachones de siempre, así que si las tienen que lanzar que lo hagan ya mismo. Como dice la frase popular: "aquí o follamos todos, o la puta al río".
Ahora la cuestión es: ¿Qué harías para sobrevivir a cualquiera de estas catástrofes? ¿Cuál es la que ves menos peligrosa? ¿Cuál te acojona hasta el punto de manchar la ropa interior?