CINeol

O utiliza la Búsqueda Avanzada




NOTICIAS de Cine

Especial Óscar 2015: Mejor Documental

- Por

0 Comentarios


Un héroe/traidor (dependiendo de a quién se le pregunte); una mujer enigmática; un nuevo vistazo a un hecho histórico ultraconocido; la vida de un cronista de imágenes; una lucha trágica por el patrimonio natural. Estos cinco relatos, diametralmente opuestos entre sí en lo temático y estilístico, pelean por llevarse el Óscar al Mejor Documental. La categoría ha estado sujeta históricamente a muchas polémicas, principalmente derivadas de criterios de elección difusos y cuestionables. Desde el año 2012, no obstante, los académicos decidieron sistematizar una batería de reglas para depurar el inmenso caudal de películas elegibles y restringir así las posibles cintas nominadas a un número manejable de títulos, tal y como ya os habíamos explicado en años anteriores. Podéis ver aquí los quince documentales preseleccionados para este año 2015. Sorprende la exclusión de Life Itself de la terna final de cinco nominados, recorrido biográfico sobre el popular crítico de cine Roger Ebert que había cosechado reconocimientos bastante relevantes a lo largo de la temporada de premios (PGA incluido).

Muy curioso el contrapunto que representa la categoría de Mejor Documental este año. No se espera que películas de espíritu político como El Francotirador y Selma ganen nada importante. Todo parece indicar, por el contrario, que el Óscar al Mejor Documental se lo va a llevar a casa una de las narraciones más abiertamente disidentes de los últimos tiempos.





CITIZENFOUR


Desde septiembre de 2001, las libertades civiles estadounidenses han estado sujetas a profundas reformulaciones en nombre de la seguridad nacional. La ingeniería legal y administrativa implementada por la administración Bush y perpetuada por Barack Obama para institucionalizar dicho viraje restrictivo, el llamado Patriot Act, legalizó entre otras cosas el espionaje de Estado hacia individuos considerados peligrosos para la integridad de la nación. En junio de 2013, el consultor de la NSA y la CIA Edward Snowden contactó con la documentalista Laura Poitras y el periodista de The Guardian Glenn Greenwald. En una habitación de hotel de Hong Kong, Snowden les relató las innumerables violaciones de la privacidad perpetradas por el gobierno estadounidense, que se sirvió del Patriot Act para espiar llamadas telefónicas y cuentas bancarias de miles de estadounidenses y europeos, desoyendo desvergonzadamente la razón por la que se creó la ley (la garantía de control antiterrorista).

Mediante un lenguaje visual desapasionado y de pretendido desaliño, la cinta se articula a través de dichas conversaciones con Snowden, mientras paralelamente se muestran las presiones a las que tanto Poitras como Greenwald estuvieron expuestos durante la elaboración del documental. En definitiva, se pone de manifiesto la construcción de un sistema de vigilancia tecnológico prácticamente orwelliano. Hay también espacio para perfilar a Snowden como un tipo introspectivo, más distante que apasionado, pero comprometido moralmente hasta las últimas consecuencias. En una gala despolitizada y con un trasfondo más bien conservador, contrasta llamativamente que, salvo debacle con pocos precedentes, una crítica frontal a las políticas de seguridad estadounidense vaya a llevarse el gato al agua.

A FAVOR: Es comprometida y denuncia una serie de hechos que solo el ala más reaccionaria de la derecha estadounidense ve como legítimos (más allá de consideraciones hacia la persona de Snowden). Además, perpetúa la práctica del documental como arma crítica ante los poderes hegemónicos, algo que ya le granjeó el Óscar a otros documentales como Bowling for Columbine, Taxi al Lado Oscuro o Inside Job. Con Life Itself fuera de los nominados no tiene rival de enjundia, y es de largo el documental que más premios se ha llevado a la saca.
EN CONTRA: La figura de Snowden todavía es controvertida y el debate sobre si es un traidor o un héroe sigue abierto, pero la película lo presenta claramente como lo segundo, lo que puede repeler a los que están en su contra. En un intento por no dar voz y visibilidad a un episodio tan escandaloso para EE UU, puede que los académicos más conservadores opten por reconocer cintas más amables y menos incómodas.


Ganador: DGA, ACE, BAFTA, Los Angeles, Nueva York, NSFC, Gotham, Boston, Kansas, Dallas, San Francisco, St. Louis, Londres, Las Vegas, Utah, San Diego, Austin, Houston, Iowa, Detroit, Nevada.
Finalista: Critics' Choice, Independent Spirit, Satellite, Chicago, Crítica Online, Southeastern, Washington, Ohio, Florida, Toronto, Phoenix, Denver, Georgia, North Carolina.






FINDING VIVIAN MAIER


Durante un proceso rutinario de investigación en busca de materiales gráficos en 2007, un joven historiador llamado John Maloof encontró, en una modestísima subasta de barrio en Chicago, cajas y cajas de fotos antiguas de la ciudad. Mientras las examinaba, Maloof tropezó con una obra fotográfica dotada de una sensibilidad, variedad y calidad artística inusitadas. El documental recorre la investigación cuasi-detectivesca llevada a cabo por Maloof para dar con la identidad de la autora de dicha colección: Vivian Maier, una mujer enigmática, excéntrica, contradictoria, físicamente imponente, niñera de profesión, francesa de nacimiento y poseedora de una sensibilidad plástica y un afán casi periodístico por registrar su entorno en imágenes.

Como si de una novela ligera de Agatha Christie se tratase, la película va enlazando los misterios alrededor de la figura de Maier (construidos a través de las personas con las que interactuó en vida), con su progresiva inclusión en el canon histórico, así como el reconocimiento de su obra por partes de fotógrafos reputados. Combinando el misterio personal hacia Maier con el análisis de su obra, y a través de un tono entre melancólico y juguetón, la película ofrece una narración accesible, agradable de ver y muy liviana, en la línea de esas ‘pequeñas grandes’ historias de otros documentales recientes como Man on Wire o Searching for Sugar Man, que ya se hicieron con la estatuilla en años anteriores (aunque sin llegar a ese nivel de épica personal).

A FAVOR: Es una película sencilla y humana, de esas que se pasan en un suspiro y reivindican una sensibilidad muy particular, algo que entronca con el perfil de algunas de las ganadores en el último lustro.
EN CONTRA: Su papel en la temporada de premios ha sido casi testimonial. En contraposición con la gravedad y potencia de los temas que tratan las otras nominadas, su temática y su tono pueden parecer intrascendentes.


Ganadora: Ohio.
Finalista: DGA, WGA, BAFTA, ACE, Satellite, San Francisco, St. Louis, Detroit, Georgia.






LAST DAYS IN VIETNAM


Se habla frecuentemente de El Siglo Americano como ese tramo histórico de hegemonía global estadounidense que abarca desde el final de la I Guerra Mundial hasta la retirada total de Vietnam en 1975. La imagen que mejor representó la desaparición de esa época fue una fotografía tomada ese mismo año: un grupo de survietnamitas y americanos subiéndose apresuradamente a un helicóptero militar preparado para abandonar la embajada estadounidense en un Saigón histérico, sitiado por el ejército norvietnamita. Last Days in Vietnam escoge, no por casualidad, ese momento como su imagen promocional y su leitmotiv. La película relata los episodios clave, desde 1973 hasta 1975, que desembocaron en dicha imagen, símbolo de la derrota (jamás declarada oficialmente) del poder militar estadounidense y de la tragedia humanitaria que subyació a la intervención armada americana en el sudeste asiático.

A medio camino entre la crónica documental política y la estética televisiva, la película consigue alumbrar recovecos tratados de manera tangencial o secundaria en el cine sobre Vietnam, al articular su narración no solo desde el punto de vista americano, sino prestando atención también al prisma survietnamita. Así, el film subraya la comprometidísima situación de los soldados americanos (entre el deber moral y lo profesional), la precaria preparación y el desdén organizativo que constituyeron el proceso de desmilitarización (recordando a la ‘reconstrucción de Iraq’), la dimensión humana de dicho proceso (en donde poco o nada influyen las nacionalidades o las filias políticas), y el terror e incertidumbre del pueblo survietnamita. Una película que, si bien flojea en lo visual (estética y narrativamente ofrece alicientes más bien escasos), realiza algo harto difícil: mirar desde un ángulo fresco a un conflicto muy sobado en el cine y la literatura contemporáneos.

A FAVOR: Consigue insuflar vida y frescura a la representación cinematográfica del conflicto en Vietnam. Además, se posiciona hábilmente a nivel ideológico en un terreno intermedio, ni es patriótica ni es una crítica sangrante a lo Oliver Stone. Se centra en la dimensión humana del conflicto, equilibrando crítica y respeto a las tropas, una perspectiva que a buen seguro agrada a una significativa parte de los académicos.
EN CONTRA: Formal y estilísticamente es claramente la película más rudimentaria de las nominadas. No ha ganado ni un solo premio en todo el año y el tiempo en que a las películas sobre Vietnam les llovían los premios ya ha pasado.


Finalista: WGA, Critics' Choice, NBR, Chicago, Washington, San Diego, Iowa.






LA SAL DE LA TIERRA


Desde hace ya algún tiempo, parece que Wim Wenders ha conseguido dominar los resortes e instrumentos básicos de la narración documental. Así, ha cosechado considerable reconocimiento como documentalista y se le nota muy cómodo experimentando con los formatos de no ficción, donde se ha preocupado por retratar con enorme empatía y un lenguaje muy personal a otros artistas, ya sean músicos cubanos, blues men o coreógrafas. Aquí reincide por esa vía, acercándose a la figura humana y a la extensísima obra del fotógrafo brasileño Sebastião Salgado (cuyo hijo Juliano codirige el documental junto a Wenders).

Salgado se ha pasado 40 años de su vida recorriendo el mundo, registrando un sinfín de realidades humanas, fricciones geopolíticas y crisis humanitarias, siempre a través de una insobornable honestidad y de un innegociable blanco y negro. Mezclando la poderosa obra de Salgado, la exploración del ser humano detrás del artista, la relación paterno-filial entre codirector y protagonista y un vasto y exuberante arsenal de recursos visuales como pegamento narrativo, La Sal de la Tierra es, además de un tributo a la fotografía, un documento antropológico y filosófico sobre diferentes experiencias humanas a lo largo del planeta, donde se rescata lo mejor y lo más abyecto del hombre, relato épico e intimista a la vez. Y es, sin ningún género de dudas, el documental con mejor factura visual y estilística y de mayor hondura temática de los cinco nominados que conforman la categoría.

A FAVOR: Como artefacto y despliegue visual es objetivamente mejor y más satisfactorio que sus contrincantes, además de que es imposible no sentirse abrumado y conmovido por el abanico inmenso de acontecimientos relatados en la película, que se las arregla para combinar lo íntimo y lo universal. Wim Wenders aún tiene mucho nombre como autor.
EN CONTRA: Fuera de festivales, ha estado completamente ausente durante la temporada de premios. Su disquisición sobre el ser humano, serenidad y poso filosófico se le pueden atragantar a más de uno. Si no conectas con el estilo visual de la película o de la obra fotográfica de Salgado, se puede hacer muy pero que muy cuesta arriba.


Ganadora: Premio Especial ‘Un Certain Regard’ (Cannes), Premio de Público (San Sebastián).
Finalista: Independent Spirit, Premios Goya*.
*Como mejor película europea.






VIRUNGA


El Virunga National Park se enclava en el este del Congo, uno de los espacios con mayor biodiversidad del mundo y Patrimonio de la Humanidad. No obstante, la supervivencia del parque se ha visto seriamente comprometida debido a una simbiosis de inestabilidad política y tácticas de rapiña, tanto por parte de los poderes económicos (nacionales y extranjeros) como por cazadores furtivos que han ido laminando progresivamente los recursos de la zona. Poca elaboración narrativa o de caracterización ha tenido que imprimir el director Orlando von Einsiedel a la realidad que retrata en Virunga, ya que la propia historia casi venía de fábrica con los rasgos de un relato cinematográfico arquetípico. Con el trasfondo del saqueo sistemático y la desestabilización premeditada de África a manos de las potencias del primer mundo, la cinta se centra en la heroica resistencia de cuatro personas que, jugándose la vida, intentan preservar el parque ante la avaricia casi patológica de la petrolera británica SOCO, que ansía la explotación comercial de la zona.

Además de un convencido alegato animalista y ecologista, Virunga sostiene la tesis de la interconectividad de lo natural y lo humano. La destrucción de los ecosistemas naturales no es sólo inmoral, sino lesiva para el propio bienestar material ser humano. La tragedia de África, parece alegar el documental a través de sus imágenes, no es sino el hurto de su soberanía a través de su expolio material, que produce pobreza, deterioro del turismo y el trabajo local, y destrucción del ideal de la autosuficiencia. Una tragedia que el parque y sus animales simbolizan a la perfección.

A FAVOR: Es una historia bigger than life de cajón. Es complicado no pensar que el heroísmo de los protagonistas del documental no merecería algún tipo de reconocimiento. La concienciación sobre la destrucción del medio ambiente es una preocupación cada vez más creciente en la sociedad estadounidense.
EN CONTRA: Su recorrido en los precursores ha sido muy discreto, sin haber ganado un solo premio durante la temporada. Si se trata de alegatos políticos y sociales de gran calado internacional, ya hay una clara favorita que toca precisamente ese terreno, y sin necesidad de irse a otro país.


Finalista: PGA, DGA, BAFTA, Independent Spirit, BIFA, Satellite.




GANARÁ EL ÓSCAR: Citizenfour.
PODRÍA GANAR: A estas alturas nadie, pero de haber una alternativa sería Virunga.
SI HAY UNA SORPRESA, SERÁ: Last Days in Vietnam.

 

Fuente: CINeol | Visitada: 1993 veces