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10 películas que hundieron la carrera de sus directores

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Hay un dicho muy famoso en Hollywood que dicta que uno vale lo mismo que su última película. No importa que tengas una gran carrera a tus espaldas, si tu última obra ha sido un sonoro fracaso de taquilla, los estudios huirán de ti. Quizá no sea una afirmación 100% exacta, pero sí que se ajusta bastante a la realidad. No obstante, aunque todos los directores tienen sus comprensibles batacazos a lo largo de su vida, algunos fueron más sonoros que otros, y de hecho hay casos de cineastas cuyas carreras se hundieron parcialmente o del todo a raíz de un fracaso concreto. Les proponemos pues un listado de 10 directores a quienes les sucedió precisamente eso.



TOD BROWNING - LA PARADA DE LOS MONSTRUOS (1932)


Tod Browning fue durante los años 20 uno de los directores más exitosos de Estados Unidos, responsable de una serie de películas en las que daba rienda suelta a su obsesión por los personajes torturados e inadaptados. Cuando en 1931 realizó su mítica versión de Drácula, parecía que el paso al sonoro no le supondría ningún impedimento y que su carrera continuaría adelante sin problemas. Pero entonces a nuestro buen amigo se le antojó llevar adelante la cinta en la que llevaría al extremo sus inquietudes personales.

La Parada de los monstruos (1932), que inicialmente no debía ser más que otra película de terror, resultó ser uno de los mayores suicidios artísticos de la historia del cine. Browning empleó para la película a una serie de freaks de circo reales y les dio el protagonismo. Y eso, en una época en que el star system ya estaba en pleno auge y las pantallas eran terreno exclusivo de caras bonitas. Imaginen la expresión que se le quedó a los directivos del estudio al ver 'eso'.

Casi avergonzados por haber producido una obra que ellos consideraban literalmente una perversión, evitaron que se difundiera demasiado y quedó sepultada en el olvido durante décadas, convirtiéndose en toda una rareza de la que se oía hablar, pero que muy pocos habían visto. Mientras tanto, Browning perdió todo el prestigio que había ganado con Drácula y nunca más volvió a ser considerado un director de categoría. En su lugar pasó a ser ese pirado que se había atrevido a traer a la fábrica de los sueños a unos freaks feos y desagradables y filmarlos tal cual eran.




CHARLES LAUGHTON - LA NOCHE DEL CAZADOR (1950)


El ejemplo por antonomasia de película que acabó con una hipotética gran carrera como director. El actor Charles Laughton decidió en 1950 pasarse a la dirección y lo hizo con uno de los debuts más sorprendentes y únicos de la historia del cine clásico: La Noche del Cazador, un cuento expresionista cuyo estilo se apartaba por completo de los estándares de Hollywood.

En consecuencia, la crítica no entendió qué puñetas era eso y abucheó brutalmente el film, mientras que el público le dio la espalda. Laughton, que estaba planificando una segunda película como director, quedó tan decepcionado que decidió dejarlo estar.

El tiempo la ha elevado al estatus de obra maestra, pero por desgracia ese reconocimiento llegó muchos años después de la muerte de Laughton, de forma que éste nunca llegó a saber que su película consiguió, al final, el reconocimiento que merecía.




MICHAEL POWELL - El FOTÓGRAFO DEL PÁNICO (1960)


El caso de Michael Powell es uno de los más crueles e injustos que aparecen en esta lista. En los años 40, el director británico se había unido al guionista Emeric Pressburger y juntos hicieron una serie de películas maravillosas que tenían un enfoque claramente artístico pero que, al mismo tiempo, lograban conectar con el gran público. Cuando decidieron separarse y trabajar por separado, no volvieron a igualar el éxito comercial y artístico de antaño. De todos modos, lo que el pobre Powell no imaginaba es que El Fotógrafo del Pánico, un crudo film sobre un psicópata sexual, le saldría tan caro.

La película era decididamente demasiado avanzada para la época. Daba a entender claramente que los crímenes sexuales del protagonista eran una forma de canalizar sus traumas infantiles, además de lanzar ideas muy sugerentes sobre el poder de la cámara. La prensa consideró el film literalmente una depravación de mal gusto, hasta el punto de que las críticas eran en ocasiones casi insultos velados hacia el director. Powell pudo continuar haciendo películas, pero jamás se recuperó de este golpe y perdió el poco prestigio que le quedaba, hasta el punto de que se fue a Australia a hacer un par de films para huir de la mala fama que tenía en su país.

Décadas después, el film fue redescubierto como la obra maestra que es, siendo reivindicado por cineastas como Martin Scorsese, uno de los mayores admiradores de su trabajo. No obstante, en su autobiografía Powell todavía denotaba un profundo resentimiento sobre este tema, aun cuando en la época en que escribió sus memorias la película ya había sido elevada al estatus de film de culto.




JACQUES TATI - PLAYTIME (1967)


Aunque ya hemos mencionado este film en un par de artículos, Playtime sencillamente no puede faltar en esta lista por ser uno de los ejemplos más claros de películas que acabaron ellas solas con la carrera de un gran cineasta. El director cómico Jacques Tati era en los 60 uno de los cineastas más respetados del mundo y sus películas agradaban tanto al público como a la crítica. El problema es que eso le volvió más ambicioso y le llevó a embarcarse en un proyecto que resultó ser autodestructivo.

Para filmar Playtime, una crítica a la sociedad modernizada e impersonal, Tati decidió construir un gigantesco y carísimo decorado de una ciudad que sufrió todo tipo de desgracias que ya les mencionamos en un artículo dedicado al cineasta galo. El hecho de ser un director y productor independiente hacía que todo el riesgo financiero recayera sobre él y que no tuviera que rendir cuentas a nadie. Pero, mientras que otro cualquiera se habría rendido o habría decidido frenar el desmesurado gasto, un Tati demasiado comprometido con su integridad artística decidió invertir todo su dinero personal en el proyecto. Cuando se le acabó, pidió préstamos a familiares, bancos y a cualquiera a quien pudiera convencer.

Por desgracia, la película resultante era más difícil de disfrutar que las precedentes y se estrelló en taquilla, llevando a Tati a la bancarrota y hundiendo su carrera. Aun así, él siempre la consideró su mejor obra y hoy día es una de las más prestigiosas de su carrera. Algo hay que reconocerle: Tati era un artista dispuesto a llegar hasta el final por hacer la película perfecta, aunque eso supusiera arriesgar todo su dinero.




ELIA KAZAN - EL COMPROMISO (1969)


Durante más de una década, Elia Kazan fue uno de los cineastas más prestigiosos de Hollywood. Sus películas eran consideradas obras de gran calidad que además funcionaban en taquilla, y los mejores actores del momento querían trabajar con él. Eso le permitió a Kazan la libertad de embarcarse en un proyecto tan anti-Hollywood como América, América (1963) aun sabiendo que no sería un éxito comercial.

Tras esta película, estuvo varios años sin trabajar en el cine en los cuales aprovechó para escribir una novela semiautobiográfica, El Compromiso, que fue un inesperado best-seller. A raíz de eso pensó que sería una gran idea hacer él mismo la adaptación fílmica, y como prometía que sería un éxito seguro, se le facilitó un generoso presupuesto y un reparto de estrellas. Por desgracia, el resultado fue absolutamente fallido. Quizá la culpa fuera de la falta de perspectiva al adaptar su propia novela, pero el caso es que acabó siendo una obra extraña que no funciona en absoluto.

La película fue tal fracaso de público y de crítica que le costó a Kazan perder el prestigio de director de calidad que había mantenido durante dos décadas - América, América tampoco funcionó bien en taquilla, pero a cambio saltaba a la vista que era una película excelente y muy arriesgada por haberse filmado sin estrellas para ser íntegra con su historia. En la década siguiente sólo realizó un film más, pero de forma independiente y con muy poco presupuesto (Los Visitantes, 1972), y otra obra fallida pese a contar con uno de los mejores repartos de la historia (El Último Magnate, 1976), aunque la rodó en sustitución de otro director.




DAVID LEAN - LA HIJA DE RYAN (1970)


Los críticos hacía tiempo que se la tenían jurada a David Lean. Ese puñetero inglés había tenido la arrogancia de encadenar tres superproducciones que no sólo habían generado enormes beneficios pese a su elevado presupuesto, sino que eran tan buenas que difícilmente podría negarse su calidad: El Puente sobre el río Kwai (1957), Lawrence de Arabia (1962) y Doctor Zhivago (1965).

Su siguiente obra fue La Hija de Ryan (1970), que narraba una historia más intimista, pero aun así contaba con un gran presupuesto y tenía una factura visual espectacular aprovechando los paisajes de Irlanda y Sudáfrica. Pero cuando los críticos vieron la nueva película de Lean, la atacaron de una forma cruel y fulminante. De repente resultaba que sus únicas películas buenas eran las que había hecho en blanco y negro en Inglaterra y que La Hija de Ryan era una basura pretenciosa (a mí me parece una de sus mayores obras maestras, y con el tiempo por suerte ha ido recuperando su estatus).

El director quedó tan dolido que, pese a que el film funcionó en taquilla, decidió retirarse y no volver a dirigir más haciendo solo una excepción, 14 años después, con Pasaje a la India. Para que vean cómo no sólo el público es quien puede acabar con un director o quitarle las ganas de seguir en el oficio.




DENNIS HOPPER - LA ÚLTIMA PELÍCULA (1971)


Muchos de los casos que comentamos aquí no son más que la respuesta a la pregunta de qué pasa cuando dejas a un director egocéntrico rodando una película a sus anchas con un generoso presupuesto. Eso fue a grandes rasgos lo que le sucedió al actor y director Dennis Hopper.

En 1969, Hopper y su amigo el actor Peter Fonda habían dirigido Easy Rider (1969), una película de bajo presupuesto medio improvisada con un equipo pequeño mientras consumían todo tipo de sustancias ilegales entre toma y toma. Que algo así se convirtiera en uno de los mayores éxitos de esos años fue algo que pilló totalmente desprevenida a la industria, y más cuando la película incluía secuencias alucinógenas bastante experimentales. Así pues, pensaron que tenía toda la lógica del mundo dejar a Hopper, su prometedor director, que realizara su siguiente película en plena libertad, ya que parecía que conectaba con el público joven.

El problema es que Hopper, que nunca ha destacado por su estabilidad, se fue a Perú, donde nadie podía controlarlo, y se gastó un millón de dólares en una película tan ambiciosa como anticomercial llamada (valga la ironía) La Última Película. El film seguía expresamente un estilo totalmente confuso y vanguardista mientras disparaba todo tipo de ideas al espectador (unas más afortunadas y comprensibles que otras). En consecuencia, la película prácticamente no tuvo distribución y se convirtió en una especie de objeto de culto que muy pocos habían visto hasta hoy día. Por el camino se cargó, eso sí, su prometedora carrera como realizador, y no pudo volver a dirigir hasta 1980 con Caído del Cielo, y aun así fue para reemplazar al director original.




MICHAEL CIMINO - LA PUERTA DEL CIELO (1980)


Sin negar sus dotes como cineasta, si Michael Cimino ha ocupado un lugar en todos nuestros corazones cinéfilos es por ser el tipo que hundió él solito a todo un estudio de Hollywood, la United Artists, que es algo que se dice pronto.

El enorme éxito de la magistral El Cazador (1978) se le subió tantísimo a la cabeza que para su siguiente película quiso crear algo más épico, más legendario, más largo, más todo. La Puerta del Cielo es seguramente el mayor ejemplo de producción cinematográfica que se le fue por completo de las manos a un estudio. El prestigio de Cimino sumado a la fatal actitud permisiva del estudio con estos jóvenes y prometedores directores permitieron que nuestro ídolo llevara su obsesión por el detalle a límites que sobrepasaban la lógica. Muchos de los decorados se tiraron y volvieron a construir por cualquier excusa; además, su tendencia a repetir tomas de absolutamente cualquier plano le llevó a gastar 220 horas de negativo que luego había que montar (como ejemplo de que Cimino había perdido por completo el norte, se dice que esto fue en parte premeditado porque quería superar el récord de horas de metraje filmadas que había alcanzado Coppola con Apocalypse Now).

De los 11 millones de dólares planificados inicialmente se acabaron gastando 44, de los cuales sólo se recuperaron... ¡tres! El capricho suicida y egocéntrico del señor Cimino fue uno de los principales causantes de la caída en desgracia de la generación del Nuevo Hollywood. Esos años en que directores talentosos tenían carta blanca para hacer las películas que quisieran con el dinero del estudio pasaron a mejor vida. ¡Gracias, Michael!




KEVIN COSTNER - MENSAJERO DEL FUTURO (1997)


A principios de los 90, Kevin Costner consiguió uno de los mayores éxitos de taquilla y crítica del momento con Bailando con Lobos (1990), un western que nos ofrecía una visión poética del género... y muchas dosis de Kevin Costner. Y dado que pareció gustar tanto, Kevin Costner pensó que el mundo querría más Kevin Costner, y si había alguien dispuesto a satisfacer las ansias de Kevin Costner de los espectadores, ése era el propio Kevin Costner.

De esta forma nos regaló Mensajero del Futuro (aunque me gusta mucho más su épico título original: 'The Postman', es decir, 'El Cartero'), una confusa película futurista que contenía, sí, lo han adivinado, generosas raciones de Kevin Costner para dar y tomar. Por desgracia la película carecía de los otros valores que el público había apreciado en Bailando con Lobos, y se hundió en la taquilla pese a la abundante presencia de Kevin Costner, mientras la crítica le acusaba de desmesurada indulgencia. De esta forma, la carrera como director de Kevin Costner, que prometía nuevas producciones con altos porcentajes de Kevin Costner, llegó a su fin salvo una incursión más en el western con Open Range (2003), aunque, eso sí, compartiendo cartel con otras personas que no eran Kevin Costner, como Robert Duvall.




ROBERTO BENIGNI - PINOCCHIO (2002)


¿Recuerdan cuando La Vida es Bella (1997) fue una de las grandes sensaciones del año? ¿Se acuerdan de su director, co-guionista y protagonista perdiendo ligeramente los papeles la noche de los Oscar? Entonces quizá se pregunten por qué no se ha vuelto a saber casi nada de él en los años siguientes.

Lo que sucedió es que Roberto Benigni estuvo unos años dedicándose a fondo a su nueva película, una adaptación del cuento de Pinocho que de nuevo dirigía y protagonizaba. El problema es que este film, a diferencia del anterior, fue un sonoro fracaso de crítica y público en todo el mundo salvo en su Italia natal. De esta forma, Benigni pasó de ser uno de los cineastas europeos a tener más en cuenta a volver a ser una personalidad que era seguida más que nada en su Italia natal. Tanto es así que solo ha realizado un film desde entonces, El Tigre y la Nieve (2005), que pese a las obvias similitudes con La Vida es Bella pasó mucho más discretamente por las carteleras que su precedente.

 

Fuente: CINeol | Visitada: 63094 veces


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Comentarios (10)

18:07 - 17/10/2014

JuaninDJ

Mucho cuidado con Kevin Costner. Hace años juró que denunciaría a cualquiera que escribiese sobre Kevin Costner sin incluir Kevin Costner al menos dos veces por cada línea de texto. Kevin Costner.

18:23 - 17/10/2014

Damned Martian

JuaninDJ escribió:Mucho cuidado con Kevin Costner. Hace años juró que denunciaría a cualquiera que escribiese sobre Kevin Costner sin incluir Kevin Costner al menos dos veces por cada línea de texto. Kevin Costner.

Es el nuevo John Malkovich XD

18:29 - 17/10/2014

JuaninDJ

Damned Martian escribió:Es el nuevo John Malkovich XD


XD XD XD

00:57 - 18/10/2014

Tielo_Nemo

JuaninDJ escribió:Mucho cuidado con Kevin Costner. Hace años juró que denunciaría a cualquiera que escribiese sobre Kevin Costner sin incluir Kevin Costner al menos dos veces por cada línea de texto. Kevin Costner.


Creo que alguien le supera, por poco
https://www.youtube.com/watch?v=tTbfWYpBKRE

04:08 - 18/10/2014

vittton

¿No tuvo Kevin Costner una movida imporante con Kurt Russel en su día en torno a las películas Tombstone y Wyatt Earp? O el problema fue con los productores.

Como que es de mala hostia rápida, ¿no? [evil]

12:50 - 18/10/2014

p4dr1n0

¡Magnífico artículo! Pero me gustaría hacer constar que en algunos casos más que que la película hundiese la carrera del director, se la hundió él solito: acentuar el caso de Michael Cimino, cuyas excentricidades estaban mucho más allá del ámbito cinematográfico: el hombre se pasó años cambiando de sexo (ahora creo que se llama Elizabeth) y creando una especie de supuesta obra de arte de si mismo en ciertos ambientes...

12:56 - 18/10/2014

elChupao

vittton escribió:¿No tuvo Kevin Costner una movida imporante con Kurt Russel en su día en torno a las películas Tombstone y Wyatt Earp? O el problema fue con los productores.

Como que es de mala hostia rápida, ¿no? [evil]


Yo recuerdo el caso de Waterworld. Aparte de que la ley de Murphy se cebó con la producción siendo un desastre de presupuesto, parece ser que Costner tocó tanto los huevos a Kevin Reynolds, el director, que éste se largo sin terminar elrodaje y tuvo que terminarla el propio Costner.

20:58 - 18/10/2014

Miniviciao@

Kevin Costner por mucho que lo entierran siempre se levanta, de hecho lo veo en forma ultimamente, lo suyo es encomiable XD

21:34 - 20/10/2014

Quentin

De los 10 casos de este excelente artículo a mí hay dos que me dan bastante pena:

1- Tod Browning. Como le ocurre a otros artistas, el tiempo posterior les encumbra, y actualmente "La parada de los monstruos" es una obra de culto.

2- Pinocchio. Me parece increíble que el autor de esa película que maravilló a medio mundo ("La vida es bella") no fuese capaz de levantarse de un batacazo y crear otra obra digna.


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