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Un CINeoliano en Zinemaldia'06. En el 7º día, Brillaron los samurais - ACTUALIZADO

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El final del festival se acerca, se empiezan a hacer quinielas sobre las posibles ganadoras, los posibles premios, las más odiadas, pero todavía quedan películas que buscan conseguir la concha de oro. Ayer entraron a concurso dos más.

Las vidas de Celia de Antonio Chavarrias cuenta la historia de Celia (Najwa Nimri) que fracasa en su intento de suicidarse arrojándose a las vías del tren. Esa misma noche una chica es asesinada y violada en un lugar próximo. Un policía (Luis Tosar) con graves problemas personales será el encargado de llevar el caso. Una historia llena de culpas que remuerden la conciencia e imposibilita la vida de los personajes.
La película arranca muy bien pero este interés desaparece a los 20 minutos, cuando descubrimos que lo que parecía una propuesta original no es más que otra vuelta de tuerca a personajes desgraciados y a una investigación policial, con todos los tópicos del cine de investigaciones, pero sin la chispa y la intriga que este tipo de género suele tener. Si la película merece la pena ser vista por algo es por las interpretaciones de los magníficos Tosar y Daniel Giménez Cacho y de la hipnotizante Najwa Nimri. Por lo demás es la cinta es totalmente olvidable, con una dirección en la que predomina la cámara al hombro que no le va nada bien a la historia, y un guión muy flojo que no consigue que el espectador aguante más de 25 minutos interesado en la película, esto se demostró con algún que otro abandono de la sala y un tímido aplauso que se dejaba oír levemente entre el pataleo y los silbidos del público.



Ante tal precedente, en la segunda película a concurso de la mañana la gente esperaba lo peor de la Japonesa Hana. Nos encontramos ante un jidaigeki (película de samurais) clásico, Situado en 1702, época en la que los clanes de samurais ofrecían recompensas económicas a aquellos samurais que llevaran a cabo con éxito actos de venganza. Su protagonista es un joven samurai, Sozaemon Aoki, que llega a Edo (la actual Tokio) con el propósito de vengar a su difunto padre. Busca al enemigo de su padre por toda Edo pero, aparte del hecho de que es un inútil en el manejo de la espada, tiene pocas ganas de seguir adelante con su misión. Sozaemon empieza a apreciar la vida y a preguntarse por el sentido de la venganza.
La película es muy bella estéticamente, con una fotografía muy cuidada y unas localizaciones y decorados fantásticos.
Hirokazu Koreeda nos propone un cambio radical con respecto a las películas de samurais, dotando a la cinta de numerosas escenas cómicas que le otorgan mayor dinamismo y frescura. Todos los actores están fantásticos y otorgan a sus personajes esa moralidad y esos valores que aunque lejanos en el tiempo siguen vigente hoy en día. La dirección de Koreeda roza la perfección con unos planos magníficos y algunos paisajes bellísimos que dejan al espectador con la boca abierta. Pero no todo iba a ser perfecto y es que como ya pasara en Singapur Dreaming, al film le sobra el segundo final, que a pesar de dura relativamente poco (menos de 10 minutos) no aportan nada más a la historia y lo único que hacen es descolocar un poco más al espectador. Así y todo la película fue recibida con una gran ovación y se ha colocado en los primeros puestos como firme candidata a la concha de Oro, a la espera de la proyección de Niwe mung (Halfmoon) del magnífico director iraní Bahman Ghobadi que ya ganó aquí en San Sebastián con la excelente Las tortugas también vuelan.



Mañana por la mañana podreís ver actualizada esta noticia con el comentario de Pequeña miss Shunsine y además podréis leer la crónica del día de hoy, con World Trade Center y Paris je t’aime como principales reclamos.

ACTUALIZACIÓN:
A veces aparece en el panorama cinematográfico una película que enamora a casi todo el mundo, historias entrañables, bonitas, sentimentales sin ser sensibleras y que consiguen que se pongan de acuerdo esos dos frentes que son críticos y públicos. Pequeña miss sunshine es una de esas películas. Nos cuenta la historia de los Hoover una familia conflictiva: el abuelo esnifa cocaína y suelta palabrotas, el padre da cursos sobre el éxito con estrepitoso fracaso, la madre no da abasto, el tío se recupera de un suicidio frustrado al ser abandonado por su novio, el hijo adolescente lee a Nietzsche y se niega a hablar, y la hija pequeña, Olive, gafotas y ligeramente gordinflona, quiere ser una belleza. Cuando un golpe de suerte lleva a Olive a ser invitada a participar en el muy competitivo concurso de 'Pequeña Miss Sunshine' en California, toda la familia Hoover se reúne para ir con ella. Se apilan en su oxidada furgoneta Volkswagen y se dirigen hacia el Oeste en un tragicómico periplo de tres días lleno de locas sorpresas.
La película es una demostración perfecta de lo que es un gran guión, con personajes perfectamente definidos, momentos tremendamente cómicos y otros más dramáticos se conjugan a la perfección para ofrecernos 100 minutos de pura diversión y buen cine. Los directores debutantes en el largo demuestran que la experiencia adquirida en el mundo del videoclip y la publicidad ha dado sus frutos.
La cinta engancha al espectador poco a poco y no deja que este se aburra en ningún momento, le obliga a querer ser parte de esa familia, que a pesar de sus diferencias y de su aparente distanciamiento siguen queriéndose los unos a los otros y se ayudan para seguir adelante a pesar de las trabas del camino. Una maravilla ovacionada en Sundance que ha repetido éxito aquí en San Sebastián con una gran ovación y colocándose la primera en las votación del premio TCM del público.

Un Saludo.
Carlos Fernández

 

Fuente: CINeol | Visitada: 3648 veces


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Comentarios (1)

11:31 - 30/09/2006

juanan_gollum

Muy bonita Hana, creo que la mejor del dia, junto a little miss sunshine que las recomiendo a todo el mundo.


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