El verdarero Oeste

La palabra Western significa literalmente occidental, que es la dirección que siguieron los colonos de la costa Atlántica en busca de nuevas tierras. Es por eso que las peliculas del Oeste, o de indios y vaqueros, se las conoce con el nombre de Western.

La película de John Ford, Henry Hathaway y George Marshall, La Conquista del Oeste (1962), sintetiza todos los tópicos que hasta esa fecha habían nutrido el genero del western; la lucha por la ley y el orden encabezada por el sheriff, las guerras indias, la Guerra Civil, las caravanas de colonos, los conflictos entre agricultores y ganaderos, la búsqueda de oro, o la construcción del ferrocarril.

La conquista del Oeste fue en realidad la expansión imperialista de los estados de la Union. Convencidos por la campaña propagandistica del gobierno, el Oeste se convirtió en la tierra de las grandes oportunidades. Hasta ella llegaron gentes de todo el mundo en busca de las bondades de la nueva patria. Todos ellos, junto a los colonos estadounidenses, compitieron por el control de esta nueva tierra.

Pero no toda esta tierra estaba libre, algunos de los primeros pioneros que se aventuraron en estas tierras se quedaron con las mejores parcelas, y las más grandes, compitiendo entre ellos. Cuando llegaban nuevos colonos, los viejos hacian frente común contra ellos.

Con este fin, desde el primer tercio del siglo XIX, latifundistas y ganaderos formaron sus propias fuerzas de seguridad. En Iowa, en 1837, los colonos de Bellevue, a orillas del Mississippi, crearon grupos de vigilantes (regulators) para perseguir a los cuatreros y ahorcarlos sin más.

El origen del sheriff se encuentra en la Inglaterra del siglo XI, justo antes de la invasión normanda. Su función era recaudar impuestos para la corona, impartir justicia y mantener el orden público de su condado en nombre del rey. Cuando Inglaterra inició la colonización de Norteamérica, estableció una estructura territorial y administrativa similar a la de la metrópolis. Las trece colonias de la costa Este se estructuraron en condados, y en cada uno de ellos se encontraba el correspondiente sheriff.

Con la independencia de las colonias, el cargo de sheriff adquirió unas nuevas características, ya no se encontraba al servicio del rey, tampoco respondía directamente al presidente del nuevo país. Se convirtió en un cargo electivo, y para conseguirlo, había que presentarse y ser elegido por la población masculina, blanca, propietaria y anglosajona del condado.

De esta forma, resulta lógico que el sheriff y el mayor propietario del condado fuesen la misma persona, o bien el cargo fuese ocupado por algún familiar cercano. Tampoco sorprende que el sheriff fuese bastante permisivo con las acciones de estas familias importantes.

Si para aquellos conquistadores del Oeste, el linchamiento era una forma aceptable de justicia, las películas del siglo XX nos lo presentaron como un acto abominable. Algunas películas cuestionaron seriamente la épica de colonos y ganaderos, como Horizontes de grandeza (William Wyler, 1958). Donde el héroe esta representado por el hombre culto que viene del Este.

Un factor que favoreció la instauración del orden del Este en el Oeste fue la construcción del ferrocarril, en cuya construcción habían trabajado en calidad de semiesclavos los inmigrantes, especialmente chinos. Esta construcción estaba impulsada con el fin de crear un gran mercado homogéneo y estructurado.
Con el ferrocarril se puso fin a los míticos itinerarios lúdico-comerciales, como los de los vapores del Mississippi, donde se habían concentrado los hombres más ricos del Sur y los tahúres más reconocidos. También acabó con ciudades que se habían convertido en centros comerciales de ganado, éste fue el caso de Dodge City.

Pero el ferrocarril también supuso el fin de los vaqueros. Con el caballo de hierro, estos ya no eran necesarios para transladar los grandes rebaños de ganado por las llanuras. La mecanización del transporte dejó de lado al caballo, junto a las pistolas y rifles. Esto favoreció la aparición de las últimas bandas de forajidos, compuestas por ex cow-boys y cuyo fin se encargaría a pistoleros por parte de las compañías de ferrocarril.

Entre 1900 y 1920 se produjo un rápido desarrollo de la cultura y la sociedad en el Oeste, los antiguos valores quedaron obsoletos, aquellos que no pudieron adaptarse debieron ser suprimidos. Las autoridades pusieron en marcha una campaña de erradicación de pistoleros y bandoleros. Con este motivo se transformaron a antiguos delincuentesen artistas que reproducían sus hazañas en circos, teatros y cines, o bien en servidores de la ley, en cuyo caso, su cometido era acabar con los que no querían socializarse. Así tuvo lugar el fin de los hermanos Frank y Jesse James, de Billy the Kidd, o de Butch Cassidy y Sundance Kid.

Los Indios

El Calumet es la pipa sagrada que los indios, especialmente de los Grandes Lagos y el valle del Mississippi, utilizaban en las ceremonias de la paz y de la guerra. Esto era así porque atribuían al tabaco propiedades medicinales y místicas, y creían que podía reducir el espíritu bélico de los rivales.

El término pipa de la paz lo acuñaron los blancos al comprobar que el calumet siempre les era ofrecido en asambleas o ceremonias de paz.

Las películas de la primera mitad del siglo XX mostraban al colectivo indio como un conjunto heterogéneo de salvajes alejado de la moralidad cristiana y enemigo del progreso. Como muestra de este salvajismo los indios cortaban las cabelleras de sus víctimas ya fuesen hombres, mujeres o niños. Lo que nunca se dijo es que esta practica la introdujeron las potencias europeas a su llegada a Norteamérica. Ingleses y franceses, en su lucha particular por el control del territorio, querían certificar que sus respectivos aliados cumplían con la misión de matar enemigos, por lo tanto las cabelleras eran la prueba para recibir la recompensa. Entre las películas ilustrativas de esta tendencia se encuentran La Diligencia(1939) y Murieron con las botas puestas(1941).

En la segunda mitad del siglo XX pasó a darse una imagen más matizada de los indios. Empezaron a distinguirse entre diferentes tribus, para así identificar que tribus eran políticamente correctas y cuales no. Las primeras eran aquellas que habían aceptado el orden impuesto por el hombre blanco, incluidas las reservas indias. Mientras que las segundas eran aquellas no aceptaron esta dominación. Con todo hubo algunas películas que se calificaron como pro indígenas, como Flecha rota(1950), Apache(1954), Yuma(1957), Dos cabalgan Juntos(1961), El gran combate(1964) y Una trompeta lejana (1964).

Pero no sería hasta el último tercio del siglo XX, cuando aparecería un verdadero cine pro indígena con películas como Pequeño gran hombre(1970) o Bailando con lobos(1990).