El DIRECTORS GUILD OF AMERICA (DGA) es el sindicato cinematográfico más importante de Estados Unidos, con una trayectoria de 70 años y unos miembros que han ayudado a definir el Séptimo Arte no solo en dicho país, sino en todo el mundo, ya que muchos realizadores extranjeros también están afiliados a él. Considerado tradicionalmente como el predictor por excelencia del Óscar, quien gana aquí suele repetir en los premios de la Academia y su película se convierte automáticamente en la favorita a batir, si no lo era ya.

Tiremos de estadísticas. De los anteriores 69 años en los que se ha entregado este galardón, en 61 ocasiones ha coincidido con el Óscar a mejor director y en 53 con el de mejor película. Solo ha habido tres ocasiones en donde no ha coincidido con ninguno de ellos: en 2000 (Ang Lee ganó aquí por Tigre y Dragón, pero en los Óscar triunfaron Gladiator y Steven Soderbergh), en 1995 (Ron Howard se llevó el DGA por Apolo 13, mientras la Academia premiaba a Braveheart y Mel Gibson) y en 1985 (Steven Spielberg ganó por El Color Púrpura, pero Sydney Pollack y sus Memorias de África le arrebataron las estatuillas). También hay que decir que en los últimos tres años siempre ha coincidido con la estatuilla a mejor director, pero solo una con la de mejor película (Birdman).


Este año en el que hay tantas variables abiertas había un claro favorito, pero muchas posibilidades potenciales de que los sindicatos diesen un giro a la carrera para reconocer a alguna minoría poco representada en la profesión, o a algún director al que ya le van debiendo algún premio. Sin embargo, no ha habido sorpresas y el DGA ha sido para Guillermo del Toro por La Forma del Agua, que ya venía con el Óscar a mejor director casi asgurado y que con este galardón ya puede ir encargando la vitrina para situar la estatuilla. Respecto a las opciones de la película de ganar en los premios de la Academia, sin duda se afianzan, pero no cantemos victoria: hasta en cuatro ocasiones (es decir, una de cada cinco) han coincidido PGA y DGA y la película se ha marchado a casa sin Óscar (Apolo 13, Salvar al Soldado Ryan, Brokeback Mountain y el año pasado con La La Land).

Respecto a los otros reconocimientos otorgados por el sindicato, Jordan Peele es el mejor debutante por Déjame Salir, mientras que en televisión triunfan las mujeres (Reed Morano por El Cuento de la Criada y Beth McCarthy-Miller por Veep) y Jean-Marc Vallée por Big Little Lies.