Fui a verla antes motivado por el hecho en sí de acudir a una sala de cine que no por la película. Aunque, por otro lado, también es cierto que a mí
Glass me gustó bastante más de lo esperado, me dejó una sensación más que grata, y por lo tanto
Tiempo contaba con un mínima esperanza, aunque tampoco mucha. Lo cierto es que también ha sido una sorpresa bastante agradable. No realiza un gran despliegue de medios, aunque sí que aprovecha con talento lo que sí tiene y da la sensación que no necesitaba nada más para sacar buen partido de una premisa.
Hay que dejar de banda no pocas incoherencias
- El hecho que una farmacéutica vaya encadenando más de 70 experimentos, vete a saber cuantos desaparecidos y que eso no despierte algún tipo de sospecha en autoridad alguna. La explicación de ellos mismos te transportan y te acogen y no dejas rastro se queda un poco corta.
- O Cuando llegan a la playa, los personajes se topan con el rapero, que en teoría lleva ahí desde la salida del sol, en la escena de abertura, y sin embargo, en apariencia, no ha envejecido nada.
Y tampoco esperar mucho de los diálogos, Shyalaman nunca ha sido un dialoguista brillante, aún y así, en esta ocasión que todas las piezas funcionan lo bastante bien como para generar un relato que desprende misterio y avanza a un ritmo óptimo. Por lo menos yo no sentí que hubiesen grandes baches narrativos.
Si lo pienso bien, dónde creo que Shyalaman me conquistó fue con su estilo visual. Se aprecia un manejo virtuoso del diseño de sonido, el manejo de la cámara, jugando con la posición de la cámara, los movimientos, la disposición de los actores dentro del cuadro o el fuera cuadro resultan fastuosos. Para mí es el punto fuerte de la cinta. Y no es absoluto un manierismo gratuito, por ejemplo, en ciertos momentos, también saca partido narrativo de los desenfocados en una escena particularmente terrible y en cierta escena la posición de la cámara no permite ver claramente a los actores para jugar con la expectativa y alimentar la sorpresa posterior.
Por lo tanto, no sólo ha sido reencuentro con la sala de cine (no iba desde
Tenet), si no que ha sido un gran reencuentro. Si lo piensas bien podría haberle sacado más jugo a la premisa inicial, rodar una historia mucho más filosófica, pero de todas formas la película va más allá de la etiqueta 'thriller sorprendente'. Shyalaman nunca ha sido un director que me sedujera, aunque con sus dos últimos lanzamientos se ha ganado ya mi respeto.