Ficha
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Moderador: Damned Martian
El Pinguino escribió:Esta película es como un anuncio de coche: brillante por fuera, pero completamente vacía más allá de cuatro ideas sobre las que se redunda todo el rato y que encima no son originales. Y es que el pavo este parece querer hacer la película total o algo así, reuniendo en una misma cinta la teoría de las supercuerdas y las realidades alternativas, filosofía existencialista, ciencia-ficción espacial, crítica social e historia de amor más allá del tiempo, entre otras cosas, todo metido en una batidora de la que es difícil que salga algo consistente. Y aún así el resultado es mejor de lo que cabría esperar, pues la historia se sigue con moderado interés, e incluso cautiva con una o dos imágenes bellas... antes de que las costuras se hagan demasiado visibles y la construcción se caiga por completo. Y es que cuando se centra en la(s) infancia(s) del protagonista la propuesta todavía es resultona, aún cuando parece una copia de Los amantes del círculo polar carente de su poesía y pasada por un filtro pop que por momentos llega a resultar grotesco (joder, hubo un momento en que apostaba conmigo mismo cuál iba a ser la próxima canción popular que sonara). Luego la pretenciosidad del realizador comienza a inundar la película, llenándola de filigranas visuales, ralentizados y demás truquitos visuales sacados tanto de Amelie como de Olvídate de mí, pero utilizados con menos talento y equilibrio que en aquellas pelis. Y es que el director belga no deja de contar la enésima historia de amor basada en casualidades y desencuentros, como ya hiciera Julio Medem en su momento, pero saturándola de líneas narrativas con el supuesto objetivo de hablar de algo tan transcendental (lo más transcendental que hay, en mi opinión) como es el universo, el tiempo y el mismo concepto de la realidad: el resultado, obviamente, se queda en la superficie de todas esas ideas, resultando una tragicomedia romántica no demasiado original ni en forma ni en fondo con algunos apuntes científicos que vienen bien para la cultura general del espectador, pero que no se adecuan al discurso de la película más allá de la epidermis.
Había leído que se parecía bastante a La fuente de la vida, pero el filme de Aronofsky, aún con sus defectos y sus excesos, tiene bastante más personalidad e imaginación visual que esta pretenciosa y al final bastante cansina amalgama de referentes mal disimulados. Le doy un 5,5 porque entretiene (más o menos), pero no hay mucho más que rascar.
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