por Sentenzia » 13 Mar 2009 03:18
Sin haber visto siquiera la adaptación original de Visconti sobre Noches Blancas, de Dostoievski, dudo mucho que esté por encima de este remake de James Gray. No llama la atención ni por su convencional sinopsis ni por su horrendo cartel, pero por eso mismo está llamada a ser una de las grandes tapadas de este año. Ya quisiera Woody Allen haber retratado tan bien el drama tragicorromántico (¿?) en su Match point como lo ha clavado Gray en esta ocasión. Con un film cuyas primeras escenas poseen un aire muy cassavetiano, repleto de planos cortos y personajes grises, perdidos en monótonas y cotidianas cenas y reuniones sociales pero buscando su sitio propio dentro de la misma película, que podría haber sido conducida hacia ninguna parte, quedando en agua de borrajas, pero es levantada desde las sombras gracias a su personaje principal. Y es que cuando pones a un Joaquin Phoenix que parece haber nacido para representar a ese taciturno, frágil, inestable y venido a menos pues ocurre lo inevitable, que envuelve toda la película con una amargura tan cruda como natural, que en cada aparición suya parezca que se masque tanto la tragedia como el happy ending a partes iguales dando la sensación de que la desolación más absoluta y la felicidad de estar enamorado van de la mano a cada momento. Una contradicción que en cualquier otra película chirriaría y le sacaría al espectador de ella, pero que aquí sirve como imán para atraerlo hacia esa oscuridad amorosa permanente y ambigua, conformando una rareza de película, con apariencia de jueguecito amoroso a dos bandas y regusto final totalmente dramático. El resto del reparto complementa muy bien a Phoenix, desde una correcta Paltrow hasta un fugaz pero imponente, como siempre, Elias Koteas. Ojalá esto no se trate de un golpe aislado de inspiración en la carrera de James Gray y en un futuro nos regale más obras como esta.