por Sentenzia » 28 Feb 2009 01:11
Lo que más me ha fascinado de este documental no ha sido el mismo en sí, si no el documento que contiene, un auténtico destripe y desmitificación de la familia Panero, que deja a un lado la vocación poeta de sus miembros y se centra en sus miserias, excesos, fracasos, extravagancias y, en definitiva, todo lo que ha llevado a ese “desencanto”, cuyo desarrollo lleva un tono sosegado, nostálgico e inexplicablemente contenido, hasta que llega Leopoldo María, con suma honestidad, sin morderse la lengua, y revienta toda la estructura temporal y anecdótica que se había forjado antes en el espectador en base a las confesiones de Felicidad Blanc, Juan Luis y el bueno de Michi. Incendia y hace saltar los débiles resortes de sus relaciones familiares, inunda sus comentarios con sentencias del tipo “en la infancia vivimos y en el resto de vida sobrevivimos”, “a raíz de la feliz muerte de nuestro padre empezó en nosotros a surgir el humor” reprochándole a su madre “fuiste una cobarde al meterme en el sanatorio por acusarme de consumir grifa, mucho más sana que un celtas” “tú fuiste la causa de mis desastre” y a la vez confesando “a mí lo que me gustaría es acostarme con mi madre” “el colegio es una institución penal en la que nos enseñan a olvidar la infancia” “yo me destruyo para saber que soy yo, y no todos ellos” “La sociedad, más que por intercambios mercantiles, se rige por intercambio de humillaciones”…Leopoldo saca a relucir toda su mala ostia esquizofrénica, adornada con destellos lúcidos, y protagoniza todos esos momentos en los que se denota que la familia se fue a pique hace ya muchos años, y a pesar de todo, aparece una latente degradación que no aparenta ser única y exclusiva de esta familia y que hubiera servido de modelo para muchas familias burguesas de los últimos coletazos del franquismo, con sus mismas heridas no cicatrizadas, los mismos amores, odios profesados, personajes egocéntricos y ruinas económicas.
Una auténtica reliquia de culto para todo aquel al que le interese el clan de los Panero y el mejor documento de corazón y cotilleo de la historia de este país.