Soy Cuba

[Staff CINeol]

Ficha


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[Villano]

Por un lado, esta película tiene algunos de los planos secuencia más impresionantes jamás filmados en la historia del cine, que aún tienen más valor si se tiene en cuenta que eran los 60 y que las posibilidades técnicas eran menores. Eran otros tiempos, dónde el ingenio podía solucionar casi todo. Entre esos mastodónticos planos secuencia, es imposible no alucinar con ese en el que la cámara recorre la terraza, baja desde arriba del todo hasta el suelo, da una vuelta en medio de la fiesta y finalmente se sumerge en la piscina para que se vea el fondo, lleno de buceadores; o ese otro, el del funeral, que la cámara sube desde el suelo hasta el último piso de un edifico bien alto, recorre una hilera de mesas atravesando la habitación, sale por la ventana y baja de nuevo en la calle, dónde está la muchedumbre en torno a la procesión. Son auténticas exhibiciones de poder, unas virguerías como pocas veces se podrán ver en una película. Los tirones que va pegando la cámara al avanzar me hacen pensar que quizá se mueve por algún tipo de cable, si no, no me explico como pueden hacer que la cámara se mueva por todas partes con semejante soltura. O eso o el cámara tenía alas.

No obstante, siendo realistas, los hechos dramáticos están forzados de manera tan teatral y son tan descaradamente panfletarios que, por lo menos a mí, no me es posible créermelo e implicarme con esas historias, que aunque sean verídicas, son demasiado obvias y dramatizadas para remover conciencias blandas: la chica prometida que se ha de prostituir, el campesino oprimido por el terrateniente, los estudiantes revolucionarios... historias con las que puedo comulgar plenamente, pero no en una película que lo esboce con trazo tan grueso. Da la impresión que nos la están metiendo con vaselina.

Así que, en definitiva, visualmente nos queda una película estupenda, repleta de imágenes de impresión, pero con una moralina muy rancia. Interesante y basta. 6/10

[In the Flesh]

Reconociendo la citada teatralidad, la obvia postura ideológica, creo que el artista en este caso es capaz de trascender el discurso y llevarlo, incluso, a un marco honesto. Aquella revolución fue una revolucíon popular real, y esos problemas son creibles; dentro de un conflicto casi banal, se alcanzan climax de extraordinaria belleza dramatica (como Maria bailando en el salón rodeada de gringos, sintiendose libre dentro de la jaula); o la hija del campesino cantando en la plaza. Los problemas de unas gentes necesitadas, oprimidas, parecen superficiales pero la película demuestra cuán profundo es el trauma al que pueden verse sometidos.


Quizas el último acto es el más plano en este sentido; en dichos 30 minutos me enfrié tras hasta lo que entonces me estaba pareciendo soberbio en todos los aspectos. El final es digno de pancarta y te deja con esa sensacion de que, efectivamente, es propaganda. ¿Pero acaso no es propaganda la mitad de la producción de Hollywood, siendo generosos? No me parece que el daño sea tan profundo.


Por lo demas, la fotografia, esos planos secuencia colosales (mira que ha corrido el comienzo de Sed de Mal, pero estos poco tienen que envidiarle, teniendo en cuenta que se realizan varios concatenados de un merito y belleza sobrecogedoras), y esa sensibilidad tan cálida en la voz en off y en las transiciones de planos, hace para mi de esta una de las mejores películas que he visto.


Mucho bueno hicieron Scorsese y Ford Coppola apadrinandola y trayendola de nuevo en los 90. Una pelicula imperecedera que todo cinefilo deberia ver.