Los Juncos Salvajes

[Charles_Bronson]

Ficha


Coméntala aquí.

[casiotone]

Que película mas bonita!!! Siempre recordaré el viaje en motocicleta, el guateque, el bañarse en el río, todo está rodado con una sensibilidad aplastante.

Muchas gracias Charles por haberme recordado una película tán grande

[Charles_Bronson]

De nada casiotone, un placer , si si esas escenas que dices son buenisimas, me encanta la peli, un saludo.

[Villano]

Habitualmente, cuando en el cine alguien decide rememorar la juventud, la tendencia predominante es o bien recrearse en los iconos de la época (como sucede en American Graffiti), o idealizar a las personas y las ideas, deformándolo todo para que sea una jornada automplaciente y presentable. Sorprende entonces encontrarse con una película como Los Juncos Salvajes, que es amarga pero serena, íntima y honesta, equilibirada y muy madura, bella pero no preciosista y en la que el director coge la pala y comienza a sacar tierra para desenterrar recuerdos arriesgándose a que lo que está cavando, en caso que le salga mal, sea su propia tumba. Pero Techiné es todo un maestro y por eso puede tomar esa clase de riesgos sin miedo a tropezar. Por eso vemos un retrato coral de cuatro jóvenes que ya han abandonado la adolescencia y que han de abordar la madurez sintiéndose aterrorizados. Películas del "coming of age" hay tropecientas, y la mayoría simplifica para no arriesgar, en Los Juncos Salvajes, en cambio, se les aporta unas dudas profundas y auténticas porque esta película se basa en personajes políedricos: la feminista, asexuada, que de tan insegura que está detesta su juventud y que está con un chico que sabe que no le exigirá ejercer la carne porque es inocuo y eso no se debe a que sea inocente si no porque descubre que es homosexual y vive un amor imposible en manos de un otro chico, el más simple de todos, sin el cual este conjunto quedaría cojo, demasiado literario, que es hijo de emigrantes italianos y que ha crecido en un entorno que solo le ha enseñado a desear lo básico: las mujeres y que si experimenta con la homosexualidad es por mera curiosidad. Y luego por supuesto está quien parece representar el icono del joven rebelde pero que sólo está así porque para él confiar significa que a la larga será decepcionado y por eso adopta esa pose de prepotente pero solo busca un apoyo al que sujetarse y hallar respuestas. Techiné trata a los jóvenes con respeto, los dissecciona minuciosamente, a lo Bergman (del cual por cierto también parece tomar ese gusto por los primeros planos repletos de expresividad) y nos los muestra inseguros pero maduros, sacando de todo eso una serie de reflexiones muy interesantes pero también una historia hermosa.

Techiné consigue hacer la película de tal manera que no parezca que él esta ahí, se mantiene al margen y en todo momento intenta dar voz a todos los personajes, que son lo que más le importan más que el marco histórico (los 60 en este caso) o el marco geógrafico (la Francia rural, de provincias), aunque las utiliza de manera sabia y ocasional para contextualizar a esas caras. La película, que nunca pierde de vista nunca el entorno rural, también tiene un tratamiento visual espléndido. Resulta muy vistosa plásticamente, evoca mucha luminosidad y tiene el verde los bosques y los prados muy presente en toda la película como telón de fondo, no obstante como la técnica de Techiné no intenta hacerse notar a toda costa y robarle más protagonismo a la historia que el necesario para ofrecer riqueza y variedad, aunque hecho de tal manera que nunca es gratuito.

Algunas escenas son sencillamente maravillosas y son las que ya ha señalado casiotone: el paseo en moto, que es una escena sutil pero enormemente triste o la escena del baile, para mí la más poderosa de toda la película, en la que François confiesa su homosexualidad a Maite y se hace un uso magistral de la música.

Así da gusto ver cine. Rica en cuanto a fondo y forma, sencilla, honesta y brillante, que consigue encandilar sugiriendo más que exhibiendo. Otra pequeña joya.