Valiente tontería. La mayoría del rato parece que intenta impresionarte mostrando cosas sórdidas (que si le petan el hojaldre a uno por aquí, otro haciendo limpiezas de sable por allá), pero a la hora de la verdad peca de lo mismo que cualquier película políciaca americana de los 70 y es que es muy tosca a la hora de profundizar en el protagonista (el peor Pacino de la historia, al que se le nota incomodísimo) o de los diferentes personajes que van apareciendo (la novia, los sospechosos, ni uno tiene chicha), todo simplificado a la máxima expresión, con lo cual esa oscuridad con la que quieren envolver la película en realdiad está rodeando a la nada, no tiene emoción alguna, está hueca. Si encima de eso narrativamente también es convencional como la que más, que te muestran los asesinatos y la investigación policial de la forma más llana posible, sin que realmente se profundice en nada (todo se reduce a un ir y venir al tuntún), la película, aparte de insulsa, ni siquiera es míniamente interesante o intrigante. Lo único que puede llamar un poco la atención es eso, los golpes efectistas para escandalizar a mojigatos y meapilas varios.
A Friendkin habrá que meterlo en el saco de Siegel, ambos son directores que intentan desplegar algo de técnica, pero como sus recursos son tan limitados, ahora las ves y chirrian horrores, sus intentos de crear atmósfera son patéticos, se le ha pasado el arroz atrozmente y sólo cuelan si eres un super nostálgico del mega copón o si es la primera películ que ves en la vida.
Eso sí, algunos temas de la banda sonora molan mucho