ThrashJazzAssassin escribió:En cuanto all tema de Deleure no tengo palabras; es de las melodías más elegantes, sutiles y evocadoras jamás compuestas para el cine, veo imposible que jamás se me olvide. También la fotografía me impresionó muchísimo, con los fenomenales planos interiores que reflejan las tensiones de la pareja, o las asfixiantes toams exteriores.
No puedo estar más de acuerdo. De hecho, para mí la banda sonora es media película, hay momentos que da la impresión que acaricie las imágenes. Me encanta.
A mí me sorprendió esta película porque es la primera película en la que he visto que Godard se adapta a la forma del relato y no al revés, como suele suceder en la mayoría de sus películas que yo haya visto. No es que me parezca mala la narración godardiana, lo que en realidad creo es que cuando Godard se esfuerza por ser más concreto consigue películas brutales como ésta a todos los niveles y que no hace falta ningún sobreesfuerzo intelectual para poder apreciar su valía. Cualquiera puede apreciar esa decadencia progresiva que surge entre Camille y Paul, con esa larga escena en el apartamento de la pareja, dónde las cosas van de mal en peor en cada frase que se dicen.
Me gusta ese juego que se hace en la película, pues la fuerza de la primera parte de la película recae en lo argumental y, teniendo un buen trabajo visual, este resulta más sútil, mientras que esto se invierte en el último cuarto, cuando llegan a Capri, pues los hechos parecen avanzar con más detenimiento pero se nos deleita con las hermosas tomas del rodaje, el paisaje y planos tan evocativos como ese en el que Paul está en la terraza mientras abajo, en la ventana, vemos a Camille "acompañada".
Una gran película con un aura hechizante a su alrededor (joder, que cursi), de esas que te dicen que la película es de las buenas. Para mí tiene tanta validez por su mirada incisiva a la decadencia de la pareja como por su lado metafílmico, dónde se nos muestra como una película se escapa del control de su autor, construyendo de paso una hermosa metáfora entorno a la vida personal de Javal.