Año: 2002
Género: Terror / Romántica / Musical
País: Canadá
Formato: B/N
Duración: 73 minutos
Título Original: Dracula: Pages from a Virgin's Diary
Dirección: Guy Maddin
Producción: Vonnie Von Helmot / Lesley Oswald / Danishka Esterhazy
Guión: Bram Stoker (novela) / Mark Godden (ballet Dracula)
Fotografía: Paul Suderman
Música: Gustav Mahler
Intérpretes:
Wei-Qiang Zhang (Dracula)
Tara Birtwhistle (Lucy Westenra)
David Moroni (Dr. Van Helsing)
CindyMarie Small (Mina)
Johnny A. Wright (Jonathan Harker)
Stephane Leonard (Arthur Holmwood)
Matthew Johnson (Jack Seward)
Keir Knight (Quincy Morris)
Brent Neale (Renfield)
Stephanie Ballard (Mrs. Westenra)
Sinopsis:
En la ciudad de Londres, extraños sucesos están ocurriendo. Lucy Westenra, dama de alta sociedad, padece una enfermedad que sólo el Dr Van Helsing puede curar: ha sido mordida por un vampiro. Es sólo el comienzo de la lucha entre Van Helsing y los pretendientes de Lucy y el seductor vampiro extranjero.
Premios:
Mejor Pelicula en el Festival de Sitges 2002
Comentario:
Sin duda la más hermosa y subversiva versión de Drácula que se ha hecho hasta la fecha. Rodada como una película muda, mezcla el ballet con el tenebrismo, la crítica social con el romanticismo más exacerbado.
La fuerza de la historia, su belleza plástica y estética, se ve sublimada por el uso del blanco y negro (alternado con distintos tonos pictóricos según el carácter de la escena) y la carencia de diálogos. Pero su aparente megaclasicismo es sólo la primera impresión, ya que un examen más minucioso nos permite disfrutar de ángulos de cámara sorprendentes, un montaje a la vez acelerado y poético, y un uso de la luz sublime.
Pero su transgresión no es sólo a nivel formal. También temáticamente es mucho más rica que anteriores versiones. No sólo es el romanticismo que emana de cada fotograma, mucho más cercano al gótico que al new age (lo contrario al Dracula de Coppola). Es también su aspecto sociopolítico. Tanto Dracula como sus víctimas son pasionales, perversas y llenas de vida. Por contra, los héroes son crueles, ambiciosos, estirados e incluso degenerados. Esto hace que el clásico aspecto xenofóbico del relato se troque por una crítica de la sociedad hipócrita y su rechazo a otras culturas. Y no lo consigue mediante el maniqueismo de presentar buenos muy buenos y malos muy malos, sino gracias a su matización de personajes. Ni los buenos ni los malos lo son tanto.
En fin, casi una obra maestra.