Cocinero, el Ladrón, su Mujer y su Amante, El

[Staff CINeol]

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[kobaïa]

hipnotizante e inquietante pelicula, que no deja indiferente a nadie, gracias, una vez mas a la union de las imagenes de Peter Greenaway y la musica de Michael Nyman.
Destacan sobre todo, esos largos planos, llenos de colores primarios, con todo perfectamente colocado en su sitio, al igual que las obras de arte que le inspiran....mientras suena la musica repetitiva de Nyman y los actores se van moviendo por el plató, en perfecta coreografia,,, son imagenes que se te meten en la cabeza y no se olvidan nunca.

Impresionantes, los practicamente monologos del mafioso, las replicas del cocinero y los silencios de su mujer, genialmente interpretada por Hellen Mirren, los secundarios, muy bien, completando una maravillosa pelicula, que reconozco que hay que estar muy "zumbao" para verla hasta el final.

No perdersela, 8 o 9/10

[Mifune86]

Es de agradecer la presencia de Michael Nyman como compositor de la banda sonora, porque no es más que otro tostón del impresentable Greenaway.
Culteranismo obsesivo, petulancia viscosa y cursi (Cada frase debe tener una referencia a movimientos culturales del siglo XIX para atrás), un estatismo de los actores y de la propia cámara intolerables, frivolidad y distanciación en el tratamiento de las supuestas pasiones humanas, rigidez interpretativa absoluta... .
Este señor, cada vez que es entrevistado, suelta su ya célebre latiguillo: "El cine está muerto". Tu cine sí que está muerto, Greenaway; no hay una gota de vida o de emoción en él. Todos son referencias geométricas, arquitectónicas, pictóricas, teatrales absolutamente infumables para quien no conozca las obras o corrientes a las que hace caprichosa referencia el director.
De cualquier forma, ésta fue la única de sus películas que he podido ver hasta el final; en todo caso, las tiene peores: Las maletas de Tulse Luper, El vientre del arquitecto y El contrato del dibujante son perfectos ensayos de un aborto cinematográfico: cine que muere al instante de ser parido.
Saludos.

[kobaïa]

me cito a mi mismo

..............que no deja indiferente a nadie,......

......es lo bueno que tiene el "arte"

[Scrapp]

Es de agradecer la presencia de Michael Nyman como compositor de la banda sonora, porque no es más que otro tostón del impresentable Greenaway.
Culteranismo obsesivo, petulancia viscosa y cursi (Cada frase debe tener una referencia a movimientos culturales del siglo XIX para atrás), un estatismo de los actores y de la propia cámara intolerables, frivolidad y distanciación en el tratamiento de las supuestas pasiones humanas, rigidez interpretativa absoluta... .
Este señor, cada vez que es entrevistado, suelta su ya célebre latiguillo: "El cine está muerto". Tu cine sí que está muerto, Greenaway; no hay una gota de vida o de emoción en él. Todos son referencias geométricas, arquitectónicas, pictóricas, teatrales absolutamente infumables para quien no conozca las obras o corrientes a las que hace caprichosa referencia el director.
De cualquier forma, ésta fue la única de sus películas que he podido ver hasta el final; en todo caso, las tiene peores: Las maletas de Tulse Luper, El vientre del arquitecto y El contrato del dibujante son perfectos ensayos de un aborto cinematográfico: cine que muere al instante de ser parido.
Saludos.

Yo no la he aguantado entera (menudo rollo todo el rato hablando de comida) y creo que comparto tu opinión.