por kanuac » 10 Sep 2014 04:24
Bueno, pues ya terminé de ver Los Soprano, por así decirlo.
Las primeras dos temporadas me han gustado bastante, las siguientes dos me han parecido tener muchos episodios sobrantes y un bajón cualitativo morrocotudo. Y la quinta más aún.
La sexta temporada la he dejado al tercer episodio cuando seguían con las insoportables ensoñaciones de Tony: las sempiternas ensoñaciones que nadie ha pedido, que abundan para atiborrar y siempre aparecen confundiendo al espectador -con un montaje terrible- y desde la quinta son absolutamente paridas. Parece como si el sueldo de Gandolfini fuera tan desproporcionado que tuviesen que darle salida en cada episodio, so pena de no amortizar el personaje.
Abusa de lanzar montones de personajes a la cara del espectador sin miramientos, sin presentarlos, sin la estructura que usa durante las primeras temporadas; después es un chorreo ridículo que se hace casi condescendientemente, como insinuando que no tiene por qué dar explicaciones. La trama evoluciona desde la tercera temporada a trompicones, no con la elegancia y el ritmo narrativo de la primera donde se compagina perfectamente la presentación del submundo con las sesiones de terapia. Es insultante la bajada de nivel, la dejadez de la trama... parecía que iban despidiendo guionistas a medida que avanzaban temporadas.
Desde el momento en que aparece Janice uno sospecha que la serie ha dado un serio traspiés porque definitivamente toma un cariz sitcom, donde las nimiedades de esos dos personajes -y actores- absolutamente inservibles como son Anthony Junior y Meadow se vuelven una constante nauseabunda. Al igual que las de Janice, personaje deplorable -que parece una parodia sarcástica- al que uno desea positivamente que alguien lo envíe a dormir con los peces, aunque sea involuntariamente.
De entre los mafiosos recortaría desde el primer episodio a Christopher Moltisanti (Michael Imperioli) un sobreactuado manojo de nervios cuyo actor no convence ni posee la entereza o el vigor necesarios para conformar el personaje tan relevante que tiene entre manos. Y, por otro lado, un toque de atención para el progresivamente menos irritante Sil, Silvio Dante (Steven Van Zandt) quien ya sea por su menor tiempo de cámara o ligero atisbo de contención acaba por ser deglutido, no sin cierto sufrimiento — En el primer episodio es una verdadera caricatura.
Hubiera preferido que la serie tuviera un tono más oscuro, menos bufonesco en promedio, que los personajes hubieran estado diseñados para amedrentar sin ser todos unos pandilleros chandaleros acomplejados. Que la familia Soprano fuera más interesante -y relegada a un segundo plano, pese al nombre de la serie- y no un hatajo de marujeos, niñerías y medianías para rellenar episodios sin miramientos. Y me hubiera conformado con que no abusaran tanto de la terapia como kit multiusos para arrastrar el cadáver en que se convierte desde la cuarta temporada - es decir, que la aparición de la doctora no supusiera una pausa para anuncios.
Actores y personajes sólidos y bien ejecutados: Tony Soprano (James Gandolfini), la Doctora Melfi (Lorraine Bracco), Carmela (Edie Falco), Paulie (Tony Sirico), Adriana (Drea de Matteo) y más aún Livia Soprano (Nancy Marchand) y Corrado (Dominic Chianese).
Secundarios muy buenos son Artie Bucco (John Ventimiglia), Ralph Cifaretto (Joe Pantoliano), Tony Blundetto (Steve Buscemi), Rosalie Aprile (Sharon Angela), Richie Aprile (David Proval), Svetlana Kirilenko (Alla Kliouka), Gloria Trillo (Annabella Sciorra), Pussy Bonpensiero (Vincent Pastore) y Patsy Parisi (Dan Grimaldi). Y peculiar también la aparición de Peter Bogdanovich como el Dr. Elliot.