por El Pinguino » 23 Jun 2010 13:40
Tras ver esta película estuve reflexionando sobre porqué cuando en Hollywood intentan hacer una fábula ambientada en la sociedad actual con un mensaje sobre lo importante que son los demás en nuestra vida y cómo no podemos ser felices sin compañía, les salen cosas tan mediocres como Más extraño que la ficción, y porqué cuando lo hace un oriental le sale algo tan maravilloso como esta película. Un premisa fantástica, parecida a un Pinocho moderno, música suave y agradable sonando casi continuamente, y una voz en off que reflexiona poética e inocentemente sobre la existencia podían haber sido los ingredientes para una película empachosamente cursi, pero Koreeda consigue evitar ese peligro. ¿Cómo lo consigue? A saber: quizás es porque dota de varias facetas a sus personajes, con lo que no resulta fácil catalogarlos al instante y, por tanto, evita que se conviertan en estereotipos andantes, o quizás porque no ofrece un desenlace feliz y satisfactorio, sino uno violento que, a pesar de todo, es perfectamente coherente con lo que ha ido mostrando la película, es decir, el descubrimiento de la vida por parte de la protagonista, con todo lo bueno y malo que ello conlleva. Y es que a pesar del aparente tono blanco y buenrollista de la película esta no se olvida de mostrar que tras el deseo y el amor siempre se esconde el dolor como otra cara de la misma moneda, y en esa idea radica la principal diferencia de Air Doll con la cinta americana nombrada antes, pues este filme, a pesar del estilizamiento y del evidente tono fantástico, se mantiene mucho más próximo a la realidad y no la falsea con desenlaces azucarados en los que todos acaban felices 4-ever.
Por otro lado, otra diferencia puede ser la magnífica concepción visual que Koreeda da al filme, compuesto en su mayoría por planos largos con ligeros barridos de derecha a izquierda y vuelta que, sin embargo, en ningún momento se atragantan por su evidente carácter de ejercicio de estilo, sino que encajan a la perfección con ese aire de cuento de hadas del que hace gala la peli. Y en consonancia con la preciosa banda sonora se alcanza un efecto altamente peculiar, como si su visionado te sumergiera en un relajante letargo que casi te hace olvidar el contenido del filme; y eso, amigos, es un efecto que pocas películas alcanzan (aunque muchas no tienen esa intención, claro). La verdad es que desde el Inquiétudes de Gilles Bourdos no había visto semejante esfuerzo en la planificación y puesta en escena de una cinta comercial, y en este caso, y al igual que en la desconocida película francesa, el resultado es un auténtico regalo para los ojos de cualquier espectador agradecido.
Tampoco me gustaría olvidar otro de los pilares sobre los que se sostiene la peli: la interpretación de la protagonista, que está sencillamente ENORME, siendo capaz de no parpadear y de moverse de manera mecánica con tal de alejar su actuación lo más posible de la de un ser humano normal, y logrando condensar en miradas tan inexpresivas como todo lo contrario el mar de sentimientos que su personaje sufre.
En fin, que me ha parecido una maravilla a pesar de no resultar redonda del todo, pues hacia el final se le va un poco la mano a la hora de remarcar el mensaje de comunión entre las personas, y con esto me refiero a la lluvia de dientes de león, un tanto cursi para mi gusto; de todos modos es un fallo menor que no empapa la que será sin duda una de mis películas favoritas de este año.
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El Pinguino el 23 Jun 2010 16:27, editado 1 vez en total