En la época dorada de Hollywood, surgieron una serie de comedias que se denominaron "Screwball" ¿Y que es una comedia "Screwball"?. La palabra en si viene del "slang" (argot, jerga) de la América de los años 30. Significa errático, irracional, enredoso, poco convencional, etc. Ese término fue aplicado a esa película donde había un claro contraste, es decir, el culto y el inculto, rico y pobre, inteligente y estúpido, honesto y femenino, pero ante todo masculino y femenino. Normalmente eran simpáticas historia de amor con enfrentamientos entre la pareja, con enredo con una amplia representación de personajes en las más graciosas situaciones y tdo ellos mezclado con un alto nivel de ingenio y sofistiación, con unos diálogos brillantes y también elegantes
Pero para mejor hablar de las Screwball, es mejor referirnos a todas esas fantásticas películas y sobretodo a la que fue la quintaesencia del género: Sucedió una noche, que fue dirigida por el gran Frank Capra en 1934, una película que reunía casi tdos los buenos elementos del subgénero: Odio y amor, enredo tras enredo, divertidas situaciones, contrastes sociales, etc. De hecho fue galardonada con 5 Oscar e inició una larga sucesión de título que se basaban en los mismos parámetros.
En aquella época dorada, muchas actrices se convirtieron en superestrellas gracias a película de este subgénero: Claudette Colbert, con la mencionada Sucedió una noche,La octava mujer de Barba Azul o Medianoche, entre otras, muchas de las cuales estubo bajo la dirección de uno de los mejores directores del género: Mitchel Leisen ;Myrna Loy, compañera inseparable de William Powell en la estupenda saga de La cena de los acusados; Barbara Stanwyck, con la divertida Bola de fuego, Desayuno para dos y Las tres noches de Eva. Hubo muchísimas como Irene Dunne, Jean Harlow, etc. Pero sin lugar a dudas la reina fue Carole Lombard, recordada por dos maravillosas películas: Al servicio de las damas y Ser o no ser. Desgraciadamente, en 1942 murió en un accidente de avión y no pudimos disfrutar más de su belleza y elegancia.
Por el lado masculino, el rey fue indiscutiblemente Cary Grant. La cantidad de buenas películas que hizo en el género es espectacular: La Fiera de mi niña, La Pícara Puritana, Mi mujer favorita, Luna Nueva, Arsénico por compasión, La novia era él. Pocos actores podían llegar a los niveles de histrionismo de Grant. Pero hubo un actor que hizo de la elegancia, la sobriedad y la sofisticación una manera de actuar. Y aquel fue William Powell, quien protagonizó con rotundo éxito Al servicio de las damas y que siempre será recordado por la saga de La cena de los acusados.
La magia de las screwball llegó a varios directores como Gregory LaCava, Howard Hawks y Leo McCarey, además de Garson Kanin, más guionista que director y William Wellman, W.S. Van Dyke y su saga de "La Cena de los Acusados". aunque en particular, habría que detenerse en dos directores que hicieron de la screwball casi un arte.
El primero es Erns Lubitsch, ya no solo un gran director de screwbaal, sino también uno de los mejores directores de la historia y que influyó claramente en otros artistas de la dirección, como el gran Billy Wilder. Lubistch ya desde el cine mudo, dio buenas muestras de su capacidad de ofrecer muy buenas comedias, como en El abanico de Lady Windermere y posterioremente en la década de los 30 realizó verdaderas maravillas del género, como la espléndida Un ladrón en la alcoba, Una mujer para dos, La octava mujer de Barba Azul, Ninotchka y El Bazar de las Sorpresas. Y no podemos olvidar la considerada su mejor películas: Ser o no ser. Muchas de estas comedias inspiraron a otras muchas screwball de la época y en ellas podríamos apreciar ese "Toque Lubitsch" tan sugestivo y sutil, que hacia sus comedias casi únicas.
Continuará....