por el predicador » 26 Feb 2006 19:56
Junto con Caniche, de Bigas Luna, y Dessert Rosso, de Antonioni, una de las tres películas más extrañas que he visto en mi vida. El propio Fellini avisó de que su acercamiento al decadente mundo romano fue tan perturbador como hablar de la civilización de otro planeta. Y quizás no le falta razón al italiano, pues un abismo de 2.000 años nos separa de ella. Mientras tanto, el director nos ofrece un hipnótico mosaico de inquientantes imágenes, ajenas a cualquier atisbo de lógica y/o racionalidad, que se quedan clavadas en nuestro cerebro hasta mucho después de su visionado. No hay personajes; sólo figuras fantasmales moviéndose a través de unos decorados tan suntuosos como sublimes.