En mi vida había visto una película clásica en el cine y ha sido una experiencia EXTRAORDINARIA. Faltan palabras para definirlo.
Hablando ya de la película, la vi ya hace muchos años y me encantó. Es una magnífica historia, basada en una novela de Vicente Blasco Ibañez. En ella vemos como dos familias se separan por culpa de la maldita guerra, ya que unos son del bando alemán y otros del francés. No es muy habitual ver a Minelli en una película de estas características, pero mantiene una solidez argumental en todo el metraje muy patente. A pesar de que puede ser calificada de tener un ritmo lento, los actores contribuyen a hacerla más completa y en eso tienen "culpa" Glenn Ford e Ingrid Thulin. El primero pasa de ser un apático aristocrático en París a ser un hombre que va creyendo poco a poco en una causa, es decir, en la resistencia contra los alemanes a pesar de tener que enfrentarse a sus familiares, en especial su primo Heinrich, coronel de las SS. Ford establece una relación con Thulin, una mujer casada, la cual nos ofrece momentos dramáticos y de indecisión. La relación entre estos dos personajes es fantástica, bien defenida, con momentos en los cuales el silencio, las miradas y algunos gestos valen más que algunas palabras.
También es muy destacable la secuencia inicial, la de la cena y como una cena familiar se va convirtiendo en algo trágico, oyendo de fondo esa tormenta que está cayendo y esa representación monstruosa de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis: La Peste, El Hambre, La Guerra y La Muerte. En fin, una muy buena película, que personalmente la he disfrutado un montón en esa pantalla de cine