A mí también me ha decepcionado, a pesar de resultar una película bastante correcta en conjunto: una efectiva mezcla de cuento gótico y drama sobre el oscuro pasado que vuelve para atormentarnos, narrada con brío y manteniendo una conseguida atmósfera a lo largo de todo el metraje, al que sin embargo le falta aliento para llegar a algo más. Y eso que la planificación y la puesta en escena están bastante trabajadas, notándose que los creadores querían elevar el producto por encima de la media de calidad: los elegantes travellings por la mansión, el cuidado manejo de las sombras o el uso de la cámara subjetiva (explotado hasta la náusea hoy día en el cine de terror) demuestran que hay una mano con oficio detrás, y precisamente por eso me fastidia que no sea más ambiciosa y se conforme con situaciones tan pobres, desaprovechando su inmenso potencial terrorífico: por favor, los momentos de la pelotita mojada y la silla viviente parecen más propias de una comedia que de una auténtica cinta de terror. Curiosamente el momento más angustioso acaba resultando uno tan poco arquetípico como aquél protagonizado por la medium autómata que escribe las contestaciones del espíritu en unas hojas de papel. Realmente inquietante, más que nada por que parece completamente real.
Un 6,5.