Bueno, como discutir con
el predicador está empezando a convertirse en un hobby para mí, he vuelto a ver mi odiada
Amelie después de años. Y juro solemnemente que será la última vez. NUNCA MAIS! Dios, no puedo con esta película...
Ahí van mis impresiones, que básicamente son un compendio de cosas que ya he dicho mil veces por aquí y por allí en su momento, pero que está bien recopilar:
Los motivos por los que no me gusta la película siguen siendo los mismos de siempre. En primer lugar me desagrada el modo en que se cuenta la historia. No me gusta la voz en off porque, salvo alguna excepción (como la escena de las canicas, donde está usada como Dios manda) no complementa, que es su función, sino que se limita a reiterar: "Amelie se sentó enfadada", y vemos cómo Amelie se sienta enfadada, "El viento movía grácilmente el mantel", y vemos cómo el viento mueve grácilmente el mantel, "Amelie entró en una tienda de disfraces", y vemos a Amelie entrar en la tienda de disfraces. A veces incluso va un paso más allá y adelanta la acción dos segundos: "Bretodó no llegará al puesto de pollo y se detendrá en la siguiente cabina telefónica" y acto seguido vemos cómo sucede. La voz en off está ahí, pero bien podría no estar, porque no sirve para nada.
Por otra parte la narrativa es dispersa, divaga y se va por las ramas en caminos que no llevan a ninguna parte:
La subtrama del calvo de las fotos, que no sé qué pinta aquí, el regodeo en la descripción insustancial de personajes por completo irrelevantes o la búsqueda de Bretodó: primero pregunta a la portera, que la remite a otra mujer que le da el apellido de la persona que busca. Consulta la guía de teléfonos y hay tres que se llaman igual y la peli nos cuenta cómo va a ver a cada uno de ellos y ninguno es porque al final resulta que no se llama Bretodó, se llama Bredotó. Luego, ¿todo esto para qué? Para nada. Empiezas directamente por Bredotó y te ahorras lo demás, que es absolutamente innecesario. De hecho, el desarrollo completo de la historia de amor de los protagonistas es un ejemplo claro de cómo dar mil rodeos absurdos y caer (de nuevo) en la reiteración, con ese rollo de sí pero no, voy pero no te hablo, quedo pero no aparezco. Una vez más para nada, porque al final se ven, se besan y punto. Fin de la historia de amor.
Como en realidad no tiene nada que contar, se limita a dar vueltas y vueltas a lo mismo.
En su guión no veo más que un quiero y no puedo. Me explico: Los archifamosos momentos "a Fulanito le gusta tal, a Fulanito no le gusta tal", o todas las cosas pequeñas para las que Amelie, textualmente es "tan sensible a su discreto encanto" no son más que chorraditas corrientes y molientes que hemos hecho todos. Todos hemos
buscado figuras en las nubes, tirado piedras al río o mirado por la ventana y pensado "¿Cuánta gente estará follando ahora en el mundo?"
Yo no veo que Amelie sea esa persona tan especial que la película te vende (y que la gente compra). Hasta aquí es tan normal o anormal como cualquiera de nosotros. Es la banalidad más absoluta disfrazada de poética originalidad en el mejor de los casos y en el peor, una manera muy barata y facilona de ganarse la complicidad e identificación del espectador. Por otra parte, se menciona un par de veces que tiene problemas para relacionarse con la gente de su entorno. Esto no acaba de desarrollarse completamente tampoco, lo hace de manera muy tibia, porque Amelie se acaba comportando sí con cierta timidez, pero la cosa no va más allá.
May sí tenía problemas para relacionarse con su entorno.
E, insisto, al personaje se le define textualmente como alguien "diferente a los demás", y yo me pregunto en qué. ¿En que abre los ojos mucho más de lo normal? ¿O en que es especialmente metomentodo? Porque esta es otra: Amelie tiene una personalidad despreciable. Pero con esto vamos en párrafo aparte:
A mí no me parece atractiva una persona que decide actuar directamente en tu vida, no sólo sin tu consentimiento sino además a través de la manipulación emocional
(la falsa carta a la portera)
o el engaño
(la estanquera y el tarado).
Esto no es de hada buena, es de bruja mala, y encima con delirios de grandeza (la escena del funeral...). Y una vez más, esa no es la imagen que la peli vende (y la gente vuelve a comprar), sino la de que Amelie es un ser especial y maravilloso que sólo quiere hacer feliz a los demás
(si le caen bien, si no los putea como al frutero).
Y esto no es cosa mía. Esa es la imagen que el público tiene, sólo hay que echar un vistazo a los comentarios del hilo, o escuchar hablar a tantos y tantos enamorados de Amelie-personaje como hay por ahí. O es lo que la película quiere transmitir, o es entonces que nadie la entendió.
Buddy Times me comentaba por teléfono esta mañana que a ese respecto la película es irónica. Yo no veo la ironía por ninguna parte, la verdad. Si la ironía radica en que
el personaje de Pignon le acaba dando la vara a la estanquera también o que el vecino pintor le dice a Amelie que viva su vida,
eso no es llevar las cosas hasta el final. Y
Jeunet no llega hasta el final porque no quiere, porque lo que le interesa es colarte ese mundo de regaliz y all you need is love (como decía un forero en las primeras páginas: "que fácil sería llevarnos todos bien"). Ironía mis cojones. Yo, personalmente, no compro.
Aparte no me gusta la fotografía caramelizada de la película ni, lo siento, la música tampoco. No les veo otra intención que colaborar añadiendo azúcar al ya de por sí empalagoso conjunto. Demasiado para mí.
Eso sí, reconozco el ejercico cojonudo de planificación y de composición de
Jeunet, que están de puta madre. A lo mejor me enrollo y le pongo un 3.
Y esta es mi opinión a grandes rasgos. Hay más flecos por ahí pero supongo que todo irá surgiendo más adelante.