Como han dicho antes, empieza como lo que podría ser una producción comercial con buen presupuesto, planteando un mundo en esencia fiel a biblia aunque con elementos propios. Todo parecía discurrir sin sobresaltos.
Pero amigo, cómo empiezan a evolucionar los personajes y sus relaciones en base a lo que Noé cree que es el mandato divino que debe ejecutar. Por momentos, Noé parece más un slasher desquiciado que un enviado de Dios... llegando uno a pensar realmente que no sólo él está loco sino que si Dios mismo no lo está también.
Y al final, tras la hecatombe mundial, el futuro siempre estuvo en la voluntad de los hombres (o de un hombre; ¿una broma de mal gusto de un Dios desquiciado, o una prueba durísima elucubrada Dios sabría por qué?)... y desde luego uno piensa si tras la "limpieza" los descendientes de Noé lo hemos dejado mucho mejor que el que estaban dejando los anegados.
En fin, lo dicho, que lo que parecía empezar como un blockbuster que se iba a quedar en la superficie, termina haciendo brotar bastante más de lo que parecía.