Decepcionante. Como (casi) todas las propuestas hollywoodenses, que he visto en los últimos tiempos, que se apartan ligeramente de los mecanismos dramáticos impuestos por Hollywood en el cine de género: Pandorum, Daybreakers, 30 días de Oscuridad... cintas que parten de buenas ideas, desarrolladas en un contexto curioso, para finalizar en un escalón muy inferior a donde empezaron. Por algún casual, todas ellas comparten estructura circular, pero en el mal sentido: se limitan a dar vueltas sobre la misma idea una y otra vez, una y otra vez. Esta reiteración constante resta la fuerza que en principio deberían tener los giros argumentales, lo que en mi caso se traduce en un discreto "psé, po fale".
Particularmente, la película de Alvart tiene dos, tres, cuatro trampas que mandan el asunto a tomar por saco, y que indican que el guión no se trabajó lo que se necesitaba, o no supieron trasladarlo a imágenes de mejor manera. Los anodinos actores tampoco ayudan nada (por Dios, Ben Foster, ¿qué narices hace de protagonista?) y así, la ironía final, la verdadera ubicación del Elysium, queda desvirtuada por completo. Aparece la palabra FIN, y uno se queda con cara de... listo, porque te crees capaz de mejorar lo que acabas de ver.