A pesar de que considero que se trata de una buena película, que es interesante y que el sentido del ritmo está muy bien llevado, a mí lo que se dice apasionar, no me ha apasionado lo más mínimo ya que por un lado, no le vi la garra por mucho que se esfuerce en enseñarla y por otro las situaciones tampoco me parecieron creíbles. A esta película le veo fácilmente los mecanismos y por ello no me puedo implicar con ella.
La direccón de Verhoeven me parece correcta, pero su sentido para confeccionar planos la he visto demasiado formal, muy clasicoide y por lo tanto desnaturalizada en lo visual. Por otro lado, a los personajes no les veo una auténtica dimensión (excepto el nazi coleccionista de sellos), no me han transmitido nada y por lo tanto no me importaba demasiado lo que les pudiera sucederles. Además, el hecho de que la película esté contada en flashback me parece que no le hace ningún favor, ni le da otra dimensión. Si le hubiesen quitado esos dos momentos la película hubiese seguido exctamente igual.
Otra punta que le podría sacar es que me da la sensación de que quiere tocar demasiados palos y que a cada situación le quiere sacar punta, tanto que al final la miraba con sensación de "venga, ¿qué más puede pasar?" y dado que ya tenemos los heuvos pelados de ver películas sobre la segunda guerra mundial, pues tanto desastre ya no te golpea.
Además, observe alguna que otra laguna en arugmento. Pondré un ejemplo:
Que puede que sea culpa mía porque se me escapara algun detalle pero... si se supone que ese abogado apunta todo él mismo en el libro negro, y si se supone que es inocente, ¿cómo es posible que no destape antes lo que lo del doble juego del médico? A mí eso no me quedó muy claro y es posible que sea una laguna
En lo interpretativo pues el elenco en general me pareció cumplidor. Y ya está. Carice van Houten me parece que lo hace bien pero no me parece especialmente deslumbrante como habéis comentado por aquí. No la vi tan auténtica.
Lo que si que me ha gustado es esa visión que ofrece el director sobre los dos bandos, que no demoniza por completo a todos ni santifica a los otros. Consigue que al final los holandeses también te resulten repugnantes (a los nazis ya los tenemos suficientemente repgunados) y te hagan ver que es la circunstancia lo que condiciona el cáracter de un bando o de un hombre. Ahí mr. Verhoeven se puede anotar un tanto.
Resumiendo. Me parece que Paul Verhoeven ha demostrado que puede ser un director respetable, que también sabe hacer cine más serio y su película me resulta entretenida e interesante, pero desde luego no un peliculón antológico.