Bueno, al fin la he visto. Tenía las expectativas muy altas con esta película, y la verdad es que me ha defraudado (en vistas de lo que esperaba de ella). Y es que lamentablemente comparto la opinión de Carlos Boyero sobre este film: la puesta en escena es genial, pero la historia no me ha enganchado como debería.
Se nota que PTA ha crecido como director: la puesta en escena, como he dicho, es impresionante. Este hombre maneja la cámara con una soltura admirable, creando unos planos a cada cual más bello y elegante. Pero no solamente crea imágenes bellas, sino que maneja el lenguaje visual a la perfección: sólo hay que ver el prólogo, en el que no se oye ni un diálogo, pero se entiende a la perfección lo que pasa, y además resulta hipnótico, gracias también a la estupenda banda sonora (aunque también me parece que abusa de ella: hay escenas que no necesitaban música y la tienen a todo volumen de fondo). Momentos antológicos tiene unos cuantos (el prólogo, la escena de la explosión de la torreta, etc...)
El problema es que la historia no me ha enganchado y no he sentido las emociones tan violentas que se muestran. Esto en parte se debe a que no entiendo bien al protagonista: su comportamiento se me ha hecho incluso un poco aleatorio y exagerado. En un momento del film Daniel explica que él odia a todo el mundo, pero durante la primera parte yo no he visto ningún antecedente que explique su comportamiento posterior: su primer arranque de ira si me ha parecido impactante, pero los siguientes (por ejemplo;
cuando amenaza a un comprador con degollarlo sólo por hacer un comentario sobre su hijo
)
los veo fuera de tono y no me los he podido tomar en serio. Es como si la película estuviera desequilibrada entre las partes tranquilas y las descarnadas. En ese sentido si me ha recordado al frío estilo de Kubrick. Por otro lado, Daniel Day-Lewis interpreta al personaje como si fuera Bill El Carnicero 2: exactamente los mismos tics y gestos que en Gangs of New York, no creo que le haya costado mucho esta interpretación.
Una ligera decepción me ha supuesto Pozos de ambición (por cierto, el título castellano es horrible: con lo que molaba There will be blood): esperaba que me conmoviera y golpeara y, aunque si la he disfrutado estéticamente, he sentido poca cosa durante su visionado. Quizás sea una obra maestra: el tiempo y una nuevo visionado lo dirá.