Floja, floja, floja... parece una secuela-precuela-cosa rara de la horrible
El rey Arturo, pero con mucho menos presupuesto y algo más de ironía. Colin Firth y Ben Kingsley me parecen buenos actores, pero carecen del carisma necesario para levantar sus inconsistentes personajes (ojo, también lo eran Máximo Décimo Meridio o Gandalf/Dumbledore, pero Firth no es Russell Crowe y Kingsley está lejos de igualar a Ian McKellen o a Richard Harris, respectivamente). Por el contrario, Asushsdfhadfhhswra Rai, o cómo diablos se escriba, carece de ningún talento interpretativo, aunque su magnetismo en pantalla resulta uno de los pocos atractivos de tan previsible cinta. El niñato de
Love Actually, eso sí, mantiene bastante bien el tipo.
Pues eso; una peli con cierto encanto, que hace añorar el "auténtico" cine de romanos, aunque con más tópicos (el negro muere; con eso lo digo todo
) y buenas intenciones que
Las crónicas de Narnia y
Bambi juntos. Y el presupuesto constituye tema aparte... ¿no podían haber modificado el guión para no enseñar una Roma tan cutre? Me pregunto cuánto habrá costado, comparándola con, por ejemplo, el Robin Hood de Costner/Reynolds.
En cualquier caso, las risas que nos echamos con algunas escenitas entre Firth y la Rai no tienen precio
4/10