Q-troy escribió:Yo la verdad no entiendo a la mayoria que decis que es malisima. Supongo que no la entendereis.
Debe ser eso, porque no todo el mundo tiene la capacidad de concentración mental necesaria para absorver el profundísimo mensaje que encierra la peli...
En fin, vamos con la crítica. Paul Verhoeven destrozó el original de Robert A. Henlein en esta adaptación de su obra más conocida "las brigadas del espacio". Literalmente, lo que hizo Verhoeven fue coger el título del libro y cambiar todo el contenido. El resultado es que de un libro malo sale una mala película, pero con los defectos cambiados: de donde había una entretenidísima apología del fascismo sale una penosísima crítica de las sociedades militaristas. Lo único que respeta Verhoeven son los personajes, que eran tan ridículos en el libro como en la película.
Algún agudo crítico de cine definió este bodrio como "Sensación de vivir, pero en Texas en lugar de en California: son igual de idiotas pero van armados". La colección de despropósitos de la película va a partes iguales repartida entre Henlein y Verhoeven. Vivimos en el futuro, en un mundo donde la única forma de ser ciudadano es pasar por el ejército - resulta enternecedoramente cateto como Henlein realmente
creía que podría existir una sociedad así, en la que existan ricos que no posean, a la vez, todos los derechos... como si no se pudieran comprar - y, curiosamente, hay gente que decide ingresar en él a pesar de su dureza, su pésimo sueldo y el espantoso trato que se recibe en él (ya me dirán cuál es el secreto: ofreciendo mucho mejores condiciones el ejército español no consigue cubrir el cupo). El gobierno es una cúpula militar, y, por supuesto, eso significa que todo lo hace bien y nunca se equivoca, a pesar de lo cual nunca dejamos de estar en guerra porque, al parecer, la galaxia está llena de indeseables.
Los protagonistas de la película son cinco o seis montones de carne con nombre pero sin personalidad... unos viven, otros mueren. Bueno, ¿y a quién le importa? El caso es que la novela de Henlein, por lo menos si obviávamos lo absurdo de la sociedad y lo incomprensible de la mentalidad fascistoide de sus personajes, en cuanto a tecnología de ciencia-ficción y combates espaciales estaba muy lograda. Henlein era un ex-soldado, y por lo menos la guerra la representa muy bien.
En el libro los humanos se enfrentan a unos enemigos de aspecto insectoide. En la película, en cambio, son puramente bichos. La diferencia es notable: mientras que en el libro estos insectores (por usar la terminología de "el juego de Ender") tienen, por supuesto, una avanzada tecnología y reciben a los nuestros a golpe de rayo láser en la peli son simples cucarachas gigantes. Eso sí, para compensar el hecho de carecer de tecnología son prácticamente inmortales, requiriéndose tres mil balas para matar a cada uno. Y además deben de ser listos y fuertes de la hostia, porque consiguen lanzarnos un meteorito desde su planeta que impacta con total precisión contra la ciudad de Buenos Aires. Mucho debían de odiarnos, porque para ello debieron de haber lanzado el meteorito por lo menos un par de millones de años antes, o sea, cuando nuestra especie aún no existía.
En fin, infumable. Y lo peor de todo es que los combates ni siquiera son entretenidos.