Obama BinLaden o patatas McCain?

[Hattie Carroll]

La teoría es muy bonita, pero la practica es diferente. La igualdad de oportunidades existe hasta cierto punto, y la posibilidad de mejorar lo mismo.
Será que no hay gente con estudios superiores (y sin ellos) en paro, y cuyas únicas ofertas de empleo no suben de los 800/900 euros al més, o gente obligada a hacer 12 horas o más diarias para no ser despedidos...

Claro, si es que es eso. Que suena todo muy bonito pero es todo una engañifa. Que encima con 800 euros (a no ser que seas Esperanza Aguirre que a la pobre no le llega con 8000 euros, hay que joderse lo que hay que aguantar) se podría vivir sin problema, sin lujos absurdos pero bien, si no fuera por los especuladores capitalistas que te ponen el precio de un piso por las putas nubes. Y lo de las horas, sí qué bonito, anda que no se ha luchado por las ocho horas al día para que luego lleguen y te digan "o haces 14 o a la puta calle... y da gracias si te pago las horas extra". Y no pasa nada. Con total impunidad, oyes.

[Vanderhoff]

Porque, en el fondo, libertad e igualdad deberían ir de la mano. Moralmente están unidos. Un ser humano realmente responsable y libre, no sometido a las ataduras de la sociedad de consumo, buscaría la igualdad a costa de perder cosas materiales y ganar valores humanos. Se sentiría libre en un sistema comunista (que pudiera desarrollarse libremente, sin las trabas del capitalismo). La libertad del capitalismo es una forma de esclavitud, en realidad, la peor de todas a nivel moral, no práctico.

No estoy tan seguro. Yo antes creía que sí, pero en realidad el comunismo falló porque no, porque la gente no desea la igualdad total, porque quiere reafirmar su individualidad. Somos así... egoístas, o ávidos de independencia, llámalo como quieras. En cuanto a la libertad que te da el capitalismo, pues es la que nosotros nos marquemos, ni más ni menos, así que sí, somos libres. Vivimos en sociedad y la sociedad nos imprime valores, objetivos, códigos de conducta, responsabilidades, etc. Esa es la razón por la que muchas veces no nos sentimos tan libres, pero en realidad lo somos. Sólo hay que despertar y verlo así, asumir que libremente aceptamos los mandatos sociales, las responsabilidades familiares, que nadie nos pone una pistola en la cabeza para hacer lo que hacemos, que quizá creamos que la necesidad nos aprieta pero no, hay otras motivaciones. Que en cualquier momento uno se puede salir del sistema y vivir de otros modos, y que si no lo hacemos es porque no nos da la gana, no porque la sociedad esto o la familia lo otro.

Y sí, la clase empresarial es como es... humana. Ni más ni menos. Pero igual que ellos intentan explotar dentro de los márgenes de la ley (y a veces fuera de ellos) todo lo posible, está el poder del trabajador para sindicarse y... ah, sindicatos, que eso es del pasado, supongo.