Inicialmente, Rod Serling planeó este episodio como el piloto de una serie sobre Bevis, que protagonizaría Burgess Meredith. Cuando Meredith rechazó el papel, Serling lo reescribió como un episodio de TTZ.

Narración de apertura: En el panorama del siglo XX, este es un bicho raro. Se llama James B.W. Bevis, y le gustan los animales disecados, la música de cítara, el fútbol americano profesional, Charles Dickens, las cabezas de alce, los circos ambulantes, los perros, los niños y las muchachas jóvenes. Mr. Bevis es propenso a los accidentes, es un poco vago y alocado, y tiene una vida tan segura como jugar a los dados en el agua. Pero se puede decir de señor Bevis que sin él, sin su calidez, sin su amabilidad, el mundo sería un lugar más triste, aunque quizás un poco más cuerdo. Debe de ser obvio ya que James B.W. Bevis es la guarnición de su propio pequeño mundo de optimismo y esperanza, un mundo que ha dejadod e sorprenderse con él hace tiempo. James B.W. Bevis, a quien la Suerte pronto le dará la espalda, pero no antes de empastarle la boca. James B.W. Bevis, a sólo una manzana de la Dimensión Desconocida.