Cuando se planeaba que la película transcurriera en Estados Unidos se tanteó a Nicole Kidman, Kate Winslet, Diane Lane, Cate Blanchett y Julianne Moore. También se consideró a Carice van Houten, Marion Cotillard y Sharon Stone. Según declaraciones de Paul Verhoeven, la mayoría de las actrices rechazaron el papel tan pronto leyeron el fragmento de guión que les fue enviado a sus agentes.

En las fases iniciales del trabajo en Francia, Paul Verhoeven iba acompañado de un intérprete o dirigía a sus colaboradores en inglés. Al encontrar no pocos problemas de comunicación y para mejor precisar sus ideas, decidió asistir a clases en el instituto holandés de París para estudiar francés y así mejorar los esfuerzos colectivos con su equipo. Verhoeven había estudiado francés en su juventud, sin embargo, fue a un nivel básico y había pasado mucho tiempo sin practicar una sola frase.