Encantada. La Historia de Giselle
Director: Kevin Lima
Intérpretes: Amy Adams (Giselle) / Patrick Dempsey (Robert) / James Marsden (Edward) / Timothy Spall (Nathaniel) / Rachel Covey (Morgan) / Susan Sarandon (Narissa) / Idina Menzel (Nancy) / Julie Andrews (Narradora) / Michaela Conlin (May) / Jeff Bennett (Voz de Pip Andalasia) / Kevin Lima (Voz de Pip en Nueva York) / Fred Tatasciore (Voz de Troll) / Teala Dunn (Voz de Bunny) / Isiah Whitlock Jr. (Ethan Banks) / Jodi Benson (Sam) / Joseph Siravo (Camarero)
Duración: 107 minutos
Sinopsis: La película cuenta la historia de la bellísima princesa Giselle a la que una reina malvada expulsa de su mundo mágico y musical. Giselle se enfrentará a la cruda realidad de las calles del Manhattan actual. Inmersa en un entorno [...]
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Estreno en España: 23 de Noviembre de 2007
Nota I.M.D.B.: 7,9/10 (486 votos)

CRÍTICA

Bienvenidos a Antalasia, reino mágico de apuestos príncipes, bellas jovencitas y ardillas que hablan. Todo es fácil, todo el mundo es feliz y… todo merece una canción. Para terminar el cuento sólo falta la malvada reina que lo estropee todo.
Desde que Shrek desterrase lo cursi de la animación, Disney cayó de su pedestal para dejar paso a unos dibujos animados más adultos, más reales, más sarcásticos. Sin embargo, la factoría trata de renacer apostando, no por hacerse mayor, sino por parodiarse a sí misma regodeándose en la ñoñería que siempre se le ha criticado.
Como si de una versión de Blancanieves se tratase, Encantada comienza con animación tradicional, en 2D, cargando con todos los tópicos tradicionales exagerados al máximo. Giselle (Amy Adams) y el príncipe Edward (James Marsden) se conocen, se enamoran e inmediatamente comprenden que deben casarse. El dibujo animado acaba cuando la reina Narissa (increíble Susan Sarandon), decide deshacerse de la competencia dinástica enviando a Giselle lejos de tanta felicidad, a un mundo donde la vida no es tan fácil, o sea, a Nueva York. La película entonces se traslada al mundo real donde la cándida Giselle tiene que enfrentarse con la crudeza de la ciudad, seguida por Edward que viene a rescatarla.

Lo original de Encantada es que defiende por encima de todo la importancia de la inocencia. Bien, es cursi, bien, los protagonistas cantan en cuanto tienen ocasión, pero quizá su ridículamente feliz forma de ver la vida es lo que nuestro mundo necesita para que deje de ser tan desagradable. Los números musicales son exagerados y ridículos, pero dejan una sonrisa, sus protagonistas son tontorrones pero muy tiernos y las aventuras previsibles, como en toda película Disney.
Moralejas, finales felices y amor verdadero con beso incluido; la delicia de cualquier niña. Y es que últimamente los productos destinados a las más pequeñas parecen una mini-fábrica de adolescentes problemáticas con la forma de la Lindsay Lohan de turno: pintarrajeadas, con plataformas y tirándose de los pelos por los pasillos de los institutos. Escasean los productos infantiles de calidad y la noción de que los niños son niños. Menos mal que Disney aún apuesta porque las niñas sigan prefiriendo ser princesas de cuento y no Bratzs.

Encantada es lo que es y no engaña a nadie: Disney en su más pura esencia, para lo bueno y para lo malo. Con un reparto excelente que se entrega a cantar y bailar sin pudor y con muchas ganas. Amy Adams y James Marsden son perfectos como príncipes de Antalasia, Patrick Dempsey, pone el toque de realidad con su papel de abogado desengañado y, por supuesto, Susan Sarandon, está magnífica como malvada reina que emerge en todo su esplendor de las alcantarillas neoyorquinas. Un lujo poder oírla en su versión original para disfrutar de la voz de Sarandon y de las canciones sin destruir.

Entretenida y sencilla, positiva y feliz y, sobre todo, cursi, sí, muy cursi, pero, ¡qué leches!: ¡qué viva lo cursi! ¡qué viva Disney!