Película de una época algo oscura por su estética y hoy trasnochada como son los 80, que aborrecemos visualmente por su añeja contemporaneidad (exclusión hecha de los filmes ambientados fuera de la epoca en que se rodaron) la pelicula consigue, sin embargo, que apenas nos fijemos en esos detalles, ya de por sí minimizados hasta el extremo.

Drama social, mas que película de acción. En 'Acorralado' asistimos a la definición del antihéroe, zarrapastroso, acabado y sin espacio para elocuencias, hitos o pasado glorioso de un soldado licenciado, John Rambo, interpretado por sylvester Stallone.

Sin darnos cuenta los héroes, ciudadanos respetables y hombres de la ley (y nosotros), nos encontramos ante una historia por poco habitual, no menos verosímil. El antihéroe se rebela y genera un problema de difícil resolución cuando se conozca su verdadera identidad, un héroe de guerra boina verde (es bueno y es duro de pelar). Es entonces cuando, sin grandilocuencia, se nos introduce en ese personaje decadente y en la injusticia moral que arrastra consigo. La del héroe de una guerra injusta, la del hombre vestigio inocente de una sociedad culpable, la del hijo pródigo expiador de pecados ajenos.

Tal es el carácter instrumental del personaje de Stallone, que apenas habla, y con su falta de verborrea y su simpleza humana vanagloria aún más a los valores que abandera, más que hacer gala de ellos.

El hilo argumental es sencillo: un soldado condecorado vuelve a su país y es ignorado y escondido por una sociedad que rechaza la guerra en la que ha combatido. Confundido con un indeseable, el sheriff de un pequeño pueblo lo humillará hasta que su atormentada mente le impulse a la violencia, única manera de expresión que conoce.

El resto del film combina la tradicional 'caza del hombre' con una más que interesante crítica en forma de historia paralela que lleva, con regular acierto, el triángulo protagonista (el soldado, el sheriff y el mediador gubernamental, antiguo jefe y vínculo afectivo del primero)

Una historia con un volumen de acción y de violencia bien calculado y sin los estereotipos del género, tan sobrado de tipos duros y explosiones apocalípticas, pero con un alto sentido del dramatismo en las escenas propicias (como el llanto desesperado de Stallone cuando se siente perdido) y en las que no lo son tanto. Como el pesar del sheriff por la supuesta muerte de Rambo, al que sabe que ha tratado injustamente. Quizá este (interpretado por Brian Dennehy) es el personaje con mayor variedad de registros y el más conseguido.

Una pelicula imprescindible en un género con tantos títulos prescindibles y que nos hará reflexionar.