La Telaraña de Carlota
Director: Gary Winick
Intérpretes: Dakota Fanning (Fern) / Julia Roberts (Charlotte) / Oprah Winfrey (Gussy) / Steve Buscemi (Templeton) / Kathy Bates (Bitsy) / John Cleese (Samuel) / Thomas Haden Church (Brooks) / Robert Redford (Ike) / Cedric the Entertainer (Golly) / Jennifer Garner (Susy) / Jane Sibbett (Joy) / André Benjamin (Elwyn) / Siobhan Fallon Hogan (Srs. Zuckerman)
Duración: 113 minutos
Sinopsis: Willbur el cerdo sabe que sus días están contados, al llegar el invierno acabará encima de la mesa de la granja de los Zuckerman. Por ello tramará un plan con la araña Charlotte, ¡él no quiere acabar comido! [...]
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Estreno en España: 27 de Abril de 2007
Nota I.M.D.b.: 6'7/10 (2417 votos)

CRÍTICA

Había una vez una granja, y en ella nacieron once cochinitos, y uno de ellos, por ser más pequeño, fue escogido para recibir un hachazo que le llevase súbita y rápidamente a una bandeja con una manzana en la boca. Por los pelos se salvó, gracias a Fern, la hija del granjero que prometió que cuidaría siempre del cerdito. Y desde ese momento se hizo su mejor amiga. Le llamó Wilbur, y Wilbur creció feiz y contento en la casa con Fern hasta que fue demasiado mayor para seguir como animal de compañía. En este momento, es conducido a su nuevo hogar, el corral del tío de Fern, donde convivirá con un caballo, cuatro ovejas, dos vacas, dos ocas y una rata… entre todos ellos, nadie se digna hacerse amigo del cerdito y Wilbur se siente solo, muy solo… hasta que aparece Carlota, una araña muy culta que le enseña el valor de la amistad. Pero el gran miedo de Wilbur está por llegar, cuando se entere de que antes de llegar la navidad será matado y convertido en fiambre. Ante el pavor del cochino, Carlota se compromete a salvarle de la muerte. Por medio de su telaraña, escribirá mensajes a los humanos y conseguirá que le quieran como uno más de la familia.

La telaraña de carlota es un cuento y como tal está estructurado, desde sus títulos de crédito ilustrados hasta su final moraleja algo sensiblera. Obedeciendo casi por completo a esquemas dirigidos a un público preescolar, carece de guiños y simpatías usuales en filmes contemporáneos que se hacen más llevaderos ante públicos adultos. Así, en el filme discurren las peripecias tirando a simplonas del cerdito arropado por un “elenco” de personajes secundarios que son los verdaderos protagonistas; desde el inicio hostil en que reciben a Wilbur, evolucionarán hasta entender el valor de la amistad a través de las aventuras que vivirá La Rata (encargada de encontrar las palabras que escribir) y los mensajes de Carlota. Por ello, a la hora de dar vida a todos estos personajes no se ha escatimado en nombres más que reconocidos como dobladores: desde Julia Roberts (como Carlota), hasta Steve Buscemi, pasando por John Cleese, Robert Redford o Kathy Bates… claro, que gozar de semejante reparto será difícil si el filme solo estrena en versión doblada… personalmente, tampoco puedo decir nada al respecto, puesto que tampoco tuvimos la suerte de disfrutar de la versión original.

Se puede decir que el film, a pesar de resultar un poco aburrido su planteamiento, gana ritmo en el desarrollo y fuerza conforme se acerca a su final, al tiempo que el personaje de Carlota (que de araña tiene más bien poco, puesto que ha sido diseñada como si de un osito de peluche con ojos gigantescos–cual gato de Shrek- se tratara) se convierte en verdadera protagonista del film restándole importrancia a Wilbur (que aparte de quejarse hace más bien poco) y al personaje de Dakota Fanning, que ni siquiera sale lo suficiente como para pensar de ella que es repelente (claro que gracias a esta peli podemos disfrutar de la inenarrable experiencia que es verla acostarse literalmente con un puerco).

Los mejores momentos de la película son, sin temor a equivocarse, los protagonizados por los cuervos y su temor al espantapájaros, dignos de protagonizar un spin-off; y en los que La Rata hace todo su despliegue de egoísmo y glotonería. Mientras que el final se convertirá en el peor lastre que carga la película dejando un sabor de boca a ridiculez que hace al espectador salir del cine dudando si esos minutos eran realmente necesarios.
La telaraña de Carlota es una filme tierno y encantador, más propio de fechas navideñas que de incipiente primavera, que hará sentirse culpable ante un bocadillo de jamón a los más sensibles pero que, irremediablemente se ve encarado a una incursión porcino-cinematográfica anterior, es decir a Babe, e, inequívocamente, sale perdiendo.