Banderas de Nuestros Padres
Director: Clint Eastwood
Intérpretes: Ryan Phillippe (John "Doc" Bradley) / Jesse Bradford (Rene Gagnon) / Adam Beach (Ira Hayes) / John Benjamin Hickey (Keyes Beech) / John Slattery (Bud Gerber) / Barry Pepper (Mike Strank) / Jamie Bell (Ralph "Iggy" Ignatowski) / Paul Walker (Hank Hansen) / Joseph Cross (Franklin Sousley) / Robert Patrick (Coronel Chandler Johnson) / Neal McDonough (Capitán Severance) / Melanie Lynskey (Pauline Harnois) / Tom McCarthy (James Bradley) / Judith Ivey (Belle Block) / Benjamin Walker (Harlon Block) / Myra Turley (Madeline Evelley) / Harve Presnell (Dave Severance) / Beth Grant (Mrs. Gagnon) / Chris Bauer (Comandante Vandergrift) / Stark Sands (Gust) / David Patrick Kelly (Harry S. Truman) / Silas Weir Mitchell (Técnico)
Duración: 132 minutos
Sinopsis: En Febrero de 1945 tuvo lugar una de las batallas más sangrientas del frente del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial. Sucedió en la pequeña isla japonesa de Iwo Jima, donde miles de marines americanos desembarcaron y emprendieron una cruenta lucha [...]
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Estreno en España: 3 de Enero de 2007
Nota IMDB: 7,3/10 (5.500 votos)

CRÍTICA

Clint Eastwood lo ha vuelto a hacer, y es que no hay nada más admirable que conseguirlo todo en el mundo del cine a base simplemente de sencillez. Obra maestra tras obra maestra, Eastwood ha terminado por colarse en el grupo de los grandes, esos pocos directores que sólo con su nombre respaldan un proyecto; el tema y los actores son ya lo de menos.
Nada puede reprocharse a Banderas de nuestros padres en cuanto al trabajo de su director y sin embargo la película no es redonda. ¿Otra vez la Segunda Guerra Mundial? Después de ver Salvar al soldado Ryan o incluso La delgada línea roja, parece que poco se puede aportar ya, y es que la película de Eastwood resulta una suma de estas dos.

Banderas de nuestros padres trata sobre la casualidad, sobre la suerte, sobre cómo estar un metro más allá o más acá puede decidir tu destino, que se reparte, como las propias balas, sin orden y sin justicia. Esta vez no es el disparo de un fusil japonés lo que cambia las vidas de los personajes, sino el disparo del flash de una cámara. “Raising the Flag on Iwo Jima”, como se conoce a la famosa fotografía, le valió a su autor Joe Rosenthal el Premio Pulitzer, puede que a los EEUU la victoria en la Guerra y a sus protagonistas, ascender a la categoría de héroes.

Eastwood no centra su película en la batalla sino en el aparato propagandístico que la rodea, la manipulación y la moral de esos soldados, convertidos sin quererlo en héroes y puestos en el centro del huracán. Es en este punto donde la película falla puesto que peca de demasiado americana y por este lado del océano termina por cansar tanta bandera. Pero los que seáis fanáticos de las batallas no os asustéis, hay muertos y tiros suficientes para que salgáis satisfechos del cine. Cada momento de lucha parece una fotografía sacada de los libros de historia. Incluso los colores prácticamente desaparecen acercándose al blanco y negro, especialmente en las escenas de batalla, decisión que acerca aún más la película al clasicismo con que trabaja su director. Eastwood no alardea, no se recrea con complicados movimientos de cámara ni trata de atraer la atención sobre sí mismo; Eastwood simplemente muestra.

A sus 76 años el viejo Harry tiene las cosas muy claras. Tanto como el casting que quería para su película: rostros poco conocidos y jóvenes. Ryan Philippe (32, Crash, Gosford Park), Jesse Bradford (29, Romeo + Julieta), los canadienses Adam Beach (34, Windtalkers) y Barry Pepper, ya experto en esto de la guerra (36, Salvar al soldado Ryan, Cuando éramos soldados), Paul Walker (33, The Fast and the Furious), y el benjamín Jamie Bell (20, Billy Elliot, King Kong). Si bien ninguno de ellos destaca especialmente, está claro de que el cambio generacional está listo.

Reparto correcto, Eastwood excelente, una pena que esta vez no haya sido posible dar un punto de vista diferente, como sí ocurrió con el mundo del boxeo en Million Dolar Baby. El éxito de aquélla puede crear la expectativa de encontrarnos con algo aún mejor. No es así, pero desde luego Banderas de nuestros padres es una buena película y una nueva baza para Eastwood de hacerse con otro considerable lote de premios. Sopesando pros y contras, es posible que la verdadera obra maestra que Clint nos tenga preparada sea Letters from Iwo Jima, visión japonesa de la misma batalla en la que puede que nos sorprenda con una visión mucho más personal.

A destacar especialmente la secuencia de la subida a la falsa colina, construida en el estadio de baseball y los títulos de crédito: una colección de fotos de la batalla que inspiraron visiblemente a Eastwood. Merece la pena aguantar unos minutos más en la butaca para conocer esas otras imágenes y a esos otros protagonistas anónimos que bien podrían haber sido nuestros héroes.