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Crítica - Las Vacaciones del Señor Hulot

Poster

'Clásico en pantalla panorámica'

02/07/2003 - Por delbruck

(4/5)


Director: Jacques Tati
Guión: Jacques Tati y Henri Marquet
Productores: Jacques Tati y Fred Orain
Reparto: Jacques Tati (Hulot), Nathalie Pascaud (Martine), Michèle Rolla (La tía), Valentine Camax (Mujer inglesa), Louis Perrault (Fred), André Dubois (Comandante), Lucien Frégis (Propietario del Hotel), Raymond Carl (Camarero)

Estreno 4 de Junio del 2003



Sinopsis



El señor Hulot pasa las vacaciones en un hotel de la costa donde encuentra un grupo de peculiares residentes, con los que pasará un verano divertido y entrañable.




Crítica



Antes de comenzar con el análisis de la película como hacemos habitualmente, quiero dar un agradecimiento a título personal a DeaPlaneta, por proporcionarme la oportunidad de disfrutar con una película de un maestro de la talla de Jacques Tati, en pantalla grande en el Cine Verdi de Madrid. Es de admirar y no puedo por menos que reconocer, la valentía de los promotores de este ciclo dedicado al genio francés. Desde aquí os animo a todos los que me leéis a que pongáis algo de vuestra parte y vayáis a ver cualquiera de las dos películas que se estrenan estos días; “Mi tío” y “Las vacaciones de Monsieur Hulot”.

Bueno despachadas mis ansias de apoyo al cine clásico, comienzo con lo que interesa. Las vacaciones de Monsieur Hulot es una de las mejores películas de Jacques Tati, digno sucesor del primer Cine mudo de Chaplin o Keaton. La historia de Tati es la de un joven inquieto con grandes aptitudes para el deporte, que descubrió por casualidad que tenía una cualidad mejor aun. Tati después de los partidos de Rugby representaba las jugadas ante sus compañeros, haciendo gala de un don extraordinario para la mímica. Fue este don el que le llevó a montar pequeños números cómicos y ofrecer representaciones de sus recién descubiertas dotes para el teatro.

Fue de esta forma como nuestro Jacques Tati, se interesó por el mundo del cine y lo bueno que podría ser dirigiendo e interpretando películas. Y a la postre así ha sido, y hemos podido disfrutar de unas cuantas películas extraordinarias, escritas, dirigidas e interpretadas por este genio. Pero si hablamos de Tati, tenemos que hablar también de Hulot, porque Tati es Hulot y Hulot es Tati. Monsieur Hulot es el personaje que utiliza el director cuando actúa en sus películas. Hulot es un hombre tranquilo, de carácter afable y un punto de excentricidad e inocencia. El personaje derrocha humor por todas partes, sus gags al más puro estilo Buster Keaton (en el cual se inspiraba Tati), están llenos de frescura y provocan en el espectador la risa sincera, no la carcajada por lo burdo o por lo inesperado, si no una risa que llega poco a poco según transcurre la cinta. Durante la película podremos disfrutar de todo tipo de despistes, caídas, situaciones cómicas, y todo ello encadenado a la perfección según transcurren los días de verano en las vacaciones del protagonista.

Uno de los aspectos más destacables de estas películas en general y de la que nos ocupa en particular es su falta casi total de diálogos, si algo se puede explicar sin necesidad de palabras, Tati no las utiliza. Al principio esto chocará con la mentalidad de un espectador acostumbrado a que se lo masquen todo, pero con el transcurso de la película uno llega a olvidarse, de que los diálogos apenas existen. Todo queda sobradamente claro con las buenas interpretaciones de un plantel de actores que acompañan a la perfección las piruetas de Hulot.

Otro detalle a destacar en este caso de forma negativa, aunque no en exceso, es la música que acompaña a la trama. La música está bien seleccionada, encaja perfectamente con la acción, pero en ocasiones puede resultar repetitiva. La música se usa en el cine mudo para advertir de ciertos detalles al espectador, por ejemplo la entrada de cierto personaje en la escena siempre se acompaña por la misma melodía, con lo cual el espectador lo identifica y puede llegar a saber si el personaje tiene buenas o malas intenciones. Los golpes o ciertos movimientos también se acompañan de determinado efecto de sonido. Esta repetición puede llegar a cansar en una película sonora, pero hay que entender que es lo que pretende el director. Dada la antigüedad de la cinta el sonido que escucharemos en el cine tiene altibajos de volumen que en ocasiones también resultarán molestos, pero esto está muy lejos de ser culpa del director.

En definitiva, el que acuda a ver esta película no saldrá decepcionado del cine, porque habrá tenido ocasión de disfrutar de todo un clásico en pantalla panorámica por el precio de una entrada. Recomiendo no perdérsela, pero también paciencia para los más jóvenes, que aunque no lo crean y se muestren escépticos, descubrirán que con Cine como el de Tati se puede uno divertir y mucho.

 

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