"Gane quien gane nosotros perdemos"

1979.... Ridley Scott dirige "Alien, el octavo pasajero", un film claustrofóbico donde los siete tripulantes de una nave se enfrentan a una terrorífica criatura, salida de la mente alucinada del artista surrealista suizo H.R. Giger. La película fue un éxito de taquilla y hubo tres continuaciones más.
1987... Arnold Schwarzenegger se enfrenta a otro alienígena, un cazador implacable en "Depredador" salido de la magia de Stan Winston, una criatura despiadada a la que años más tarde se enfrenta Danny Glover en "Depredador 2", quien, curiosamente en su enfrentamiento final se observa en la nave un curioso trofeo: el cráneo de un Alien.
2004.... La batalla ha llegado, las dos especies más peligrosas del universo se enfrentan en la Tierra, uno es la presa, el otro es un cazador y en medio los humanos.... ¿Quién sobrevivirá?

Paul Anderson, un director criticado en diversas películas, plantea en la esperada "Alien vs Predator" una película muy diferente a lo anteriormente visto en las sagas de las dos especies, con un argumento algo rebuscado, pensado para su enfrentamiento en la Tierra y abriendo ciertas cuestiones sobre el origen e historia de estos alienígenas. Era de esperar que tarde o temprano llegaría, dado el éxito conseguido en el terreno de los videojuegos y también los buenos cómics que protagonizaron, aparte de los derechos que tiene Fox sobre ambas franquicias.

El guión, como cabía esperar, queda en segundo plano, los diálogos apenas son relevantes, prima la acción ante todo, una acción que sucede en un espacio muy limitado y las peleas entre ambas especies a veces resultan algo confusas por el acercamiento de la cámara, pero el resultado en general es bueno además de un ambiente claustrofóbico y oscuro, con una buena fotografía y una ambientación y dirección artística muy conseguidas.
Se nota que Anderson tuvo que cortar mucho para esta película, la duración se hace corta, se ve que el argumento se desarrolla algo precipitado y a veces parece algo confuso todo lo que rodea al misterio de la pirámide y al parecer es una especie de precuela de la saga Alien y una continuación de Depredador.
La, posiblemente, única conexión con ambas sagas sea posiblemente Charles Bishop Weyland (Lance Henriksen), el androide de la saga Alien. Cabe recordar que Weyland-Yutani era la compañía para la cual trabajaba nuestra querida Ripley (¿Quien será Yutani?)

Se aprecian más detalles del Depredador, parece más pesado y grande, ciertos rituales de caza, como el marcarse la cara con la sangre de sus víctimas, varias armas nuevas, un mejorado disco, una lanza y una armadura antiácido y una imagen térmica mejorada, más precisa y ciertos detalles más (Me extraña que no hablasen en la película) aunque, en mi opinión, el maquillaje del Depredador dista mucho de anteriores películas.

El Alien, como siempre lo hemos visto, más inteligente si cabe, con un proceso de reproducción muy rápido y una enorme Reina Alien, y es de agradecer que los efectos especiales hayan sido en momentos puntuales y necesarios, como en la interesante que es la historia sobre el eterno enfrentamiento entre Aliens y Depredadores.

Posiblemente se podría haber buscado un mejor entorno o lugar para este enfrentamiento (los cómics son una joya), como primer paso y acercamiento está bien, aunque sigo pensando que el personaje de Depredador está muy poco aprovechado y el de Alien puede estar algo agotado, pero tal vez el final de la película abra las puertas, a lo mejor, a una nueva especie alienígena.

Un tema aparte es la banda sonora de Harald Kloser, que demostró buenas maneras con "El Día de Mañana" y ha intentado crear algo diferente , pero no consigue transmitir la emoción y la tensión que provocaban Alan Silvestri y James Horner.

Resumiendo, posiblemente el fanático a estos dos "bichos" puede resultar algo complacido por esta película, pero el resultado podría haber sido mejor