Dheepan
Director: Jacques Audiard
Intérpretes: Jesuthasan Antonythasan (Dheepan) / Kalieaswari Srinivasan (Yalini) / Claudine Vinasithamby (Illayaal) / Vincent Rottiers (Brahim) / Faouzi Bensaïdi (Señor Habib) / Marc Zinga (Youssouf) / Bass Dhem (Azziz) / Franck Falise (Vendedor) / Sandra Murugiah (Vendedora) / Tassadit Mandi (Señora de la escalera) / Sandor Funtek (Guarda) / Aymen Saïdi (Guarda) / Soufiane Guerrab (Guarda) / Akim Chir (Residente)
Duración: 109 minutos
Sinopsis: Dheepan es un guerrero Tamil de Sri Lanka que debe huir al extranjero cuando la Guerra cívil de su país alcanza su final. Recala en Francia, utilizando una identidad falsa para distanciarse de su pasado y juntándose con una mujer llamada [...]
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Estreno 6 de Noviembre de 2015

CRÍTICA

Jacques Audiard es el autor de la grandiosa “Un Profeta” o “De Óxido y Hueso”. En estos momentos estamos ante el cineasta más en forma de la Galia y uno de los más estimulantes de Europa con un cine siempre oscilando en el filo del alambre. Sus películas te trasladan a esos lugares incómodos donde no nos gusta estar.
Contemplarlas es hipnótico, una sensación parecida a la de cuando eres niño y no quieres ver esa peli de miedo de la tele y te tapas con la manta y cojín para no sufrir pero te es inevitable asomar por un huequito para ver las imágenes aunque sepas que luego te van a martillear la cabeza cuando apagues la luz y toque dormirse. Su cine no es de terror, las pelis de terror con los años sabes que son mentira. Su cine es mucho peor que el terror, es la terrorífica realidad de lo más hondo de la sociedad. Y ese fresco que nos muestra, no es fácil olvidarlo cuando las luces de la sala se apagan.

(Más imágenes en su galería)

Audiard gusta de crear personajes complejos, con un pasado muy oscuro que se mueven como ratas en los bajos fondos. Su cámara en mano gira constantemente, se mueve sin parar, hurga como un mendigo hambriento entre las cloacas; y tu quieres estar ahí. No sabes muy bien porqué pero debes hacerlo, debes quedarte estás ahí mirando, como un voyeour que quiere más, que necesita más.

Dheppan vive en Sri Lanka, en plena guerra civil y busca asilo político en Francia. Para ayudarle ante las autoridades coge a una mujer y a una niña y se hacen pasar por una familia que huye del dolor de la guerra. Ya en Europa encuentra trabajo en un barrio de la periferia que es lo más parecido a un polvorín. Allí intentan integrarse en la sociedad francesa, llevando a la niña al colegio e intentando no hacer mucho ruido y ganar dinero dignamente como limpiador de unos edificios.

Audiard nos mete en una cocina del infierno. En esas que cada día vemos noticias en los diarios donde se tráfica con drogas y hay atroces asesinatos de todo tipo. Aquí nos zambulle en un estanque ácido de dolor y porquería donde ninguno de nosotros querría bucear, donde buscas la salida hacía la luz para poder respirar y cuando el argumento te da un pequeño respiro para ello, el te vuelve a meter la cabeza dentro para que mires. Contén la respiración, estás en la escala más baja de una sociedad de bienestar (como nos dicen que es Europa), aprende, esto no es un parque de atracciones, no huyas, quédate.

Dheepan es un guerrero y no podrá guardar dentro de si tanta rabia y dolor. Dentro de ese infierno el vive en su interior otro de mayor calibre. Todas las guerras pasan su dura factura tiempo después, cuando tu corazón piensa que todo eso ya ha acabado y quizás no haya echo más que empezar.

Cine duro, sin entremeses, sin foliaturas. Directo al estomago como un balazo.