Irrational Man
Director: Woody Allen
Intérpretes: Joaquin Phoenix (Abe) / Emma Stone (Jill) / Joe Stapleton (Profesor) / Nancy Carroll (Profesor) / Allison Gallerani (Estudiante) / Brigette Lundy-Paine (Estudiante) / Katelyn Semer (Estudiante) / Betsy Aidem (Madre de Jill) / Ethan Phillips (Padre de Jill) / Jamie Blackley (Roy) / Leah Anderson (Estudiante) / Paula Plum (Presidente) / Nancy Giles (Asistente) / Henry Stram (Invitado) / Geoff Schuppert (Invitado) / Parker Posey (Rita) / Robert Petkoff (Paul)
Duración: 96 minutos
Sinopsis: El profesor de filosofía Abe Lucas está por los suelos a nivel emocional, incapaz de encontrar la alegría o el significado a su vida. Abe tiene la sensación de que todo lo que ha intentado hacer, ya sea como activista político [...]
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Estreno 25 de Septiembre de 2015

CRÍTICA

En una filmografía tan extensa, rica y variada como la del genio neoyorkino es muy complicado distinguir géneros concretos y mucho menos una línea continuista coherente a lo largo de los años. Más bien da la sensación de estar ante un cúmulo de ideas, transformadas en guiones y posteriormente en una película, que arrastran de manera casi inconsciente todo el imaginario que Woody Allen posee en su interior y que transmite con indudable efectividad a través de la cámara. Aún con esta dificultad, sí es posible encontrar en el cine de Woody Allen un nexo en común en algunas películas que comenzó con Delitos y Faltas en 1989 y que continuó con Misterioso Asesinato en Manhattan, Match Point, Cassandra's Dream hasta encontrarnos con esta última y fascinante Irrational Man. En todas ellas nos encontramos con la existencia de un crimen, y como consecuencia de ello se establece una reflexión casi existencial sobre la libertad individual, el poder que se ejerce sobre los demás, las consecuencias de los actos y la moralidad de matar según en qué circunstancias o según a quién. Esta temática común viene influenciada sin duda alguna por los escritores rusos y sobre todo por Fiodor Dostoievski, siendo sin lugar a dudas la excelente novela “Crimen y Castigo” el motor principal de todo este pensamiento. Y Allen, como viene siendo habitual lo adapta a su visión contemporánea, creando una realidad filosófica de la que el espectador difícilmente se podrá apartar y volviendo a reflexionar sobre los oscuros y en ocasiones indescifrables rincones del alma humana.

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En esta nueva película Woody Allen traslada la historia a un campus universitario, donde la llegada de Abe Lucas (Joaquin Phoenix), un profesor de filosofía de pasado controvertido pero de reconocido prestigio profesional viene a revolucionar en cierta medida con su presencia tanto al profesorado como al alumnado. En cuanto a los profesores será Rita Richards (Parker Posey) la que se lance a la caza del maestro en busca de la satisfacción sexual que no encuentra en su casa. En cuanto al alumnado será Jill Pollard (Emma Stone) su mejor alumna, la que quede prendada de la intelectualidad y la bohemia de Abe y acabe enamorándose irremediablemente de él. En torno a este trío amoroso-sexual no se formará ningún conflicto importante, pero sí será importante en el devenir de los acontecimientos, donde Abe en un momento dado decidirá poner fin a su vacío existencia y planear cometer un crimen que en cierta medida (y según su visión) haga del mundo un lugar mejor y de paso haga de su vida un especio más ilusionante.

El guión firmado como no podía ser de otra manera por el propio Allen es brillante, y llevado a la pantalla de igual manera, en una sucesión de acontecimientos que apenas darán respiro. La historia viene acompañada por una sensacional y cuidadísima música con temas de Ramsey Lewis entre otros y por una estupenda fotografía de Darius Khondji. Y de nuevo Allen vuelve a acertar en el plano interpretativo, algo fundamental en sus películas, con la elección de Joaquin Phoenix que realiza uno de los mejores trabajos del año y con Emma Stone, su nueva musa, que repite con Allen y que vuelve a estar a la altura de las exigencias, que no son pocas.

Con tantos elementos acertados y con la maestría en la dirección era difícil que no saliese una buena película, por lo que no cabe duda que nos encontramos con una nueva joya de un director que tiene la maravillosa intención de tenernos cada año como mínimo entretenidos y en la mayor parte de las ocasiones admirados.







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