Blue ruin
Director: Jeremy Saulnier
Intérpretes: Macon Blair (Dwight) / Devin Ratray (Ben Gaffney) / Amy Hargreaves (Sam) / Kevin Kolack (Teddy Cleland) / Eve Plumb (Kris Cleland) / David W. Thompson (William) / Brent Werzner (Carl Cleland) / Stacy Rock (Hope Cleland) / Sidné Anderson (Eddy) / Bonnie Johnson (Margaret) / Daniel L. Kelly (Hombre alto) / Ydaiber Orozco (Amanda) / Erica Genereux Smith (Rock Girl)
Duración: 90 minutos
Sinopsis: Dwight es un treintañero sin techo que vive en su coche, un destartalado Pontiac azul. Deambula por la ciudad y sobrevive recogiendo botellas en la playa, hasta que un día su rutina se trastorna al enterarse de una terrible noticia. Esto [...]
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Estreno 31 de Octubre de 2014

CRÍTICA

Ah, Dwight. Mira lo que has hecho. Mira en qué has convertido tu vida. Eras un buen chico, tenías el apoyo de la comunidad, podías haber salido adelante como hizo tu hermana. En vez de eso elegiste desaparecer y atrincherarte en tu oxidado Pontiac azul varado en la playa. El mundo os ha dejado atrás. A ti y a tu Pontiac azul. Ahora es el momento de ajustar cuentas. ¿Podrás hacerlo? No te ofendas, Dwight, pero no se te ve muy preparado. Estás lejos de parecer uno de esos tipos. ¿No es esto lo que esperabas de todas maneras? Vamos, muchacho. Tienes poco que perder. Te lo han quitado todo.

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En circunstancias similares, otros personajes habrían invertido la furia y el resentimiento que provoca la privación injustificada de aquello que se ama en combatir el crimen y madurar a pesar de los traumas. Pero Dwight no es ningún superhéroe. Es lo menos parecido a un superhéroe. Seguramente ni siquiera alcance el estatus de antihéroe. Es un hombre débil con una misión que le obsesiona. El fin último de esta misión es, claro, la venganza. Y a pesar de sus enormes limitaciones para coreografiarla y ejecutarla, sabe que se trata de lo único que podría dar sentido a su existencia a estas alturas. Así que, en un sorprendente —por lo anticipado— y potente —por lo catártico— primer punto de inflexión, nuestro hombre actúa. Lo que no te mata no siempre te vuelve más fuerte. Pero te obliga a hacer algo. Así funciona al menos en el caso de Dwight. El problema estriba en que cada acción trae consigo una consecuencia. Cuanto mayor es la acción, mayores las consecuencias. A más acciones más consecuencias. Hasta que llega un momento en que la respuesta de lucha o huída queda reducida a una única opción.

El mérito de Jeremy Saulnier está en adentrarse en una senda poco explorada en otras historias de estas características. No hay un vengador riguroso y frío que ha pasado los últimos veinte años en algún remoto rincón del planeta entrenando cuerpo y mente para impartir una justicia certera. Dwight los ha pasado recogiendo botes de plástico y buscando en los cubos de basura algo con lo que llenar el estómago. Carecía de recursos materiales y psicológicos para hacer otra cosa. No renuncia a escarmentar a los que le destrozaron la vida en el pasado, pero siempre dentro de sus posibilidades. Que son muy reducidas. Blue ruin tiene más en común con el atavismo chapucero de la masacre de Puerto Hurraco que con la meticulosidad y el pulso de la Beatrix Kiddo de Kill Bill. Ahí reside su gran virtud.



M. Montañés
@budoson
bu2on.blogspot.com