Dallas Buyers Club
Director: Jean-Marc Vallée
Intérpretes: Matthew McConaughey (Ron Woodroof) / Jennifer Garner (Dra. Eve Saks) / Jared Leto (Rayon) / Denis O'Hare (Dr. Sevard) / Steve Zahn (Tucker) / Griffin Dunne (Dr. Vass) / Michael O'Neill (Richard Barkley) / Dallas Roberts (David Wayne) / Kevin Rankin (T.J.) / J.D. Evermore (Clint) / Jane McNeill (Francine Suskind) / Donna DuPlantier (Enfermera Frazin) / Deneen Tyler (Denise) / Ian Casselberry (Bedel hispano) / James DuMont (Padre de Rayon)
Duración: 117 minutos
Sinopsis: Basada en una historia real. Ron Woodroof es un vaquero de Texas cuya vida da un vuelco en 1985, cuando le diagnostican que es seropositivo y que le quedan 30 días de vida. Son los primeros años de la epidemia del [...]
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Estreno 14 de Marzo de 2014

CRÍTICA

Supongo que a la hora de abordar unos hechos reales para trasladarlos a un guión cinematográfico, el punto de partida debe ser el tono adecuado que se le quiera dar a la narración. La historia de Ron Woodrof daba para muchas posibilidades. En 1985, este cowboy de rodeos, drogadicto, promiscuo y homófobo contrae esa enfermedad que solo afecta a los ‘maricones’. El sida ese que dicen que pilló Rock Hudson y del que poco o nada saben todavía los médicos y no digamos ya la gente de la calle. Menos mal que Ron no se dio por vencido, sabedor con su experiencia de que el concepto de tiempo es muy relativo, que ocho segundos sobre un toro es mucho tiempo pero que te quede un mes de vida es todo lo contrario, y decidió desafiar a las leyes farmacéuticas estadounidenses para encontrar cualquier remedio que aliviara su enfermedad.

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Un director como Martin Scorsese quizás se hubiera recreado en el fuera de la ley que pasa medicamentos de contrabando por la frontera mejicana. Un Jonathan Demme (por el precedente de Philadelphia) posiblemente hubiera puesto el enfoque en el drama humano del deterioro físico. Y no quiero ni pensar lo que habría hecho Pedro Almodóvar con el transexual que interpreta con mesura y elegancia Jared Leto. Sin embargo, el canadiense Jean-Marc Vallée ha huido de todo eso y ha optado por un tono muy sobrio, huyendo de la sensiblería barata y contando los hechos casi con pulso de documental, tanto a la hora de acometer la historia de esta pareja imposible formada por Woodrof y Rayon como por la ausencia de efectismo en su puesta en escena.

Ahora, a toro pasado de los Oscars, puede sonar fácil alabar las virtudes de las interpretaciones de Matthew McConaughey y Jared Leto, pero lo cierto es que, sin desmerecer a ninguno de los demás candidatos, son muy justos merecedores de todos los premios atesorados durante la temporada de ceremonias de entrega por saber dar el tono adecuado, una vez más, a unos personajes tan propensos a la exageración y ser llevados al extremo. Quizás llevados por el tono sereno de la cinta, o tal vez son ellos los que han encontrado el tono del que se ha contagiado toda la producción, la composición de sus personajes rebosan honestidad y realismo. Sus reacciones aportan una naturalidad a prueba de balas y son el verdadero motor de una cinta equilibrada de principio a fin. Aunque desde luego, no hay que perder de vista la denuncia soterrada a los intereses farmacéuticos que imponen las ganancias económicas al interés sanitario general. El aspecto más interesante de la historia y en el que no se ha querido profundizar más de lo debido.