Battleship
Director: Peter Berg
Intérpretes: Taylor Kitsch (Teniente Alex Hopper) / Tadanobu Asano (Capitán Yugi Nagata) / Brooklyn Decker (Samantha) / Alexander Skarsgård (Comandante Stone Hopper) / Rihanna (Oficial Cora 'Weps' Raikes) / Jesse Plemons (Marinero Jimmy 'Ordy' Ord) / Liam Neeson (Almirante Shane) / Gregory D. Gadson (Teniente coronel Mick Canales) / Hamish Linklater (Cal Zapata) / John Tui (Oficial Walter 'Bestia' Lynch) / Adam Godley (Dr. Nogrady) / Peter MacNicol (Secretario de Defensa) / Jerry Ferrara (Oficial de cubierta Strodell)
Duración: 131 minutos
Sinopsis: Durante unas maniobras navales, una flota de la Armada estadounidense se encuentra un extraño objeto en medio del mar. De repente, el objeto se activa y desvela una gran nave alienígena que estaba oculta bajo el agua, que junto a otras [...]
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Estreno en España: 13 de abril de 2012

CRÍTICA

Para ser justos, no se le pueden achacar muchas culpas a Peter Berg. A él le han cogido Universal y Hasbro para que haga una película basada en el juego – redoble, por favor- Hundir la flota. Ya puedes convencer a Martin Scorsese, Steven Spielberg, David Fincher o los hermanos Coen para que realicen el proyecto que aún jugando en distinta liga y jugando a distinto deporte que Berg no habría posibilidad de sacar una obra maestra, lo mires como lo mires. El problema es contar con dos guionistas de medio pelo como son los Hoeber y tirar por la vía fácil emulando las peores versiones posibles de Michael Bay o Roland Emmerich.

(Más imágenes en su galería)

Si algo bueno se puede decir de Battleship es que es honesta. Vacía, pero honesta. Cero originalidad, pero honesta. Aburrida, pero honesta. Lo más fascistoide que ha salido de Hollywood desde Independence Day, pero honesta. Cualquier defecto que le quieras buscar está mostrado sin tapujos desde el minuto uno del metraje. Es un (valiente, diría yo) homenaje a la marina estadounidense que tantos años de gloria dio a la industria armamentística americana y que en los últimos conflictos – el otro día vi en algún sitio un gráfico donde se veía que desde 1776 Estados unidos tan solo ha pasado 21 años sin estar involucrado en ninguna guerra- ha cedido el protagonismo a otros cuerpos de élite. Y qué mejor homenaje que surcar las aguas a bordo del mismísimo Missouri y dar su minuto de gloria a esas viejas glorias.

El resto es dejarse llevar. Michael Bay dentro de sus cositas tiene cosas bastante decentes y Berg no se la juega. Coge directamente el estilo visual de Transformers – no me sorprendería que a propia petición de la casa jueguetera que pone los dólares-. El problema, una vez más, es que Bay, sabedor de sus limitaciones, elige la temporada veraniega para estrenar sus películas, cuando las neuronas están aletargadas por el calor y la gente, con tal de estar un rato fresquito en el cine y viendo acción, se da por satisfecha sin cuestionarse mucho lo que ha visto. A Berg esto le ha fallado. O no, porque ni siquiera ha intentado aderezar una ensalada de imágenes espectaculares. Pudiendo haber intentado cosas mejores, se ha conformado con coger lo peor de Bay, la pirotecnia de Emmerich, una banda sonora desfasada – AC/DC debería vigilar un poco a que productos va asociada su música. Con Iron Man acertaron, no había necesidad de forzar-, y unos efectos sonoros que, eso sí, huelen a nominación al Oscar, acompañados por una partitura rimbombante para culminar la función. Es inútil analizar el argumento cuando la presentación del protagonista incluye una copia descarada de un video bastante extendido por Internet en su día del ladrón más torpe del mundo para rematar con el ascenso más veloz en la historia del ejército americano. Así, sin más.

Del reparto mejor no hablar. A Taylor Kitsch le quedan grande los galones, a Brooklyn Decker le quedan pequeñas las camisetas, a Liam Neeson alguien debería decirle que antes molaba, a Rihanna que siga cantando, y al que decidió incluir en la película a un militar auténtico tullido con prótesis para llevarle de paseo por el monte, directamente le podían echar del sindicato por mal gusto. Michael Bay, cuanto daño has hecho. Espero que no rueden ahora Conecta 4.