Los Amos de Brooklyn
Director: Antoine Fuqua
Intérpretes: Ethan Hawke (Detective Sal Procida) / Don Cheadle (Clarence 'Tango' Butler) / Richard Gere (Eddie Dugan) / Wesley Snipes (Casanova 'Caz' Phillips) / Brian F. O'Byrne (Detective Ronny Rosario) / Will Patton (Teniente Bill Hobarts) / Michael Kenneth Williams (Red) / Shannon Kane (Chantel) / Ellen Barkin (Agente Smith) / Jesse Williams (Eddie Quinlan) / Logan Marshall-Green (Melvin Panton) / Lili Taylor (Angela Procida) / Hassan Johnson (Beamer) / Vincent D'Onofrio (Bobby 'Carlo' Powers) / Wass Stevens (Detective Patrick Leary) / Armando Riesco (Detective George Montress) / Wade Allain-Marcus (C-Rayz) / Jas Anderson (K. Rock) / Michael Pemberton (Capitán Jenkins) / Sarah Thompson (Sarie)
Duración: 132 minutos
Sinopsis: Sal es un detective con problemas de dinero que se ve obligado a traspasar el límite de la ley para sacar a su familia adelante. Eddie es un veterano policía a punto de jubilarse que ha perdido todo motivo para seguir [...]
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Estreno en España: 16 de Septiembre de 2011

CRÍTICA

Dentro del cine policiaco existe una especie de subgénero que se empeña en marcar a los firmes defensores de la ley como seres corruptos e inmorales sin ningún tipo de vocación por la profesión que en su día eligieron. Buen ejemplo de esta temática fue Training Day: Día de Entrenamiento del propio Antoine Fuqua, donde su retrato de los bajos fondos y las corruptelas policiales ofrecía un panorama desolador que invitaba a un reservado optimismo al ver que por cada agente corrupto había otro honesto. Quizás el éxito de aquella vino apoyado por una muestra honesta de la situación a ambos lados de la raya que separa el bien y el mal. Ahora, con Los Amos de Brooklyn, trata de inclinar la balanza claramente hacia el lado peligroso y el equilibrio sale resentido.

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En esta ocasión ha optado por tres historias paralelas a cuál más deprimente, mostrando a tres personajes, cada uno a su manera con problemas bastante definidos que se enfrentan a una situación límite. Y lo hace con buen pulso, demostrando otra vez que en este género se mueve como pez en el agua y que lo que cubre su faceta de director está bien trabajado, siendo la parte del guión donde se encuentran los puntos débiles. En parte por esa dualidad que tienen los tres personajes principales, siendo Richard Gere el que sale mejor parado (y es que cuando se pone un uniforme de policía parece buen actor y todo, como ya hizo en Asuntos Sucios), pero perjudicando a Ethan Hawke y Don Cheadle por las circunstancias y entorno a la que se ven sometidos, dibujando un malo que en el fondo no es tan malo y un bueno al que empujan a que no sea tan bueno.

Y si ese tufillo moralista no hiciera poco daño al esbozo de los personajes, esa búsqueda de un final redentor para todos ellos no hace sino empeorar lo que había sido una cinta interesante hasta la parte del desenlace. En cualquier caso, si uno mira las fechas de estreno de la película, cuando ves que ha pasado cerca de año y medio entre su estreno americano y el español, ya puedes intuir que no va a ser una película excepcional, pero los nombres de delante y detrás de las cámaras invitan al optimismo.

La película funciona, no cabe duda. Y más cuando se hace la comparativa con títulos recientes de temática parecida. Lo que falla una vez más es la falta de un remate más acertado a una cinta que podía aspirar a notable y se tiene que conformar con un modesto aceptable. Un poco de lija a alguna página del guión le habría venido bastante mejor.