Origen
Director: Christopher Nolan
Intérpretes: Leonardo DiCaprio (Cobb) / Joseph Gordon-Levitt (Arthur) / Elliot Page (Ariadne) / Ken Watanabe (Saito) / Tom Hardy (Eames) / Marion Cotillard (Mal) / Cillian Murphy (Robert Fischer) / Dileep Rao (Yusuf) / Tom Berenger (Peter Browning) / Michael Caine (Miles) / Lukas Haas (Nash) / Pete Postlethwaite (Maurice Fischer)
Duración: 148 minutos
Sinopsis: Cobb es un ladrón especializado en el peligroso arte de la extracción: el robo de secretos valiosos de las profundidades del subconsciente durante el estado de sueño, cuando la mente está más vulnerable. Esta habilidad excepcional de Cobb le ha hecho [...]
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Estreno en España: 6 de Agosto de 2010

CRÍTICA

LO MEJOR: La cuidada factura made in Nolan: El montaje.
LO PEOR: Alguna parada en la vía de servicio para tomar aíre.

Dos años han pasado desde el estreno de El Caballero Oscuro y a la espera de la tercera y, en principio, última entrega de la nueva saga de Batman iniciada por el inglés Christopher Nolan (Memento, El Truco Final (El Prestigio), Insomnio (2002)), nos llega su nuevo trabajo precedido de buena expectación tanto de crítica como público. Nolan vuelve a contar con el mismo equipo técnico con el que lleva codeándose en sus últimos trabajos con una excepción, el de guionista, afrontando esta faceta por primera vez en solitario con una historia que llevaba rondándole en la cabeza durante años. Leonardo DiCaprio, Joseph Gordon-Levitt (al parecer el director ha quedado muy contento y puede ser fichaje para la nueva de Batman), Marion Cotillard, Ellen Page, Tom Hardy y Tom Berenger se unen a Cillian Murphy y Michael Caine que repiten por tercera y cuarta vez respectivamente con el director inglés.

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Origen sirve para demostrar que a día de hoy todavía se puede fusionar perfectamente el cine comercial o de palomitas con un guión perfectamente construido, moldeado. Codearse de nuevo con el mismo equipo se pone de manifiesto en que nada desentona, todo encaja. Empezando por la fotografía de Wally Pfister (el único que lleva con Christopher desde su ópera prima, Memento), que opta por una paleta de colores muy parecida a la del Caballero Oscuro. La partitura de Hans Zimmer (Batman Begins, Gladiator (2000)) no tiene un tema principal que repite a lo largo del metraje sino que para cada ocasión introduce las notas adecuadas, el diseño de producción es tan grande o pequeño como la escena en cuestión requiere, los efectos especiales no son los protagonistas de la función sino que hacen su aparición cuando se requiere. Este es un punto fuerte de este director. Es de los pocos que aún hacen cine de la “vieja escuela” y sabe que el efecto especial está supeditado a la historia y no al revés. Mención especial al trabajo de montaje que ha hecho Lee Smith no sólo por las dos horas y medias de metraje sino, y aquí me quito el sombrero, por el trabajo que hace en el último tercio de la película cuando trabaja con cuatro historias en paralelo teniendo que mantener la coherencia y lógica en cada una. Sobresaliente.

El Caballero Oscuro y Origen tienen un punto en común con respecto al guión que en el primer caso funcionaba bien y ahora se convierte en un lastre. Nolan hace que toda la película sea un clímax y al final eso pasa factura. El ritmo de ambas películas es frenético y cada escena incrementa la tensión de la anterior lo que provoca que al no tener un momento de respiro la sensación con la que se sale es una mezcla se cansancio emocional y físico. Con el Caballero Oscuro me pasó menos tal vez porque acabe absorto por la interpretación del Joker, pero con ésta lo que ocurre es que al ser todo tan grandioso y al ir a más, al no haber momentos de respiro provoca que no haya sorpresas. Esto no quita que el guión está perfectamente construido, lógico de principio a fin, no tan complejo como alguno vaticinaba, todo sea dicho, y sostenido por una esplendida dirección de actores que no concibes esta historia quitando alguno de ellos, pero era de agradecer escenas de relax, de me paro y dejo que el espectador se despeje.

Aún así y tras estos comentarios una película que no hay que dejar la oportunidad de ver en la pantalla grande por su cuidadísima factura, con uno de los directores más interesantes y transgresores del siglo XXI y dando las gracias de que no tengamos que hacerlo con dos cristales incrustados en los ojos.