Dirigida por Richard Lester en 1976. No he conseguido averiguar dónde ser rodó y es algo que me gustaría saber. El motivo son los paisajes, agrestes, rocosos del principio y las praderas y el bosque de “Sherwood”. Sí no fue en España faltó poco; a parte de una adolescente Victoria Abril, en los títulos de crédito he podido encontrar otros nombres españoles, extras, maquillaje, asistente de dirección, etc. En fin sólo me queda decir eso de cámara, luces, acción:

Sol brillante, una espada a contra luz, un hombre al que le falta un ojo se asoma a un torreón, dos soldados desentierran una piedra que es conducida de forma torpe y pesada hasta una catapulta. Así comienza Robin y Marian, con el lanzamiento de una piedra contra una fortaleza vacía, sólo un viejo tuerto y unos niños viven en ella. Robin a caballo junto a su fiel Little John, casi Quijote y Sancho, en un páramo desértico y abrupto que es lo más parecido a “un lugar de cuyo nombre no quiero acordarme”.

Desde el primer minuto me metí en la película, tal vez la música, tal vez la ambientación, tal vez Sean Connery (Robin), Audrey Hepburn (Marian), los pocos minutos de Richard Harris (Ricardo corazón de León) o un espléndido Robert Shaw (Sheriff de Nottingam). Aunque creo que gran parte de la valía de esta película reside en el guión, y en la mezcla tan equilibrada que tiene la historia entre: amor, humor y acción.

Si la película abre bien, cierra mejor. Pero me dejaré de finales, ya que no lo voy a contar, y comenzaré por el primer motivo que dije, la música. Buscando ayer tarde en internet otra obra de John Barry por situarme un poco, encontré la banda sonora de “Memorias de África”. La música de este autor creo que tiene en Robin y Marian todos los ingredientes épicos que se necesitan para las escenas de acción, sobre todo para la lucha final y tiene una magia especial para saber acompañar a la preciosa mujer ya madura que es Marian en ésta película. Supongo que el director quiso sacarle todo el partido al rostro de Audrey Hepburn y asociarlo a otra música que no fuera la de “Desayuno con diamantes”. Lo consiguió.


Lo segundo que dije en mi lista fue la ambientación. Las armaduras pesan al andar, los cascos se tuercen, las espadas son enormes y también pesadas, si se agachan los actores te da la sensación de que se les verá el culo, se lavan la cara, les duelen los huesos del frío suelo del bosque al levantarse por la mañana, se les cae el pan al suelo nada más salir del horno… la vida no es perfecta y así esta grabada en esta película. Me ha parecido que está dividida en dos partes. La primera iría desde el comienzo hasta que Robin y Little John regresan a Inglaterra. Tiene mucho de humor, un humor ácido, me parece que llega a rozar el surrealismo tanto los diálogos como los decorados y la propia historia. La forma en la que se desenvuelven los acontecimientos es casi ridícula, o se ridiculiza la magnificencia de los reyes y las batallas del honor, su forma de vida, todo un poco bufonesco. Esta parte es ocre, de arena, de seco, viento, y paisajes de rocas escarpadas.

La siguiente parte es verde y llena de bosques, bosques llenos de vida cuando Marian se instala junto a Robin. La luz de toda esta parte es de tarde de otoño, muy tenue y brillante. Nottingam es un pueblo lleno de barro y miseria, muy pequeño, en el que nada ha cambiado y los poderosos siguen robando a los indefensos.


Los actores: en mi opinión, Robin y Marian maduros no podrían haber sido representados mejor que por Sean Connery y Audrey Hepburn. Los primeros planos de ambos son magníficos, sobre todo los de Audrey que, como simpre, se come a la cámara.

Él figura a la perfección al hombre que se niega a envejecer, que es todo sentimiento, pasional, que su cuerpo soportó heridas y mató con sus manos a cientos de hombres en pro de una causa que jamás entendió, y por eso ahora, al final de su vida, está lleno de dudas. Ella es algo delicado, lleno de paz que le proporcionó su retirada en un convento, llena de perdón, equilibrada, fuerte y preparada para envejecer pero incapaz de demostrarle a Robin lo mucho que le ama. No por algo la abandonó durante 20 largos años.

Poco a poco ambos personajes intercambiarán la paz y la pasión para conseguir una historia de amor como pocas. Es imposible no emocionarte e incluso llorar ante sus interpretaciones. Del resto de actores también habría que destacar la interpretación, así como el feeling que mantiene Sean Connery con su oponente Robert Shaw, y siempre es un lujo ver a un actor como Richard Harris aunque sean 10 minutos.


Ahora tocaría hablar del guión. Es una película para ver un par de veces seguidas y degustar los diálogos, presenta adecuadamente a los personajes y sus sentimientos. También me parece curiosa la textura conseguida con la palabra “muerte”, los personajes continuamente hablan de ella unos para ignorarla, otros para recordar a seres queridos y otros para intentar escapar de ella; me parece fascinante cómo se van enfrentando a la muerte los distintos personajes.
No sé si por influencia de un recién estrenado juego en Cineol he anotado un par de fragmentos para que os hagáis una idea de la calidad que tienen, con pocas palabras nos cuentan mucho.

1) Al poco de llegar al bosque de Sherwood, Robin y Little John se han encontrado con dos camaradas de hace 20 años y charlan junto a una hoguera bajo el árbol de Robin, como en los viejos tiempos. Little John dice:
-Mañana iré a Nottingam, voy a visitar a mi padre.
-Ha muerto…(le dicen)
después de un silencio Little John responde:
-No me hubiera reconocido después de todo.

2) Robin y Marian están en la cabaña que han reconstruido, ya tienen incluso una banqueta. Robin duda si salir o no del bosque para ir a luchar contra el Sheriff y sus hombres. Ninguno de sus camaradas quiere, tampoco Marian, pero él sigue siendo guerrero, aunque contra quien más luche sea consigo mismo. Robin dice:
-No he perdido ninguna batalla y no sé lo que quiero…. El día es nuestro, Robin, eso decías antes, y llegaba mañana… ¿dónde se habrá ido el día?… ¡eres tan bella!…..¿me amas? ¿realmente me amas, Marian?
-Lo haré todo menos llorar tu muerte, responde finalmente Marian.

Y ya para finalizar nos queda la historia y su equilibrio entre amor, humor y acción. El amor ocupa la historia central de la película, también el declive de dos personajes tan entrañables como son Robin Hood y Lady Marian, pero el humor consigue que el otoño de estos personajes sea algo maravilloso, corto pero intenso, necesario en sus vidas pues se vio truncado por el destino. Las escenas de acción son imprescindibles en una película que se sitúe en el bosque de Sherwood, aquí encontraremos persecuciones, combates, arcos y flechas, golpes de espadas…pero son lentas, sosegadas, las luchas también deben ser así cuando el héroe ha madurado, los enemigos se estudian y comprenden, se admiran, se gustan y se odian, hay golpes rastreros y patadas donde no las daría un caballero, todo vale con tal de ganar y que amanezca un día más en el bosque de Sherwood: la recompensa vivir eternamente junto a Marian.