Cuando en 1985 el manga (o novela ilustrada para los entendidos) creado por Hideyuki Kikuchi fue adaptado al formato anime tan solo dos años después de la aparición de las novelas, no tardó en ser catalogada como el mejor Ova de vampiros jamás creado, pero a pesar de eso y del éxito del personaje en Japón pasaron más de 15 años hasta que se cociera una nueva adaptación de esta serie de 17 novelas , mucho tiempo pero valió la pena por que Bloodlust es uno de los filmes de animación más lujosos , épicos , vibrantes y barrocos de los últimos años, todo servido en bandeja por el siempre excesivo y desmadrado Yoshiaki Kawajjiri (el de Ninja Scroll) que consigue su trabajo más redondo hasta la fecha.

Miles de años en el futuro los Vampiros, Demonios y mutantes residuales de una guerra nuclear, dominan el mundo, mientras los restos que quedan de la humanidad intentan refugiarse de las fuerzas de la oscuridad. Tan solo una nueva raza de mercenarios conocidos como caza recompensas, hace frente a estas criaturas del averno a cambio de suntuosas sumas de dinero, uno de los más famosos es D un Dumpeal (medio vampiro medio humano) hijo mismísimo primer señor de los vampiros, al que se le ha encargado un nuevo trabajito que consiste en liberar de las garras del poderoso Vampiro Meier Link a la bella doncella Charlotte. Para ello D emprende una implacable persecución por las tierras de este desolado mundo, en su camino encontrara inesperados rivales y aliados como los hermanos Marcus, unos caza recompensas tan obstinados en su misión como él.

Primero aclarar que en general soy un gran fan de las películas apocalípticas y del genero vampirico, por lo que desde sus primeros empaques Vampire Hunter D atrae mi atención ya que consigue mezclar el agónico y desesperanzado fin del mundo tan recurrente en el cine japonés con, la sensualidad y el poder de fascinación del mundo de los chupasangre. El entorno en el que se desarrolla la acción es frió, pero a la vez hermoso y elegante, un goteo de diferentes estilos visuales, que parecen emular desde el Western, al Ciberpunk, pasando por escenarios propios de la edad media. Un trabajo de arte cuidadísimo, en los escenarios por donde se mueven los personajes, a estos últimos se les puede poner un pero y es que la mayoría tienen el aspecto típico del estudio Madhouse, tan solo D respeta la esencia de los trazos originales de Yoshitaka Amano que se usaron en la primera película, la animación mezcla la animación 2-D con un sutil uso del CG para muchos objetos y movimientos de cámara dinámicos, la mayoría de ellos perfectamente integrados en el entorno. Así puedo decir que el aspecto técnico de la película es prácticamente sobresaliente, creándose imágenes de un barroquismo y belleza impactante.

Todo esto es lo habitual en la mayoría de producciones animadas de primer nivel provenientes de Japón, lo que destaca esta película sobre el resto es que no solo se sostiene por las imágenes, es su historia perfectamente hilvanada, a primera vista puede parecer recurrente a la de la primera película de la saga (e incluso con la celebérrima Ninja Scroll, por cierto las dos entregas pueden ser disfrutadas de manera independiente) “D debe rescatar a una damisela en apuros enfrentándose a diferentes monstruos y dificultades”, pero bajo la superficie Bloodlust tiene una profundidad mayor que la de su predecesora, sobre todo destaca el notable equilibrio entre el interés de la trama y la acción (esta por cierto incesante y constante durante buena parte del metraje), quizás este interés decae un poco cuando se centra en la tragedia del personaje de Meier y su historia de amor imposible, pero bajo todo esto emerge la relación entre D y Leila la verdadera sorpresa y revelación de la cinta, una mezcla de respecto, amistad y atracción que termina por eclipsar la principal excusa argumental. Es eso y lo bien atado y explicado que queda todo (algo poco habitual en este tipo de producciones), con un gran sentido de la planificación, cada personaje entra y sale de escena para aportar algo, donde se muestran una gran cantidad de personalidades, desde los rudos hermanos Marcus a los seres más extraños, cuyas habilidades de combate y motivos para luchar o en definitiva sobrevivir terminan por convencer de que la historia esta muy trabajada.

Mención especial de los personajes merece el parasito que D lleva en su mano izquierda desde prácticamente su nacimiento, a parte de ser el contrapunto cómico bastante gracioso sobre todo al carácter frío del protagonista, resulta un item la mar de original y enigmatico (misterio que por cierto queda en el aire). La puntilla definitiva la pone la BSO de Marco D'Ambrosio un épico complemento a las imágenes, sobre todo en los caóticos temas corales, pero en general es un trabajo muy bueno. Podría contar muchas más cosas de Vampiro Hunter D (quizás me anime en una disección más adelante), pero todo se resumiría en que es una de las mejores cintas de Vampiros de las ultimas décadas y un filme de visión obligada, para cualquier fan de los chupasangre, la acción y la animación en general. Sorprende que con la calidad de la propuesta y la cantidad de novelas inspiradas en el personaje, 8 años después de su estreno aun no se sepa nada de una hipotética nueva entrega.